En libertad el hombre de 86 años acusado de atar y violar a su pareja
El juez le impone una orden de alejamiento de 500 metros de la víctima y la prohibición de comunicarse con ella a través de cualquier medio
El acusado de violar y retener atada a una cama durante dos días a su pareja sentimental a principios del mes de septiembre en Murcia salió el pasado lunes por la noche en libertad provisional, tras permanecer cinco días en prisión preventiva en la cárcel de Sangonera la Verde.
El abogado del imputado, el penalista Raúl Pardo-Geijo Ruiz, solicitó su puesta en libertad mientras se practicaban varias pruebas que había solicitado y que podrían acreditar la inocencia de su cliente, algo que finalmente así sucedió. No obstante, el titular del juzgado de Violencia de Género de Mula que instruye las diligencias le impuso como medidas cautelares a José, de 86 años de edad, la prohibición de comunicación y acercamiento a menos de 500 metros de la denunciante.
Según relató la mujer a la Guardia Civil, ella mantenía desde esta primavera una relación sentimental con José, pero en las últimas semanas se había tornado tormentosa. El carácter del hombre había dado un cambio radical motivado por el consumo de un medicamento y se había vuelto violento, explicó la denunciante. Por ese motivo, a principios de este mes le comunicó su intención de romper la relación. El sábado 4 de septiembre ella se encontraba durmiendo, y al despertar vio que tenía atada una mano al cabezal de la cama con un cordón. A pesar de las reiteradas peticiones para que la liberara, este se negó.
El informe médico revela que las lesiones son compatibles con haber sufrido una agresión sexual
Poco después, él le manifestó que quería mantener relaciones sexuales, algo que ella rechazó. Sin embargo, José, según el relató su pareja, le quitó la ropa, le introdujo los dedos en la vagina y el ano para posteriormente, consumar la presunta violación introduciéndole el pene. La mujer estuvo retenida de esta manera durante dos días, hasta que él se marchó a comprar y ella se liberó cortando los amarres con una sierra que había en una mesita junto a la cama.
Práctica de más diligencias
La víctima se marchó a un piso que tiene en una localidad de la Región. Al poco empezó a recibir llamadas a su teléfono móvil en las que su pareja le amenazaba con denunciarla por haberle sustraído dinero, unos 10.000 euros, del banco a través de un cajero. La mujer acudió al cuartel de la Guardia Civil de Caravaca para denunciar lo sucedido.
Asimismo, se sometió a una exploración médica en el hospital del Noroeste, cuyos resultados revelaron que había sufrido un desgarro vaginal, así como marcas en las muñecas que podrían corresponder a las ataduras que la mantuvieron inmovilizada. «Los hallazgos de la exploración son acordes con el relato de los hechos por parte de la mujer y compatible con haber sufrido una agresión sexual», refleja el facultativo que la atendió en su informe.
Los agentes detuvieron al sospechoso y fue puesto a disposición del juzgado de guardia, que ordenó su ingreso preventivo en prisión. El letrado Pardo-Geijo solicitó al juzgado el sobreseimiento de las actuaciones para la práctica de varias diligencias de investigación, por lo que se decretó la libertad provisional del acusado con una orden de alejamiento de 500 metros de la denunciante.
