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Manuel Segovia, en uno de los laboratorios del servicio de Microbiología de La Arrixaca, esta semana. JAVIER CARRIÓN / AGM

Manuel Segovia: «Llevamos ocho fallecidos por gripe en la Región; me preocupa mucho más que el coronavirus»

El jefe de servicio de Microbiología de La Arrixaca considera que «estamos ante una enfermedad nueva y hay que ver cómo evoluciona; todo parece indicar que se trata de una infección respiratoria más»

Lunes, 10 de febrero 2020, 07:43

El jefe del servicio de Microbiología de La Arrixaca y director de la Unidad de Medicina Tropical, Manuel Segovia Hernández (Salamanca, 1954), está «ocupado» pero no «preocupado» por el coronavirus de Wuhan. Este catedrático de la UMU, experto de referencia en la materia, forma parte del comité regional encargado de pulir los protocolos de actuación que se pondrán en marcha si aparece algún caso sospechoso. El sistema sanitario está perfectamente preparado, destaca, para afrontar cualquier situación.

-¿Qué sabemos, a día de hoy, sobre el coronavirus de Wuhan? ¿Hay motivos para la preocupación?

-Estamos ante un microorganismo nuevo, una enfermedad nueva, y hay que ir viendo cómo evoluciona. Los planes a adoptar deben estar siempre en constante revisión, en función de la evolución de la epidemia. ¿Hay motivo de preocupación? A día de hoy, ninguno. No estamos ante el fin del mundo, ni mucho menos. ¿Es motivo de ocupación por parte de la autoridades sanitarias? Por supuesto. Tenemos la obligación de tomar unas medidas que pueden parecer desproporcionadas, pero que se adoptan no por la gravedad de la situación, sino para evitar, porque todavía estamos a tiempo, que la epidemia se extienda. Son medidas que se toman para que dentro de unos meses podamos olvidarnos de este nuevo coronavirus, como ya ha ocurrido con otros virus nuevos anteriormente. ¿Qué pasaría si no se controla? Todo parece indicar que estamos ante una infección respiratoria más, con una gravedad similar a la de la gripe.

-¿No presenta una mayor letalidad que la gripe?

-Estamos hablando de una enfermedad que la mayoría de los pacientes van a pasar como un resfriado común. La letalidad se calcula sobre los casos confirmados, que suelen ser, tanto en este como en cualquier otro virus, muchos menos de los reales. De ahí que esa letalidad suela aparecer aumentada con respecto a la realidad. Por lo que conocemos hasta ahora, la mortalidad en esos casos confirmados es de en torno al 2%, que es lo que podríamos encontrarnos en la gripe.

-¿Deberíamos, por tanto, estar más preocupados por la gripe que por el coronavirus?

-Por supuesto. En Murcia y en España, desde luego. De hecho, en nuestro laboratorio estamos mucho más ocupados con la gripe. Una cosa es que preparemos protocolos bien establecidos y rigurosos, como es nuestra obligación, y otra el alcance y la importancia real en el día a día de cada cosa. En Murcia, por supuesto, se nos está muriendo gente de gripe. Estamos hablando de ocho enfermos fallecidos hasta la fecha, según las cifras oficiales. Eso me preocupa y ocupa mucho más.

-¿Seguimos sin ser conscientes de que la gripe mata? Cuando trasciende algún fallecimiento la gente se sorprende mucho pese a que, según los datos de la Consejería, en la temporada pasada hubo 58 muertes atribuibles a la gripe en la Región.

- Claro. Las enfermedades infecciosas, en general, causan en la población un miedo que no producen otras patologías. El miedo al contagio es atávico, está en los seres humanos desde siempre. Es algo irracional, que no se puede evitar. Cada vez que aparece una enfermedad infecciosa nueva, el pánico está asegurado. Puede ser el ébola, el zika, el meningococo o, en su momento, el VIH. En cierto modo, es normal que la gente reaccione con miedo, como también es normal que aquello que ya conocemos mucho no nos asuste, porque los vemos como parte de nosotros. Parece una contradicción que nos preocupemos por un coronavirus que no ha llegado ni se le espera, y en cambio no nos preocupemos por la gripe, pero forma parte de la naturaleza humana.

«A día de hoy es difícil, aunque no imposible, que aparezcan nuevos casos en España, pero la situación puede cambiar y ser otra distinta dentro de un mes»

-Con respecto a esa irracionalidad, en las últimas semanas se están produciendo situaciones de rechazo a personas asiáticas, por ese miedo al coronavirus. Hay gente que ha dejado de ir a comer a restaurantes chinos porque piensa que se puede contagiar

-Es un problema sociológico, desde luego no sanitario ni médico. Ese tipo de comportamientos son completamente irracionales y desproporcionados. Que no vaya la gente a comer a un restaurante chino por miedo al coronavirus es completamente absurdo.

-Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a día de hoy no estamos ante una pandemia. Pero, ¿entra dentro de lo probable que aparezcan nuevos casos en España, más allá de los identificados?

-A día de hoy es difícil que aparezcan nuevos casos, pero no es imposible; entra dentro de lo que debemos contemplar. Pero, repito, todo esto puede ir cambiando, depende de la evolución del coronavirus y de que las autoridades sanitarias en los distintos sitios hagan bien su trabajo. Yo creo que se está actuando escrupulosamente bien. Puede parecer desproporcionado que dos cruceros estén inmovilizados [en Japón y Hong Kong], pero eso está contemplado en la legislación internacional. Si en un barco hay un caso, los pasajeros tienen que pasar la cuarentena, y mientras siga habiendo nuevos casos, la cuarentena no se puede levantar. De momento, por tanto, hay un control suficiente, aunque insisto en que la situación puede ser cambiante. Es cierto que hay muchos casos del coronavirus y, consecuentemente, es posible que esto se vaya de las manos, de forma que aunque hoy pensemos que es poco probable que lleguen casos a España, igual dentro de un mes ya no es así.

-¿De qué dependerá la evolución del coronavirus?

-Hay varios escenarios posibles. Uno es que la enfermedad sea grave pero fácilmente controlable, porque los casos que vayan apareciendo serán rápidamente identificables. Sin embargo, si empieza a haber muchos casos subclínicos [es decir, asintomáticos], será difícilmente controlable. En ese caso podría haber epidemias, como las hay con la gripe, pero la buena noticia es que la enfermedad sería menos grave.

-¿Cuáles son las medidas que se están tomando en la Región de Murcia?

-Las distintas administraciones están en esto bien coordinadas. El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han establecido unos protocolos en los que ya hay experiencia, porque no estamos ante la primera alerta que se produce por la aparición de un nuevo microorganismo. Aunque hablemos de situaciones distintas, de magnitud distinta, como pudo ser el ébola, ya hay una experiencia a la hora de diseñar circuitos y procedimientos. Los protocolos que se han establecido en Murcia no difieren mucho de lo que se hace en Andalucía o Castilla-La Mancha; esto está bastante estandarizado. Cada región decide cuál es su hospital de referencia [en la Región de Murcia, La Arrixaca], y nuestro papel es adaptar medidas nacionales e internacionales a nuestra realidad.

-Si apareciese un caso, ¿cuál sería, en concreto, el protocolo a aplicar?

-Si apareciese un caso, bien porque alguien llega a Urgencias de La Arrixaca o llama al 112, lo primero será comprobar si la sospecha de coronavirus es real o imaginaria. Porque si el paciente no ha salido de Torreagüera, pues no tiene el coronavirus. Para que un caso sea sospechoso debe cumplir con dos criterios: que la persona haya estado en la provincia china de Hubei [donde se encuentra la ciudad de Wuhan, origen del virus] en los últimos 14 días [el periodo de incubación], o que haya entrado en contacto con un caso confirmado de coronavirus. A esto se le añade un criterio clínico, porque uno puede haber pasado por Hubei y estar perfectamente sano: el paciente debe presentar sintomatología respiratoria de algún tipo.

-Los protocolos previstos para el coronavirus vienen de la crisis del ébola, en 2013. ¿Qué aprendimos de aquella situación?

-Se ha ido aprendiendo no solo del ébola, también del zika, del dengue... Con estas situaciones se van detectando las posibles mejoras en los circuitos y protocolos. Una cosa importante es la coordinación, en el sentido de que cada uno tenga claro cuál es su papel. Esto no es el ébola, ni mucho menos, no lo es ni en cuanto a la gravedad ni con respecto a las precauciones que hay que tomar. Pero sí, el ébola sirvió de entrenamiento.

«Se está actuando escrupulosamente bien, con medidas que pueden parecer desproporcionadas, pero que permiten que la epidemia no se extienda»

-Antes de este coronavirus tuvimos otros, como el SARS y el MERS. ¿A qué obedece esta proliferación de nuevos virus?

-Siempre ha habido virus que, en un momento determinado, saltan de animales a humanos y, en un segundo escalón, pasan a transmitirse entre humanos. La diferencia, ahora, es la globalización. Antes, si este salto se producía en una aldea remota de China o la India, se quedaba allí. No solía trascender, y si trascendía era de una manera mucho más lenta. Pero ahora, una persona puede estar hoy en China, mañana en Chile y, pasado mañana, en Murcia. Eso no sucedía hace 30 o 40 años. La globalización tiene sus ventajas y sus inconvenientes; favorece la dispersión.

-¿Están ya claras las vías de transmisión del virus?

-Está clara la transmisión por secreciones respiratorias: la mucosidad o las gotas que acompañan un estornudo. Si alguien se limpia con la mano y luego te da la mano, ahí te transmite el virus, igual que ocurre con la gripe. ¿Se pueden descartar otras vías? No, no se puede, falta mucho por conocer. No sabemos cuál es el grado de viremia, si el virus se queda en el epitelio respiratorio o si entra en sangre. Conforme haya más casos tendremos más información veraz y contrastada. Lo que sí sabemos, a día de hoy, es que se transmite por secreción respiratoria.

-Por tanto, como usted dice, se transmite como la gripe. ¿Tenemos un problema en España con la prevención del contagio? ¿Nos falta concienciación al respecto?

-Nos falta muchísima concienciación. Hay comportamientos sociales que son difíciles de cambiar, por ejemplo, la costumbre de saludarse con la mano. No vas a decirle a la gente que se ponga guantes para saludar, pero lo que sí podemos hacer es lavarnos las manos con frecuencia, para prevenir el contagio con el saludo. También debemos evitar taparnos con la mano al estornudar; utilicemos la manga o un pañuelo desechable. Es decir, intentemos no estornudarle a nadie en la frente. También podemos hacer uso de las mascarillas, eso está muy bien para no contagiar a otros, pero si lo hacemos para no contagiarnos nosotros, pues oiga, nos vamos a contagiar igual.

-La Unidad de Medicina Tropical ha afrontado otras situaciones. En 2018 se registró en la Región el primer brote autóctono de dengue en España. ¿Dadas las condiciones climáticas de Murcia y la extensión del mosquito tigre, ese brote fue excepcional o volveremos a ver, presumiblemente, nuevos casos?

-No tendríamos una Unidad de Medicina Tropical ni planes de contingencia si pensásemos que nunca va a pasar nada. Es evidente que existe el riesgo de que algo de esto suceda, de que tengamos pequeños brotes de enfermedades infecciosas transmitidas por el mosquito tigre: dengue, zika o chikungunya. Es poco probable que ocurra, pero puede suceder. Desde luego, lo que es poco probable, a día de hoy, es que estos virus se establezcan [más allá de esos pequeños brotes].

-¿Por qué en España es poco probable que haya una epidemia pese a la expansión del mosquito 'Aedes', a diferencia de otros países?

-Por una parte habría que hablar de cuántos mosquitos -es decir, vectores transmisores de estos virus-, hay. También de cuántas personas infectadas no están tratadas ni controladas: en los países en que estas infecciones son endémicas hay muchas personas en esta situación, evidentemente. Una cuestión clave es el sistema sanitario. Es posible que la Clínica Mayo [Estados Unidos] tenga más recursos que La Arrixaca, pero nuestro sistema sanitario es buenísimo porque, aparte de contar con buenos profesionales y buena tecnología, está abierto a todo el mundo. Cosa distinta es un sistema donde lo primero que te van a preguntar es si traes dinero para pagar, o donde el hospital más cercano lo tienes a 200 kilómetros. Esto en España no se da, ni en el resto de Europa. Por eso, no es posible extrapolar las situaciones de otros países y pensar que aquí puede ocurrir lo mismo. Por muchas razones, es imposible.

«Siempre ha habido virus que saltan de animales a humanos. La diferencia, ahora, es la globalización»

-La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto a Murcia como ejemplo en la lucha contra la enfermedad de Chagas, transmitida por un parásito que es endémico en algunas zonas de América Latina. La Unidad de Medicina Tropical ha desarrollado numerosas campañas para detectar el Chagas entre la población de la Región procedente de países como Bolivia, porque había un gran infradiagnóstico. De esta forma, se pretende también evitar la transmisión vertical, entre madres no diagnosticadas y sus hijos. ¿Cuál es la situación actual?

-En Murcia estamos mejor que en ninguna parte del mundo. Tenemos diagnosticada a una población muy numerosa y creemos, además, que la transmisión del Chagas de madre a hijo -que es la que se puede producir en la Región- está minimizada. El objetivo es que en 2020 no nazca ningún niño en Murcia que no esté controlado con respecto al Chagas. En marzo tendremos aquí una reunión de la OMS sobre este asunto. La idea, también, es que en 2025 Murcia se convierta en la primera región en la que se pueda verificar la eliminación de la transmisión de la enfermedad de Chagas. Somos bastante optimistas en que podremos conseguirlo.

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