Borrar
El obispo y el alcalde cruzan el suelo de cristal, sobre los restos arqueológicos de la ampliación del colegio, ayer.

Ver fotos

El obispo y el alcalde cruzan el suelo de cristal, sobre los restos arqueológicos de la ampliación del colegio, ayer. Paco Alonso / AGM

Mucha historia a sus pies

La ampliación del colegio de las mercedarias permite la puesta en valor de unos restos arqueológicos medievales. Bajo el suelo de cristal se han conservado una calle de más de 800 años de antigüedad, una placeta, unos baños públicos y tres estancias abovedadas

Pilar Wals

Lorca

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 18 de febrero 2018, 08:12

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Un moderno edificio, con paredes encaladas y ventanas enmarcadas en acero corten que sobresalen, de la calle Zapatería guarda en su interior un auténtico descubrimiento. Se trata de la ampliación del colegio Madre de Dios de las mercedarias que han llevado la frase 'poner en valor' al máximo de su expresión. Las prospecciones arqueológicas arrojaron importantes hallazgos que no dieron oportunidad a poder construir el sótano que se pretendía en el subsuelo.

Las opciones eran varias. Por un lado, evitar dañar los restos con un micropilotaje, situado en zonas estratégicas, y construir el edificio dejando la historia bajo capas de arena y algodón. Y, por otro, levantar el inmueble, pero sacando a la luz la historia escondida para poder ser contemplada, musealizada, a través de un suelo de cristal. El resultado final no ha podido ser más impresionante.

En la planta baja del edificio conviven restos a dos alturas. Los que se pueden encontrar del suelo hacia arriba y los que se muestran debajo de este. Son visibles a través de un cristal con el suficiente grosor para poder andar sobre él. Está sostenido por vigas de acero que discriminan cualquier resto. El director del Museo Arqueológico Municipal, Andrés Martínez Rodríguez, aseguró ayer que «el subsuelo de Lorca guarda las huellas de un espléndido pasado que ahonda sus raíces en la tierra desde hace más de cinco mil años».

Hace un siglo las monjas contaban en el lugar con un horno y un pilón de agua para abastecer el convento

Esta pequeña porción de la ladera de la Sierra del Caño, donde se sitúa el edificio, «fue habitada de forma continuada por diferentes gentes que fueron dejando testimonio de su paso en los restos arqueológicos conservados», argumento. Los visitantes pueden caminar sobre una calle con más de ochocientos años de antigüedad «por donde los viajeros y pobladores llegaban a unos baños inmediatos a la puerta de Gil de Ricla, para asearse después de entrar en la ciudad medieval», explicó.

Una placeta donde se reunían los vecinos antes de entrar a sus casas por estrechos callejones y los muros de tres habitaciones paralelas y abovedadas que formaron parte de una de las casas medievales adaptadas a la pendiente de la ladera, también se pueden contemplar a través del vidrio. «Este sitio enclavado entre las calles Zapatería y Horno de las Monjas pasó a pertenecer al convento de las mercedarias de Madre de Dios de la Consolación y allí las dispusieron hace más de cien años un horno y un gran patio donde hubo un caño con un pilón para abastecer de agua potable al convento, y alrededor diferentes habitaciones para el almacenamiento y estabulación de animales», contó Martínez.

'Rollicos' de San Blas

Curiosamente en el lugar había una puerta que cada 3 de febrero se abría para vender las reliquias y los tradicionales 'rollicos' de San Blas, recuerda el director del Museo Arqueológico Municipal, quien alabó la apuesta decidida de las monjas «por conservar el patrimonio arqueológico que forma parte de su pasado y del nuestro, dotando el casco histórico de Lorca de un nuevo espacio expositivo abierto a la ciudad».

El nuevo edificio con más de mil metros cuadrados distribuidos en tres plantas, con sala de exposiciones, tres aulas y un pabellón polivalente fue ayer bendecido por el obispo Lorca Planes, que ofreció una misa concelebrada, entre otros, por el vicario episcopal de Lorca, Francisco Fructuoso Andrés; y el párroco de la iglesia de Santiago, Eduardo Sánchez Carrasco.

La intención es que el espacio museístico se sume a la oferta cultural del recinto histórico de la ciudad que se ha visto ampliada en los últimos años con la incorporación del Museo Azul de la Semana Santa, Mass, al que muy pronto también se incorporará la Casa del Artesano que se situará en el antiguo Pósito de Panaderos, en lo que fue el Archivo Histórico Municipal, en la plaza del Caño. El edificio 'Merced: Raíces y futuro' también podría acoger un museo de arte sacro donde se expondrán las piezas de arte que se guardan en el monasterio, frente al nuevo inmueble. Algunas de las dependencias darán cobertura al colegio Madre de Dios que disponía hasta ahora de un pequeño gimnasio en el subsuelo junto a restos de la vieja muralla medieval que atraviesa toda la calle Zapatería y Cava.

Los asistentes ayer a la inauguración del nuevo recinto fueron los primeros en poder contemplar los nuevos hallazgos. Una cristalera al exterior con puertas de acero corten con distintos dibujos referentes a la Orden de la Merced permitirá contemplar los restos arqueológicos desde el exterior. Entre los que acudieron a la apertura de las nuevas instalaciones estaban el alcalde, Fulgencio Gil Jódar; el concejal de Cultura, Agustín Llamas, y la directora del colegio Madre de Dios, la Madre Lola. El lunes, martes y miércoles habrá jornadas de puertas abiertas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios