El Guadalentín y la rambla de Tiata aspiran a convertirse en «ejes verdes»

La ciudad podría multiplicar sus espacios verdes con la reconversión del cauce del río Guadalentín, la rambla de Tiata y la trama urbana del ferrocarril. Los proyectos, en los que en breve podrían comenzar a trabajar los servicios técnicos municipales, pretenden incrementar de forma considerable el número de árboles, espacios verdes, jardines y parques, así como dotar de zonas específicas para el uso de la bicicleta, áreas familiares y deportivas.

Una de las iniciativas, la de regeneración del tramo urbano del río Guadalentín, cuenta con parte del trabajo realizado. Hace años se creó un bulevar volado sobre el cauce, se construyó una pasarela y se adecuó el tramo que va desde La Velica al Puente Nuevo para el uso y disfrute de los lorquinos. Sin embargo, las riadas y el vandalismo dañaron gravemente el espacio que contaba incluso con una gran fuente.

Ahora lo que se plantea es ir más allá de ese acotamiento inicial y procurar un uso de todo el espacio a su paso por la ciudad, desde La Velica hasta Los Sangradores, pasado el monasterio de Santa Ana y Magdalena de Clarisas. El alcalde, Fulgencio Gil Jódar, promotor de la iniciativa, aseguró que su intención es aprovechar el río para la dinamización de la ciudad. La actuación deberá ser consecuente con las crecidas que sufre de cuando en cuando el Guadalentín. «No podemos resignarnos a mantenerlo vacío, por eso apostamos por coordinar entre todas las administraciones una respuesta que satisfaga a los ciudadanos».

Pero esta no sería la única reconversión de un cauce, ya que se pretende lo propio en el de la rambla de Tiata, desde el barrio de San Fernando hasta las inmediaciones del centro comercial Parque Almenara. Gil Jódar señaló que se convertiría en una «vía verde», con «masiva presencia de arbolado y plantas». Igual tratamiento se pretende para la actual trama urbana del ferrocarril una vez que este sea soterrado.

Los dos kilómetros y medio de longitud a lo largo del casco urbano se destinarían, según el alcalde, a espacios destinados al ocio de los lorquinos y visitantes con carriles bici, parques, zonas deportivas y espacios destinados al paseo. «Queremos un debate social para decidir qué queremos que haya ahí», argumentó Gil Jódar. La línea del ferrocarril cruza la ciudad desde el Puente de Hierro, en Santa Clara, hasta la Rambla de Las Señoritas, en La Viña. Ese es el tramo que se pretende soterrar por lo que la nueva vía verde iría prácticamente en paralelo a la arteria principal de la ciudad.

Los tres proyectos generarían un nuevo pulmón verde que abrazarían a la ciudad. Igualmente, la supresión de los pasos a nivel de Cervantes y Fajardo el Bravo contribuirían a la descongestión del tráfico a determinadas horas, lo que ocasiona retenciones que afectan a los accesos a la avenida de Juan Carlos I.