Emoción y recogimiento en el besamanos a la Virgen de la Amargura de Lorca

La Capilla del Rosario de Lorca está en penumbra y al fondo, al pie del altar mayor, la Virgen de la Amargura tenuemente iluminada acapara todas las miradas. La imagen se sitúa por primera vez sin trono para un besamanos extraordinario con el que el Paso Blanco conmemora desde este martes y hasta el jueves el 75 aniversario de la talla.

Antonia García fue la primera de la larga cola de lorquinos que desde primera hora de la mañana se situaron a las puertas del templo para ver a la Virgen. «Para mí la Amargura es todo, ha sido un momento precioso», relató a LA VERDAD sin poder contener la emoción después de situarse a escasos centímetros de la imagen.

«Es un momento único, he sentido un hormigueo especial al entrar y cuando he podido tenerla enfrente», aseguró Ángel Canales. «Ha sido muy especial, mi padre me inculcó el amor por la Virgen y no puedo evitar emocionarme al recordarlo porque él ya no está», añadió Encarna Porlán, con lágrimas en los ojos.

También confesó sentirse emocionado el presidente del Paso Blanco, Ramón Mateos, que aseguró que «desde que llegué a la presidencia ha sido fundamental acercar la Virgen a los blancos, a Lorca». Recordó que es la primera vez en la historia que la imagen es protagonista de un hecho similar.

Para la ocasión, la cofradía ha puesto a la venta unos pañuelos conmemorativos que mujeres del Coro de Damas se encargan de pasar por las manos de la imagen para que los fieles puedan conservar un recuerdo de esta efeméride.

La iglesia estará abierta en horario de 10.30 a 13.30 horas y de 17.30 horas a 20.30 horas este martes y el miércoles y el jueves solo en horario de mañana, ya que por la tarde se celebrará una eucaristía por el 27 aniversario de la coronación canónica de la Virgen.

La ceremonia será oficiada por el obispo José Manuel Lorca Planes, ya que se trata del tercer día del tiempo jubilar concedido por el obispado por el 75 aniversario de la imagen. Tras la misa se concederá el título de Mayordomo de Honor al obispo por la estrecha relación que siempre ha tenido con Lorca y el cariño que profesa a la ciudad y a la Semana Santa, dijo Mateos.

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