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Domingo, 23 de enero 2022, 08:59
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El cauce seco de la rambla de Tiata, un canal artificial de riego para la huerta que lleva décadas en desuso, aspira a convertirse en un vergel con más de un millar de árboles y jardines para el esparcimiento de los lorquinos. Ese es el objetivo del proyecto que ha presentado el Ayuntamiento al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y que opta a los fondos europeos de recuperación y resiliencia 'Next Generation'. Lo desveló a LA VERDAD el alcalde, Diego José Mateos, que detalló que se prevé intervenir en un tramo de 3,2 kilómetros de la rambla de Tiata, desde la rotonda del barrio San Fernando hasta el núcleo rural de la pedanía de Campillo, en las inmediaciones del centro comercial Parque Almenara. El cauce tiene un ramal principal y dos secundarios y dispone de un espacio libre paralelo a estos, por lo que la superficie restaurada será de 80.200 metros cuadrados.
Los canales y las zonas aledañas se transformarán en «un corredor de vida, una infraestructura verde que conectará la ciudad con la huerta», dijo el alcalde. En la actualidad la rambla, que ya es lugar frecuente de paseo y senderismo, apenas presenta vegetación y la que hay está considerada como invasiva, por lo que junto a los árboles de porte como cipreses, robles y fresnos, está previsto crear zonas ajardinadas con 4.500 plantas arbustivas de especies autóctonas como jazmines, galanes de noche, adelfas, lavandas o romeros.
Se creará una senda ajardinada, protegida del sol por vegetación, «creando un efecto de bóveda arbolada» en la que se incluirán itinerarios para peatones y usuarios en bicicleta, además de estancias para el recreo y esparcimiento de las familias. Contará con mobiliario urbano de materiales naturales o reciclados y mesas de juego y de picnic.
Para minimizar el riesgo de inundaciones, ya que la rambla sigue recogiendo las aguas pluviales, se incluirá la construcción de una presa de laminación para «retener parte de las avenidas que se produzcan y distribuir el caudal por los diferentes canales de desagüe para evitar daños aguas abajo».
El Ayuntamiento cuenta con el visto bueno de la Comunidad de Regantes, propietaria del terreno, que ha dado el plácet al proyecto y que, además, ha mostrado su «predisposición» para poner en valor las infraestructuras verdes del municipio, señaló Mateos.
El presupuesto de la iniciativa asciende a 3,5 millones de euros, de los que el 95% serán financiados por el Ministerio y el resto por el Ayuntamiento. En caso de conseguir los fondos necesarios el plazo de ejecución será de cuatro años. El primer año se dedicará al diseño final de la iniciativa con la colaboración de los lorquinos y a la redacción y contratación de las obras. En el segundo año se llevarían a cabo los trabajos y en los dos últimos un plan de seguimiento para evaluar la evolución de la calidad del aire en la zona, la percepción de los usuarios con repecho a la mejora del paisaje y una evaluación de la fijación de nuevas especies de fauna e insectos.
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