Bajos comerciales en lugares estratégicos del casco antiguo de Lorca llevan años sin ser ocupados

Los bajos comerciales de calles como Pío XII, Alfonso X el Sabio, Corredera, Álamo, Nogalte, Selgas, Almirante Aguilar... se han ido despoblando de comerciantes y establecimientos de hostelería. Algunas de estas vías, en el corazón del recinto histórico de la ciudad, muestran una imagen desoladora con persianas echadas, rejas cerradas y carteles que invitan a posibles promotores a que los conviertan en el local de su futuro negocio.

Algunos incluso ofrecen detalles de las necesidades de esos bajos apuntando que únicamente necesita unos pequeños arreglos, como es el caso de varios de la calle Zorrilla o uno en Pío XII. El cierre de todos estos locales no beneficia en absoluto a los que aún permanecen abiertos y que reclaman más medidas para posibilitar la recuperación del comercio de toda la vida.

Se hace difícil, contó Andrés Jiménez, mantener un establecimiento abierto cuando se está rodeado de locales vacíos. «En nuestra calle apenas quedamos un par de ellos. El resto han cerrado sus puertas. Antes del terremoto la situación era complicada, pero a raíz de lo sucedido fueron muchos los que decidieron no arreglar los daños y echar la persiana para siempre».

Desde la Concejalía de Economía y Hacienda se han puesto en marcha incentivos fiscales para que los promotores apuesten por el casco antiguo. «Existe una bonificación del 20% para los establecimientos comerciales y de hostelería que se implanten en el recinto histórico durante los cuatro primeros años», explicó su responsable, el edil Juan Francisco Martínez.

También tiene bonificación del 75%, dijo, en los permisos necesarios para acometer las obras para su puesta en marcha. Pero además, en los últimos años se han llevado a cabo constantes campañas para «reforzar los valores de los establecimientos cercanos y de calidad», indicó la concejal de Comercio, María del Carmen Ruiz Jódar.

Este tipo de acciones, según el presidente de los comerciantes, Antonio Martínez, están logrando «incentivar el consumo», pero a la vez convertir a la zona centro en un buen lugar para establecer negocios. «Se está haciendo un esfuerzo muy importante por atraer público», detalló.

Concejalías como la de Urbanismo o de Casco Antiguo también preparan planes para lograr el embellecimiento del recinto histórico y su reactivación a través de conseguir que los ciudadanos vuelvan a escoger esta zona como lugar para residir, según señalaron desde el Consistorio. La rehabilitación de los monumentos también está contribuyendo, admitió el edil de Cultura, Agustín Llamas, a que la presencia de visitantes crezca en el recinto histórico. También la iluminación extraordinaria está creando «un flujo de personas por las calles del centro».