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La calle Vicente Ruiz Llamas, estrecha y con aceras demasiado altas e incómodas para los peatones, mejorará su accesibilidad con la creación de una plataforma única semipeatonal, que beneficiará sobre todo a personas con movilidad reducida y favorecerá la seguridad para viandantes y vehículos. Esta calle del casco histórico está incluida en las zonas de bajas emisiones y los trabajos de adecuación, que comenzaron ayer, consistirán en la demolición de las aceras y la colocación de un nuevo pavimento de piedra del Cabezo Gordo. La calzada se cubrirá con aglomerado asfáltico impreso, que simula adoquines, y se soterrarán las líneas de alumbrado público. Lo explicó el alcalde, Fulgencio Gil, que supervisó el inicio de las obras de mejora integral de esta vía.
La renovación se extenderá a las calles aledañas, Alfonso X, Fernando el Santo y General Eytier, también incluidas en las zonas de bajas emisiones. Estas ya cuentan con plataforma única, por lo que solo se sustituirá el aglomerado existente, que presenta deficiencias, por otro también con acabado impreso con el objetivo de reducir la velocidad del tráfico rodado. Se instalarán papeleras y bolardos donde sean necesarios y se renovará toda la señalización vertical y horizontal en la zona de actuación. La intervención está siendo ejecutada por la Concejalía de Fomento con los fondos europeos 'Next Generation'. Tiene un coste de 212.000 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses.
Según el primer edil, el equipo de gobierno apuesta por «calles más cómodas, modernas y seguras, que doten de mayor protagonismo al peatón y permitan una movilidad más sostenible» y añadió que pretenden «un proyecto de zonas de bajas emisiones que realmente se adapte a nuestro municipio». En el último año se han ejecutado obras en las calles Santiago, Villaescusa, Juan de Toledo, Álamo, Núñez de Arce, Alburquerque, Cuesta de San Francisco y alameda Rafael Méndez, y solo falta una última actuación en la calle Selgas para adaptarse al nuevo modelo.
También dentro del proyecto de zonas de bajas emisiones está en construcción un parking disuasorio junto al camino Marín con capacidad para 176 vehículos y está en proceso de contratación el suministro e instalación de los elementos de control necesarios por un importe de 472.000 euros, a cargo de los fondos europeos 'Next Generation'.
Finalizado el plazo de presentación de ofertas siete empresas optan a la realización del proyecto. El servicio incluirá cámaras con lectores de matrícula, la creación de una plataforma digital para la monitorización, un sistema de seguimiento para que los técnicos municipales puedan tomar decisiones en términos de movilidad y contaminación y el equipamiento de una sala de control que disponga de un 'videowall'.
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