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Martes, 9 de octubre 2018, 02:08
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Los 57 escolares de Campillo que cada día acudían hasta su colegio andando por una calzada sin arcén, como publicó 'La Verdad', lo hicieron ayer en autobús. Los primeros en montarse en el autocar fueron los que viven en las inmediaciones de la parada de Casa Honorato, al otro lado de la autovía que une Lorca con Águilas. Allí se subieron una docena de pequeños, que aguardaron la llegada del bus en fila. Mientras, sus padres agradecían contar con este servicio nuevamente. «Nosotros teníamos que ir andando un buen trecho y cruzar la autovía. No hay arcén y era muy peligroso. Además, en pocos días comenzará el frío y se hacía muy largo para los niños». Eva dejó a su pequeña de seis años, Rocío. «También nos permite poder llegar a nuestros trabajos, porque antes era imposible», explica.
En esta parada también se montó la hija de 11 años de María José López. «Qué voy a decir... que estamos muy agradecidos, porque era un esfuerzo para nosotros, pero más para los críos. Son muy pequeños para ese camino, pero lo que más nos preocupaba era no contar con arcén. Es un peligro».
Pedro Quiñonero tiene dos niñas de 8 y 6 años. Ayer se mostraba sorprendido por la rápida respuesta. «No es habitual que alguien responda tan pronto a una petición, aunque esta era muy necesaria». Junto a la parada hay una vivienda que abre las puertas de su jardín para que los padres puedan aparcar sus coches. «Ya lo hacía el año pasado. Es de agradecer. Muchos padres vienen en coche porque sus casas están bastante apartadas de la parada», cuentan mientras esperan el bus.
La algarabía de los pequeños anuncia que viene el autobús. Hay esperando una docena de escolares. «Son más, pero algunos los han llevado en coche porque no se han enterado de que ha vuelto a funcionar», dice Antonia Mateo que aparece junto a su hija de siete años. Otro padre, José Andrés Terrones, indica que no son trece los niños que se beneficiarán de este servicio. «Se ha dicho que 13, que 30... hoy van 57 niños. Un autobús entero».
Tras recorrer las paradas de Casa Honorato, Panadería Correas, Supermercado Pastor y Canal Nuevo, el bus llega al colegio Pasico Campillo. Allí un grupo de madres muestra su enfado porque el vehículo ha hecho hoy un desdoblamiento y sus hijos han llegado al centro a las 8.32 horas. «Sabíamos lo que iba a pasar y hemos venido varias madres para estar con los niños. No había vigilancia porque a esa hora el centro aún está cerrado, por lo que pedimos un reajuste para evitar esta situación», contaron.
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