Luz verde ambiental al plan para afianzar los saneamientos del Mar Menor
El programa contempla 156 medidas, algunas ya ejecutadas, para reducir la carga contaminante con una inversión de 235 millones de euros
Las plantas depuradoras, colectores y redes de saneamiento de los municipios ribereños al Mar Menor tendrán durante los próximos seis años un intenso plan de ... mejoras marcado por la ley autonómica de la laguna salada. El 'Programa de control y mejora de las redes pluviales, de saneamiento y depuradoras en la cuenca vertiente del Mar Menor' está diseñado para acometer un paquete de 156 medidas hasta 2030 cuya inversión alcanza los 235,2 millones de euros. Acaba de superar de forma favorable el trámite ambiental dentro del Gobierno regional, según confirman fuentes de la Comunidad a este periódico, tras iniciar su evaluación a finales de 2021.
Aunque en los próximos días se publique en el Boletín Oficial de la Región de Murcia la Declaración Ambiental Estratégica positiva, este plan ya ha comenzado a ejecutarse con la construcción de tanques ambientales en Torre Pacheco, La Unión o Playa Honda (no todos están terminados); la instalación o rehabilitación de colectores pluviales en Los Alcázares, Cartagena, San Javier y San Pedro del Pinatar, o mejoras en la depuradora de Fuente Álamo. En total, se han invertido al menos 20,5 millones de euros, según cifras que maneja la Consejería de Agua.
Cifra
25
millones de metros cúbicos de aguas residuales es la capacidad de depuración de las 24 Edar de la cuenca vertiente al Mar Menor, según datos de Esamur. El destino mayoritario de este recurso es la agricultura.
El plan busca completar la conexión de las pequeñas poblaciones o zonas industriales de la cuenca a la red de saneamiento o aumentar la capacidad de los sistemas de recogida de aguas de lluvias. La mayoría de las 24 depuradoras próximas al Mar Menor pasarán a tener un tratamiento terciario o, incluso, cuaternario, o se construirían nuevas como en la diputación cartagenera de Tallante. Los tanques ambientales y los nuevos sistemas de drenaje planteados deberán reducir la carga contaminante que pudiera llegar al Mar Menor a través de las infraestructuras urbanas, con el fin de evitar desbordamientos de los alcantarillados.
Redes unitarias
La Comunidad considera, según se refleja en la evaluación ambiental, «positivo» el programa por «establecer las actuaciones necesarias para la eliminación de aportes al Mar Menor». Refuerza, según el Ejecutivo, «todo el paquete de actuaciones, planes y programas previstos» en los municipios ribereños. Algunas áreas, destaca el programa, «carecen de redes o cuyas características son inadecuadas dado el incremento de caudales generados aguas arriba debido al paulatino crecimiento de los núcleos urbanos».
La falta de redes separativas es un problema que identifican los expertos que redactaron el plan, ya que la mayoría de localidades presentan una canalización unitaria que, en ocasiones, se ve desbordada «por el aumento de la escorrentía superficial» al crecer la urbanización. Pese a ello, los técnicos destacan que «existe una elevada cobertura del sistema de saneamiento» aunque con varios puntos de vertido a la laguna que hay que tratar. La falta de dimensión en algunos tanques de tormentas impiden captar todo el caudal punta en un momento de precipitaciones intensas, algo que quiere abordar la guía preparada hasta 2030.
Estas infraestructuras se llevan gran parte del presupuesto, al ser las obras más caras, pero donde más incide el programa es en la instalación de colectores y bombeos, o la mejora de los que ya están en funcionamiento, sobre todo en pequeñas localidades o urbanizaciones. Por otro lado, al menos dos de los proyectos serán asumidos por el Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la CHS, como la implantación de tratamientos terciarios en las depuradoras Mar Menor Sur de Cabo de Palos o en la de Cabezo Beaza de Cartagena, que están en una fase inicial.
El programa ha recibido alegaciones de una veintena de organismos consultados, que la Dirección General del Agua está estudiando para incorporar las necesarias al listado de actuaciones. Por ejemplo, se ha reclamado tener en cuenta las posibles afecciones a los espacios protegidos del Mar Menor y la costa del Mediterráneo, sus especies y hábitats, el patrimonio cultural y el paisaje.
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Las toneladas de ova verde retiradas cayeron a casi 8.000 el año pasado
La retirada de biomasa u ova verde de las playas y las zonas someras del Mar Menor continuará este año y, al menos, hasta 2026. El Gobierno regional va a invertir 15,6 millones de euros en un contrato bianual que abarcará los trabajos durante los dos próximos años. La recolección de esta materia orgánica que se acumula en las orillas de la laguna comenzó hace dos años, cuando se llegaron a extraer hasta 27.393 toneladas, un escenario que preocupó ante la posibilidad de que se generaran zonas anóxicas. El consumo de oxígeno durante la descomposición de estas algas llevó a la Comunidad a actuar para sacar del agua estos restos, pese a que la medida no llegó a convencer a todos, como ocurrió con el Instituto Español de Oceanografía.
Más allá de esto, la cantidad de ova se redujo drásticamente el año pasado, al descender la cifra hasta las 7.972 toneladas. Los pescadores de la cofradía de San Pedro del Pinatar llegaron a intervenir con sus redes para extraer del agua el mayor volumen posible de biomasa. Pese a todo, este año no se cuenta con su colaboración precisamente por la menor presencia de la ova en el agua. Desde enero hasta el pasado 31 de marzo, los técnicos han podido sacar del Mar Menor 1.394 toneladas. En un estudio publicado por el Servicio de Pesca de la Comunidad, el departamento de la Consejería del ramo concluía que «la retirada de las algas durante el 2022 fue una actuación esencial para el mantenimiento de la transparencia de las aguas del Mar Menor, ya que al retirarlas se evitó su descomposición».
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