López Miras pretende dar continuidad al nuevo Gobierno más allá de las elecciones

En el palacio de San Esteban rechazan que el nuevo gabinete de López Miras llegue con la etiqueta de ineficaz dado el escaso margen de tiempo que tendrá –poco más de cuatro meses– para demostrar sus cualidades. En contra de esta apreciación, sostienen las fuentes consultadas que se trata del Ejecutivo en cuya configuración López Miras ha tenido más libres las manos, ya que con el que empezó la legislatura estaba muy condicionado por el acuerdo de coalición suscrito con Cs, y el surgido tras la fallida moción de censura soportó el lastre de tener que integrar a los tránsfugas que permitieron la continuidad del PP en el poder.

Gracias a esta mayor libertad, ha podido reforzar el perfil político del Gobierno con experimentados cargos del PP –Juan María Vázquez, Víctor Marín y Concepción Ruiz– y ha reducido las competencias de las dos consejeras expulsadas de Ciudadanos que continúan en el Consejo de Gobierno, la vicepresidenta Isabel Franco y la titular de Empresa, Valle Miguélez, que pudo llegar a tiempo de Mauritania, donde se encontraba en viaje oficial, a la toma de posesión de ayer por la tarde.

En una entrevista concedida ayer a Televisión Española, el mandatario murciano dejaba claro que su principal objetivo para las próximas elecciones autonómicas es conseguir unos resultados que le permitan gobernar en solitario, que «es la forma de tener un ejecutivo más estable, más fuerte y más eficaz». De conseguirlo, a buen seguro que mantendrá buena parte de la estructura e integrantes del nuevo gabinete.

Una de las incógnitas por despejar en las próximas semanas será comprobar cómo evolucionan las relaciones entre las dos exdirigentes de Cs despojadas de buena parte de sus competencias con el resto del equipo gubernativo.

El arranque no ha sido del todo satisfactorio, puesto que dirigentes del PP se mostraron ayer molestos por unas declaraciones de la vicepresidenta en las que, al contrario de lo que proclama el jefe del Ejecutivo, daba ya por agotada la legislatura.

Para reafirmar esa imagen de fortaleza y capacidad, el presidente López Miras instó ayer a los consejeros a ofrecer resultados «desde ya». «No vais a tener los cien días de plazo», agregó. Y, además, les marcó las prioridades que deben guiar su labor: la recuperación del Mar Menor, el empleo, la protección de las familias, la vivienda, la política social...

Para ello, deberán antes resolver una cuestión técnica trascendental, como es la adaptación de los Presupuestos de la Comunidad, aprobados el 29 de diciembre, a la nueva estructura competencial del Gobierno, lo que puede retrasar varias semanas la disponibilidad de gasto en alguna de las unidades administrativas que han cambiado de consejería.

Otra labor previa que retrasará que las nuevas consejerías empiecen a funcionar a pleno rendimiento es la elección y toma de posesión de los altos cargos en los segundos escalones. Completar los equipos de cada departamento puede acarrear otra demora de un par de semanas, a tenor de lo ocurrido en anteriores remodelaciones.

La alusión insistente al «nuevo impulso» que se busca con la reestructuración del Ejecutivo, palabras que incluso aparecían en el atril tras el que López Miras ofreció el lunes la rueda de prensa en la que informó de los cambios, ha generado numerosas críticas desde los partidos de la oposición y en las redes sociales, ya que se trata del mismo eslogan utilizado por el PP en precampaña, lo que puede dar pie a generar confusión entre el partido político y la institución pública.