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Vecinos afectados por las inundaciones, durante la visita del presidente de la CHS y del delegado del Gobierno a la rambla de Biznaga. P. A. / AGM
Las presas de laminación contra las riadas de Lorca no se construirán hasta 2022

Las presas de laminación contra las riadas de Lorca no se construirán hasta 2022

La CHS se compromete a agilizar los proyectos ante los vecinos damnificados por la catástrofe de San Wenceslao

INMA RUIZ

LORCA.

Lunes, 27 de agosto 2018, 07:42

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Falta un mes para que se cumpla el sexto aniversario de la riada de San Wenceslao, que el 28 de septiembre de 2012 anegó la huerta de Lorca y provocó víctimas mortales y daños multimillonarios en pedanías como Campillo, Torrecilla y Purias. Estas zonas siguen siendo igual de vulnerables a una gran avenida y no se prevén soluciones técnicas a corto plazo. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Mario Urrea, dijo que las tres presas de laminación previstas en el Plan de Avenidas para minimizar los efectos de una riada como aquella no empezarán a construirse, en ningún caso, antes 2022, cuando hayan pasado diez años de la tragedia. Urrea se lo contó así a vecinos afectados durante un encuentro que mantuvo con ellos en la rambla de Biznaga, uno de los escenarios de la inundación del 28-S, en presencia del delegado del Gobierno, Diego Conesa, y del alcalde, Fulgencio Gil.

Urrea manifestó que los proyectos de las presas de Béjar, Torrecilla y Nogalte «son antiguos y han sufrido altibajos», aunque el organismo de cuenca quiere impulsar el proyecto «al menos administrativamente, con mayor energía desde este momento» para que el Ministerio para la Transición Ecológica tome una decisión. Los estudios se llevarían más de un año, y la construcción de una presa, dos. «No es fácil la tramitación de un proyecto de esta naturaleza. Si hubiera dinero, en un plazo de cinco años se podría iniciar la construcción de alguna de ellas», aseguró.

Así lo ven

  • Joaquín Giner Pte. de los vecinos de Campillo «Desde que comienza la gota fría hasta noviembreiles de familias viven angustiadas por temor a que venga otra riada»

  • Cayetano Padilla Pte. de los vecinos de Torrecilla «Hemos echado de menos muchas veces que nos atiendan los políticos. Estamos muy decepcionados, no nos tienen en cuenta»

  • Pedro Rosell Propietario de Torrecilla «Lo poco que se ha hecho desde la riada solo ha empeorado las cosas; hay mucha preocupación e incertidumbre en mi pedanía»

  • Pedro Segura Vecino de Campillo «Algunos vecinos han hecho movimientos de tierras y rellenado parcelas para proteger su propiedad y eso perjudica al resto» .

Otro de los problemas es que con el paso de los años se ha ido perdiendo el cauce y, según estudios de la CHS, no existe dominio público hidráulico. «La Confederación tiene competencia tan solo sobre el dominio público, hay que retomar la definición, el deslinde de la rambla para realizar el encauzamiento necesario por quien corresponda», el organismo de cuenca o las administraciones competentes. Los vecinos se muestran convencidos de que recuperar el cauce original es fundamental para evitar que viviendas y granjas de las pedanías de Campillo y Torrecilla se inunden constantemente en episodios de tormentas. «Ahora es una llanura y el agua viene por donde quiere», aseguró el presidente de los vecinos de Campillo, Joaquín Giner.

Actuación inmediata

Laúnica actuación más inmediata para aminorar el impacto de una tromba de agua es la que «el próximo otoño va a acometer el Gobierno regional», dijo el alcalde. Consistirá en la ampliación del sistema de drenaje de las carreteras RM-11 (Lorca- Águilas) y RM-621 (Lorca- Purias), que cruzan la rambla de Biznaga, que se contrató en 2016 pero que sufrió modificaciones «a petición de los vecinos». La Consejería de Fomento adjudicó hace un mes las obras de construcción de un nuevo puente en la carretera RM-D8, que atraviesa la rambla de Biznaga, por un importe de 1,2 millones de euros, con el fin de aumentar su capacidad de desagüe y evitar que, en periodos de lluvias fuertes, se corte la carretera y los vehículos se vean arrastrados por la corriente.

Decepcionados

Los afectados lamentan que a lo largo de estos seis años no se haya hecho nada por mejorar su situación. Al contrario, «sí se han hecho actuaciones que la empeoran, sacar áridos y cambiar el cauce», aseguró Pedro Rosell, uno de los afectados de la pedanía de Torrecilla. «Hemos echado muchas veces de menos el apoyo de la CHS, del Ayuntamiento y de la Comunidad Autónoma», lamentó el presidente de los vecinos de Torrecilla, Cayetano Padilla. Aprovechó la visita de las autoridades para pedir un compromiso serio de la CHS y de las tres administraciones «para que nos asesoren y nos informen cuando lo solicitemos».

Desde que empieza la temporada de gota fría, en septiembre, hasta el mes de noviembre, «vivimos angustiados, no podemos estar así», dijo el representante de Campillo que confió, como el resto de afectados, en que, esta vez, se cumplan los compromisos adquiridos.

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