Los daños por el seísmo abren un nicho de empleo en la restauración de obras de arte

Los terremotos provocaron graves daños no solo en los monumentos, sino también en las obras de arte que atesoraban estos en su interior. La demanda de técnicos en dorado, policromía, estofados, encarnaduras y pátinas es constante, por lo que la Concejalía de Empleo puso en marcha en febrero pasado un taller de empleo en restauración con dorado y policromía.

Doce desempleados, jóvenes de los barrios altos de entre 18 y 30 años, han sido becados a través del programa FormaT de la Iniciativa Urbana Comunitaria, cofinanciada por Fondos Feder de la Unión Europea y del Consistorio lorquino. El principal objetivo del taller, según explicó ayer la concejal de Empleo, Lali Ibarra, «es facilitarles una salida laboral en una especialidad poco explotada hasta el momento en nuestro municipio».

Durante seis meses los alumnos recibirán una beca de 300 euros mensuales, con lo que además de aprender un oficio podrán contribuir económicamente al sostenimiento familiar. La especialidad formativa que han elegido «implica realizar el dorado, plateado y la policromía de una obra artística con calidad técnica a partir del propio proyecto de un encargo determinado», explicó la concejal de Empleo.

Dirigidos por el maestro Antonio García Rico, están aprendiendo a conocer y utilizar las diferentes técnicas de dorado y plateado. Además de elaborar distintas posibilidades decorativas policromas propias de esta especialidad, como policromías decorativas ornamentales, encarnaduras, coloreados, estofados, pátinas de imitación y envejecimiento, entre otras. Igualmente, están aprendiendo a aplicar técnicas de dorado, plateado y policromía a la recuperación y mantenimiento en distintos elementos.

Junto a la formación teórica los alumnos están realizando una experiencia práctica con el dorado y policromia del trono del patrón de la ciudad, San Clemente, diseñado por David Torres del Alcázar y realizado en los talleres municipales de la Concejalía de Empleo, donde también se bordaron las faldillas a través de un programa de bordados que pretendía evitar que se perdiera esta tradición lorquina.

Las faldillas son de terciopelo de color verde óxido y bordadas en oro. Presentan una traza alusiva al mundo ojival, basada en diseños de arcadas apuntadas rematadas en florones y cardinas en las tres tonalidades del oro: mate, brillo y briscado. Fueron estrenadas en noviembre de 2011 y este año se pretende que esté concluido el dorado y policromía del trono, que está inspirado en el sepulcro de Juan II.

El primer cuerpo de seis resaltes sirve de basamento para albergar la estrella que a su vez es cimentación al pedestal donde se alza el Santo Patrón. La estrella es una clara alusión al sol de la ciudad y al lema 'Civitas Solis'. Sobre ese sol y la luz se alza el Patrón de Lorca y la luz de la convivencia de las tres culturas monoteístas. Es de pino rojo, realizado a mano a base de ensamblajes ajustados a las normas de los antiguos gremios medievales de carpintería. En su realización no s utilizó ningún tipo de clavo, tornillo o punta. No se descarta que se incorporen algunos detalles de decoración gótica para completar la obra.