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Oficio religioso en la iglesia cristiana a la que acuden en el barrio de La Viña vecinos de Ghana, Nigeria, Gambia y Mali, este domingo.

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Oficio religioso en la iglesia cristiana a la que acuden en el barrio de La Viña vecinos de Ghana, Nigeria, Gambia y Mali, este domingo. JAIME INSA / AGM

La nueva normativa urbanística de Lorca estrecha el cerco a iglesias y mezquitas

En el municipio se han contabilizado 19 lugares de culto distinto al católico que ya no podrán obtener licencia para su práctica en bajos de edificios

Domingo, 5 de febrero 2023, 23:49

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La modificación del Plan General de Ordenación municipal aprobada hace una semana afecta directamente a los equipamientos sociales religiosos, que a partir de ahora se tendrán que ubicar en edificios exclusivos para el culto y cumplir unas condiciones de altura, espacios peatonales para el acceso, vestíbulos, aseos y unas dotaciones mínimas de aparcamiento. Con la nueva normativa, no se podrán instalar en bajos de edificios, como ocurre en una decena de los que hay abiertos actualmente de distintas confesiones religiosas. El objetivo, explicó a LA VERDAD el concejal de Urbanismo, José Luis Ruiz, es «que estén en unas condiciones dignas y que se pueda garantizar la seguridad y la accesibilidad» de los fieles que acuden a iglesias y mezquitas, además de evitar las quejas vecinales por ruido y tránsito de personas durante los cultos.

El centro islámico Touba, fundado por senegaleses afincados en Lorca, ya no tendrá posibilidad de abrir su local, lamentó su secretario Modou Cisse. Cerró durante la pandemia y la moratoria de 18 meses que se estableció cuando comenzó a tramitarse el cambio normativo, que impidió la concesión de nueva licencias, acabó con sus expectativas de disponer de un nuevo salón de culto. Ante la falta de este espacio, una treintena de fieles se congregan en casas cada domingo, pero lo hacen «por turnos, no pueden venir todos a la vez porque no cabemos», señala. «Necesitamos un local, no solo para rezar, también para reunirnos, pero el Ayuntamiento nos ha dicho que no puede ser».

El colectivo de ghaneses, que cuenta con tres iglesias cristianas en Lorca a las que acuden unos 250 fieles los domingos, también de Gambia, Nigeria y Mali, se verá posiblemente afectado por la norma, porque tenía previsto abrir la próxima semana un templo en las inmediaciones de la calle Corredera. Su presidente, Baba Seidu, se mostró preocupado porque, aunque han alquilado un edificio de dos plantas para instalar en la superior un local social, no sabe si será posible obtener licencia para su apertura con las nuevas exigencias. Se tuvieron que marchar del bajo del barrio de La Viña porque «no reunía las condiciones» y los vecinos se quejaban del ruido que provocaban en las misas dominicales a las que solían asistir 40 personas. «Nos gustaría poder construir un edificio solo para nosotros, pero no tenemos dinero», reconoció.

Un centro islámico de senegaleses y una iglesia de ghaneses se verán afectados por las nuevas restricciones

La concejala de Diversidad, Antonia Pérez, dijo a LA VERDAD que su departamento ha iniciado un estudio sobre la pluralidad religiosa en Lorca y ha detectado la existencia de 19 lugares de culto distintos de los católicos. Señaló que «hay un desconocimiento absoluto de esta realidad, queremos establecer contactos para poder actuar porque hay mucho por hacer», explicó. La edil recordó que en el municipio hay empadronadas casi 20.000 personas de 96 nacionalidades distintas, que suponen el 20% de la población y que buena parte de ellas profesan una religión distinta a la católica.

También la actividad académica

La nueva norma afectará además a la actividad académica vinculada con la religión, que está provocando también conflictos vecinales. El centro islámico Tawhid regenta la academia Annour, en un amplio bajo de un edificio de la calle Charco del barrio de San Cristóbal, a la que acuden unas 600 personas entre niños y adultos para recibir clases de refuerzo escolar, lenguas española y árabe y también para el aprendizaje del Islam. «Tenemos problemas con los vecinos porque dicen que hacemos ruido en la calle y no lo entiendo, la actividad es legal», dijo su presidente, Adberrazak Houdi. Con la modificación del plan urbano ya no será posible obtener licencia para poner en marcha un local de este tipo en un bajo.

Satisfacción vecinal

La asociación de vecinos del barrio de Apolonia ha celebrado la modificación porque inició una cruzada en 2020 para impedir la apertura de una mezquita en un antiguo almacén de la barriada. Esta contaba con todos los permisos urbanísticos, pero los vecinos protestaron porque estaba demasiado cerca de viviendas unifamiliares en una calle estrecha y sin aparcamiento. La portavoz de los vecinos, Ana García, dijo que «hemos luchado mucho, a raíz de nuestras quejas se inició el cambio normativo y ahora estamos más tranquilos de que no se van a abrir mezquitas ni iglesias en lugares que no reúnan las condiciones».

Para el pastor de la iglesia evangélica bautista de Lorca, Francisco Martínez, se «limita la libertad religiosa, porque no todo el mundo tiene el dinero necesario para construir un edificio» para el culto y «deberían poder reunirse siempre que no molesten a los demás». El portavoz de la iglesia adventista del séptimo día, Samuel Gil, dijo que la mayoría de los 160 templos que tienen abiertos en España se encuentran en bajos de edificios y que la limitación de Lorca no existe en otros municipios.

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