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Luengo se compromete con un plan para apoyar al sector de la conserva
El consejero toma nota de las reivindicaciones de la industria alimentaria en el foro organizado por 'La Verdad' y Cajamar
BEA MARTÍNEZ
MURCIA
Jueves, 14 de noviembre 2019, 02:13
El sector conservero y de transformación de la Región goza de buena salud. Señal de su apuesta por I+D+i, se ha consolidado como un ámbito económico fuerte que tiene todavía muchos retos por delante. La inversión en innovación, el desarrollo de nuevos productos y la necesidad de adaptarse a un consumidor cada vez más exigente y global son esas vertientes que les enfrentan a problemáticas que deben saber resolver con eficacia para mantener la marca 'made in Murcia' en lo más alto. Para analizar todo esto, para compartir experiencias propias y debatir sobre el camino a tomar en el futuro, profesionales de entidades públicas y privadas y miembros de organismos de investigación se dieron ayer cita en la sede regional de Cajamar para participar en el desayuno agroalimentario organizado por 'La Verdad' y esta entidad bancaria.
El evento, que estuvo moderado por el jefe de Local del diario, Manuel Buitrago, contó con la asistencia del consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, que recogió el guante que le lanzaron los empresarios y pudo conocer más de cerca sus demandas y reclamaciones. En este sentido, el representante del Gobierno regional destacó la fortaleza de «un sector maduro con experiencia, solvencia y gran capacidad de adaptación» que debe, según sus ideas, unir fuerzas con la Administración, para lo que propuso «elaborar una hoja de ruta, una especie de programa de planificación con puntos concretos para estrechar esa relación entre ambos ámbitos y solucionar esa sensación de falta de cercanía que me habéis transmitido». Así, también abogó por la reducción de los tiempos de espera en la gestión de cualquier trámite que implique un análisis de impacto ambiental.
Más formación ambiental
«Si hablas con las personas que lo tramitan en las instituciones, muchos de ellos coinciden en que si estuvieran bien orientados los proyectos entregados por las empresas desde el principio se facilitarían las cosas», por lo que destacó la necesidad de apostar por la formación como soluciones de este problema, algo en lo que «estamos ya trabajando. Vamos a enseñar en las próximas semanas a ayuntamientos, colegios profesionales y a aquellos que llevan a cabo la tramitación ambiental, que son además los que están más cerca de las empresas», aseguró.
Los protagonistas
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Antonio Luengo. Consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y M. Ambiente «Debemos crear una hoja de ruta con puntos concretos para estrechar lazos entre las empresas y la Administración»
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José García Gómez. Presidente de Agrupal «Hay 38 proyectos de mejora de empresas del sector que se han quedado sin atender; echo en falta un plan industrial en la Región de Murcia»
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Jesús López. Responsable de Innovación Agroalimentaria de Cajamar «La sociedad nos lleva a 'aditivar' con productos y edulcorantes naturales y aceites esenciales»
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Joaquín Vigueras. Director general de Vidal Golosinas «Dedicamos una cantidad enorme de recursos a innovar en productos que tienen un ciclo de vida muy corto»
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Francisco Marín. Presidente de Conservas Marín Giménez «Hay una deuda de gratitud con el sector conservero porque es el que modernizó la Región y frenó la emigración»
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Pedro Herrera. Gerente de Conservas El Raal «Existe una diferencia entre lo que dicen las administraciones de cara al público y su compromiso real; hay muchas carencias»
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José Luis González. Director comercial de Agrucapers «Las empresas no están preparadas para resolver los temas medioambientales y necesitamos ayuda»
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Manuel Peregrín. Director general de Aliminter «Parece que nos vamos a morir de sanos; hoy todos queremos que todo sea bio; existe una alimentación mediática»
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Pablo Flores. Director del Centro Tecnológico de la Conserva «La industria está constantemente en alerta, tanto por el consumidor como por las regulaciones de los mercados»
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Diego González. Director territorial de Cajamar en Murcia «Hay un tejido empresarial muy potente que tiene un efecto dinamizador en la economía regional; es un sector seguro»
Estas numerosas propuestas por parte del consejero fueron su respuesta a la gran cantidad de demandas que presentaron los asistentes, especialmente el presidente de Agrupal, José García, que destacó la importancia del sector agroalimentario en el PIB regional al mismo tiempo que hacía referencia al trato que reciben de las administraciones, que «otorgan más eco a las actividades agrícolas que a la industria alimentaria». Por otro lado, también hizo hincapié en la dificultad que viven las entidades familiares, a las que les cuesta mucho mantenerse porque «hay un marco legal muy parecido para todas las compañías, con independencia de la dimensión que tengan». Para terminar, criticó el bloqueo de 38 proyectos de mejora de empresas «que se han quedado sin atender» y abogó por «legislar de acuerdo a intereses que ayuden a mejorar a las empresas».
Sustento de la economía
La importancia de este sector en la economía regional es una realidad latente de la que nadie escapa y que se confirma a golpe de datos. El responsable de Innovación Agroalimentaria de Cajamar en Murcia, Jesús López, presentó durante su exposición las cifras que avalan esta afirmación: la industria agroalimentaria regional supone el 5,1% del PIB regional. Además, Murcia se sitúa como el primer productor de conservas vegetales de Europa.
Para mantener estos niveles, y para apoyar a las firmas que forman parte, López destacó la estación experimental que la entidad posee en El Ejido (Almería), un espacio dedicado a I+D+i, que busca transferir estos descubrimientos y avances a todos los clientes de la entidad.
Habrá un programa para que colegios profesionales, ayuntamientos y empresas sepan cómo realizar los trámites ambientales
Tras mostrar las bondades de estas instalaciones, pasó a desvelarlos retos futuros del sector que pasan por el comercio electrónico, «que no ha parado de evolucionar», la adaptación de los productos que se venden a la edad de los consumidores, la robotización y digitalización de la industria y la apuesta por una etiqueta limpia, es decir, formulaciones de productos que incluyan solo elementos naturales, porque «la sociedad y el mundo médico nos está llevando a 'aditivar' con productos y edulcorantes naturales y aceites esenciales».
Precisamente, esa adaptación a las demandas del cliente es lo que identifica a Vidal, buque insignia del sector de las golosinas murciano, un ámbito especialmente influenciado por las variaciones de tendencia del mercado. Para adaptarse a esos cambios de los consumidores, la innovación y la investigación han sido clave en la sostenibilidad de la firma, que dedica «una cantidad enorme de recursos a ello, aunque algunos de nuestros productos tengan un ciclo de vida muy corto». Prueba de ello son los más de 500 artículos al año que desarrolla para su venta en los 90 países en los que está presente gracias a sus 14 filiales localizadas en todo el mundo.
La supervivencia de la empresa a través de la innovación es lo que también distingue a Conservas Marín Giménez, una entidad de la que está al frente Francisco Marín, que apuntó a la deuda de gratitud que, indicó, «se tiene con el sector conservero, porque es el que modernizó al a Región», tras lo que señaló la importancia de este sector para la Comunidad y destacó la apuesta de la firma por la búsqueda constante de nuevos nichos de mercado, «que ha requerido permanente esfuerzo inversor y de trabajo».
Más respaldo
El siguiente en tomar la palabra fue el gerente de Conservas El Raal, Pedro Herrera, que criticó «la falta de compromiso de las diferentes administraciones». En este sentido, apuntó a la carencia de todo tipo de infraestructuras en la pedanía, lo que reduce las posibilidades de desarrollo de la entidad, e incidió en «la diferencia entre lo que las administraciones dicen de cara al público y el compromiso real». Esta necesidad de apoyo por parte de los organismos públicos fue también un tema recurrente en las declaraciones del director general de Aliminter, Manuel Peregrín, que reividicó «la responsabilidad de la Administración de tutorizar los sectores económicos y su evolución», un hecho que si no se produce puede dar lugar a que «las amenazas que hoy tenemos sigan erosionando el tejido económico». Para finalizar, criticó las modas en el ámbito de los productos alimentarios. «Parece que nos vamos a morir de sanos. Hoy queremos que todo sea bio».
La necesidad de apoyo mutuo entre entidades públicas y empresa es una idea que compartió el director Comercial de Agrucapers, José Luis González, que incidió en la necesidad de un equilibrio entre las instituciones públicas y el sector, porque «la industria por sí sola por muy innovadora que sea no puede conseguir nada». En este sentido, explicó la situación propia de la firma, que tuvo que trasladarse al extranjero porque «si queríamos sobrevivir teníamos que marcharnos. No nos fuimos porque las materias primas estuvieran en otro lado, sino porque nos sentíamos solos y desamparados por parte de la Administración nacional, incluso en momentos de bonanza económica». Por último, centró su discurso en el medio ambiente y destacó que las empresas «no están preparadas para resolver temas medioambientales». «Ahí es donde necesitamos de la ayuda de la Administración para dar solución a esto, porque no sabemos de estos temas y es donde la ecuación administración-sector debe funcionar», aseguró.
ADN innovador
Esa búsqueda constante por mejorar y crear nuevos productos y formulaciones es lo que llevó a una red de empresas a apostar por la creación del Centro Tecnológico de la Conserva, una entidad en la que la innovación es la seña de identidad. Durante su intervención, su director, Pablo Flores, puso el acento en una nueva corriente en la que, «las empresas intentan quitar de sus productos algunos ingredientes, cuando no hay investigaciones científicas que digan que unos aditivos son buenos o malos». Esta realidad viene derivada de los cambios en los hábitos de consumo «que lleva a que la industria agroalimentaria esté constantemente en alerta tanto del consumidor como de las regulaciones de los mercados».
Este miedo a ciertos ingredientes en los productos aseguró, «es resultado de la desinformación». «Antes no existían las normas de calidad, solo el análisis de puntos críticos. Hoy en día cualquier pequeña empresa tiene cincuenta normas alimentarias y además requiere personal específico para esa gestión».
Para terminar la jornada, el último en intervenir fue el director territorial de Cajamar en Murcia, Diego González Alarcón, que puso el foco en el sector agroalimentario, del que dijo que es «seguro» y alabó que «hay un tejido empresarial muy potente que tienen un efecto dinamizador importante en la Región, porque muchos otros sectores dependen de él».