La huerta de Lorca da la espalda a la alcachofa
Las exigencias de frío, de mano de obra y de agua de calidad hacen que los agricultores se decanten por otros cultivos menos exigentes, como el brócoli
La producción de alcachofa «va a quedar solo para románticos». Lo dice a LA VERDAD un representante de la organización agraria COAG, que calcula que la superficie cultivada se ha reducido esta temporada un 30%. La tendencia a la baja está siendo progresiva en los últimos años pese a que esta hortaliza reinó durante décadas en el campo lorquino. Las exigencias de frío, que cada año tarda más en llegar, de mucha mano de obra y de abundante agua y de calidad hacen que los agricultores se decanten por otros productos menos exigentes, como el brócoli y la lechuga.
Otro de los problemas es que los seguros agrarios no cubren todos los daños producidos por las heladas, frecuentes en los meses de enero y febrero sobre todo en Campillo y Torrecilla, por la alta sensibilidad de la alcachofa a las temperaturas bajo cero, señalaron las mismas fuentes.
Las grandes cooperativas como Agroter, con una superficie de cultivo de 3.000 hectáreas, ven ya como «residual» el cultivo de la alcachofa, que solo ocupa unas 60 hectáreas. Tiene un ciclo largo, de nueve meses, en los que el consumo de agua es muy elevado, explica su presidente, Antonio Pérez, para el que su producción es «muy arriesgada», por la escasez de recursos hídricos. «Duele dejarlo» pero «la rentabilidad es muy baja» y «la estrella en invierno» es ahora el brócoli.
La plantación cae un 30% y los productores confían en que se traduzca en mejores precios en el mercado
El agricultor José Segura ha dado este año el paso y después de más de una década cultivando alcachofa, sus 12 hectáreas de terreno están ocupadas por primera vez por brócoli. Explica que las temperaturas antes eran «más adecuadas» y que el agua cada vez es de peor calidad por la reducción de los caudales procedentes del Trasvase y la necesidad de utilizar agua desalada.
El presidente de Coag, Plácido Pérez Chuecos, se resiste a abandonar después de 40 años recogiendo alcachofa en sus tierras. «Intentaré seguir plantando porque es lo que levantó la huerta, no podemos olvidarnos». Está convencido de que esa reducción del 30% en la producción «se tiene que notar en el precio» en el mercado y confían en una buena cosecha.
Reacios a abandonar
Patricio Gómez también resiste y su pequeño bancal en la pedanía de Tercia está repleto de alcachofa a punto de recolectar. «Me he dedicado a esto toda mi vida y viene de muchas generaciones. La alcachofa ha sido el sustento de muchas familias» en la huerta y «tenemos un apego especial», afirma. Recuerda cómo su abuela hacía conserva de esta hortaliza, una tradición que aún se mantiene.
La empresa Campo de Lorca, una de las más potentes de la comarca, mantiene los mismos volúmenes de cultivo pese a los contratiempos que llevan a un descenso en picado de la producción. «Es más difícil y requiere mucha mano de obra», pero «estamos muy comprometidos con nuestros clientes», afirma su director general, Juan Marín, que detalla que producen y comercializan unas 15.000 toneladas en Lorca y Totana junto a unos 200 pequeños y medianos agricultores asociados. El 80% de la superficie cultivada de la Región se encuentra en el Valle del Guadalentín, el 40% del producto se destina al mercado nacional en fresco, el 45% a la industria conservera, y solo el 15% a la exportación.
La alcachofa tradicional de la variedad 'Blanca de Tudela' está siendo sustituida por otras híbridas como la 'Green queen', que tiene «mayor vigor y productividad» y comienza a imponerse en el mercado. Este año la recolección se ha retrasado al menos 15 días por las altas temperaturas.
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