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Lorca
Jueves, 7 de febrero 2019, 16:52
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El concejal delegado de la empresa municipal de limpieza, Limusa, Juan Francisco Martínez, informó este jueves que el Centro de Gestión de Residuos de Barranco Hondo registró una nueva incidencia tras la detección, en la noche del pasado miércoles, de dos fardos de sustancias estupefacientes, al parecer hachís. El peso era de 30 kilos cada uno, lo que, de acuerdo con las indicaciones de las autoridades policiales, sitúa su precio en mercado en alrededor de 100.000 euros.
Este suceso obligó a la puesta en marcha del protocolo habitual, deteniendo la actividad en el área en el que se descubrieron los paquetes y dando aviso al Cuerpo Nacional de Policía con el objetivo de desarrollar las acciones correspondientes. Los operarios de la cabina de triaje primario fueron los encargados de detectar esta eventualidad, informando al jefe de planta de lo acontecido.
En un primer momento, se detectó un material sospechoso bajo un envoltorio que responde a las habituales características de fardos de droga. Fue a las 18.11 horas, en el área correspondiente a la línea de tratamiento.
Posteriormente, sobre las 18.40 horas, se descubrió otro fardo idéntico al primero, también en la misma zona del vertedero. Ambos paquetes aparecieron en el transcurso del ejercicio del trabajo diario de la planta, y llegaron hasta allí porque alguna persona los había arrojado a un contenedor de fracción resto, es decir, los que habitualmente prestan servicio en las calles de las ciudades.
El concejal delegado de Limusa explicó que los agentes de la comisaría de Lorca se personaron en las instalaciones de Barranco Hondo y supervisaron el estado de los paquetes y su contenido. Los trabajadores de la empresa municipal, a petición de los agentes, realizaron un cribado de los residuos que se encontraban en la misma zona de los elementos descubiertos, una tarea en la que se emplearon más de 90 minutos.
Tras completar el mismo, no aparecieron más paquetes, procediendo a continuar con el trabajo ordinario una vez que la Policía Nacional retiró ambos fardos.
El edil de Limusa recordó que en los últimos meses se registraron otras incidencias en la misma planta, como el hallazgo de dos proyectiles de uso militar, que obligaron al desalojo de los trabajadores, de acuerdo con lo establecido por el protocolo fijado para dichas eventualidades.
En ambos casos se requirió la presencia de los especialistas en explosivos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, que confirmaron que estaban descargados.
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