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A la izquierda, Eduardo Sánchez Abadíe muestra detalles del libro a algunos de los asistentes a la presentación. Arriba, los autores de 'Emiliano' instantes antes de iniciarse el acto en la iglesia de San Francisco. JAIME INSA / AGM
El discípulo aventajado de Francisco Cayuela

El discípulo aventajado de Francisco Cayuela

'Emiliano' muestra en sus 160 páginas detalles de la vida y obra del que fue director artístico del Paso Azul durante treinta años

LA VERDAD

Lorca

Domingo, 8 de julio 2018, 12:17

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La iglesia de San Francisco, sede religiosa de la Hermandad de Labradores, Paso Azul, acogió en la noche del jueves la presentación de 'Emiliano'. El catálogo es el soporte en papel de la exposición 'Emiliano Rojo: Crónica de una época' que conmemora el primer centenario del nacimiento del artista y que se puede visitar en el Museo Azul de la Semana Santa, Mass, hasta finales de mes.

El volumen recoge una importante labor de investigación sobre el que es considerado continuador de la época dorada del bordado

En sus más de 160 páginas se puede encontrar una selección de fotografías de los óleos, carboncillos, esculturas y bordados que realizó el prolífico artista lorquino a lo largo de su corta vida. Los textos, del archivero municipal Eduardo Sánchez Abadíe, y de los comisarios de la exposición, Joaquín Bastida Gil y Pilar Wals Rúa, entre otros, están apoyados por las fotografías de Jaime Insa.

Con este volumen se pretende, según explicó la presidenta de la Fundación Paso Azul, María del Sagrado Corazón García Martínez, mostrar a «ese Emiliano, conocido por todos los de una época, pero casi un extraño -hasta hace bien poco- para muchos hoy. Ese es el que intentamos escudriñar con la ayuda de los que compartieron con él vivencias».

'Emiliano', dijo el presidente del Paso Azul, José María Miñarro González, es «un repaso por su obra pictórica, escultórica, de bordados... pero también incluye gran parte de su producción que por diferentes vicisitudes no permite su tralado al Mass y que por su destacada importancia debía estar presente en este compendio de su vida».

El libro, dijo la comisaria de la exposición, empezó a fraguarse al ámparo de largas jornadas de ojear viejos periódicos, documentos de la época, de indagar en el Registro Civil, en el del cementerio... «de rebuscar, explorar y preguntar a aquellos que lo conocieron». Al artista se le pone cara gracias al retrato que realizó el pintor José López Gimeno y que ilustra el cartel de la efemérides.

Entre los textos más emotivos, el de María de las Huertas Leal, hija de Cristóbal Leal, discípulo de Rojo. Esta relata cómo su padre acudía cada día al taller de Emiliano y metía la cabeza entre los barrotes de la reja de la ventana para contemplar su trabajo. «Y llegó el día en que Emiliano sorprendió a este ya habitual curioso preguntándole: '¿Qué quieres?, ¿quiéres entrar?...' Y el niño no solo entró, sino que se convirtió en el aprendiz del discípulo aventajado de Cayuela y con el tiempo en modelo para muchos de sus óleos».

«Creció entre bastidores»

Y el escritor José María Pérez-Muelas Alcázar cuenta de Rojo que fue «un hombre que vivió la época dorada del bordado lorquino, que creció entre bastidores, espiando los gestos de Cayuela, pero que desarrolló su carrera artística entre la melancolía del despertar de aquella época prodigiosa y el balance desastroso de tres años de contienda civil, de destrucción fraternal».

Sánchez Abadíe recuerda en el volumen que «es una buena oportunidad para que conozcamos mejor la obra diversa de este gran artista lorquino, pero también ese hombre discreto y de noble corazón que se condujo por la vida siempre con serena dignidad».

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