Cáritas da de comer a 1.160 familias en Lorca, el doble que antes de la pandemia
Cada día se suman una media de 15 casos nuevos y ya comienzan a escasear productos básicos en el banco de alimentos
«Estamos asombrados, no sabemos dónde estará el tope». El presidente de Cáritas en Lorca, Lázaro Caballero, no oculta su desconcierto ante la incesante demanda de alimentos por parte de familias lorquinas desde que se decretó el estado de alarma. Ya son 1.160, con lo que se ha duplicado el número de las que abastecían hace dos meses. A este ritmo llegarán con facilidad a las 1.300, reconoce. De las familias atendidas, 1.100 recurren al banco de alimentos ubicado en el barrio de La Viña y 160 al economato de la plaza de Curtidores, en San Diego, en el que los usuarios pueden adquirir los productos de alimentación, higiene y droguería al 30% de su coste.
«Cada día se presentan 15 casos nuevos de media» en el banco de alimentos, confirma Caballero. La ONG entrega a diario un carro de comida a 40 familias y el presidente de Cáritas duda de que a este ritmo dispongan de suficientes recursos hasta final de mes para atender a todos.
Por eso la ONG ya ha recurrido al Ayuntamiento para que contribuya económicamente a «una gran compra» de cerca de 350.000 kilos de alimentos que les permitirá tener reservas suficientes hasta el mes de julio, cuando está previsto que llegue un envío de más de 60.000 kilos procedente de los fondos estatales.
Latas de conservas, harina y legumbres están a punto de agotarse en el almacén de la ONG que ya prepara «una gran compra»
Durante el estado de alarma los miembros de Cáritas no han podido realizar sus habituales campañas en los supermercados y empresas con las que hacen acopio de productos de primera necesidad. Pese a todo, Caballero afirma que algunas empresas realizan de forma espontánea «donaciones importantes» de alimentos de todo tipo, algunos frescos como tomates, melones o yogures y otros no perecederos. Lo ideal, afirma, son las donaciones en metálico para poder comprar en cada momento lo que va escaseando, pero aceptan de buen grado todo lo que reciben. Latas de conservas, harina, azúcar o botes de legumbres cocidas es lo que más hace falta en este momento en el almacén del que salen cada día cientos de kilos de comida para los más necesitados.
La pobreza sale a la luz
Para Caballero, que se haya disparado la demanda de alimentos corrobora que Lorca es una de las ciudades más pobres de España, según diversos estudios sociales realizados en los últimos años. «Nunca se ha hecho caso de ese dato pero ante una situación de crisis económica como la de ahora salen a la luz las familias que estaban al borde de poder subsistir y que ahora no pueden llegar ni a la primera semana del mes».
Faltan voluntarios
Durante estos meses los voluntarios en Cáritas también escasean porque la mayoría pertenecen a grupos de riesgo y ahora deben salir lo menos posible para evitar contagios. Por la tarde entregan la comida a las familias trabajadores de otras secciones de Cáritas que ahora no funcionan, como educadores. Pese a su trabajo siempre hacen falta manos para disponer y clasificar lo que lleva cada paquete en el banco de alimentos y organizar los productos en las estanterías del economato.
Uno de estos voluntarios, Pedro Re, dijo a LA VERDAD que «por la mañana estoy yo solo en el banco de alimentos. Preparo los carros con la comida que se llevarán por la tarde. Es mucho trabajo y a veces echo en falta un poco de ayuda pero lo hago con gusto».
Campaña para apadrinar a lorquinos sin recursos
Nuevas Generaciones del PP ha puesto en marcha la iniciativa 'Apadrina una familia'. Tiene un coste de 175 euros al mes y con ese dinero una familia puede adquirir en el economato de Cáritas los productos necesarios para abastecerse 30 días. «No está resultando fácil», dijo a LA VERDAD el presidente de la organización juvenil, José Miguel Millán, porque el compromiso es por un mínimo de tres meses. NN GG está haciendo una labor de difusión en empresas, asociaciones, clubes deportivos y grupos de amigos para «que cada uno aporte lo que pueda y conseguir el mayor número de apadrinamientos». Cáritas aspira a tener unos ingresos mensuales en el economato de 30.000 euros para poder surtirlo pero ahora no llega a los 20.000. Más de la mitad del dinero que percibe es de socios fijos, el resto es de donativos puntuales.