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La magistrada Ana Isabel Navarro, ayer, charlando con uno de los funcionarios del juzgado. V. VICÉNS / AGM
La Justicia dice basta

La Justicia dice basta

La primera huelga conjunta de magistrados y fiscales suspenderá hoy cientos de vistas. «Por las mañanas, con el trasiego de un juzgado, es imposible estudiar los casos; hay que llevarse el trabajo a casa», explica la juez Ana Isabel Navarro

Alicia Negre

Murcia

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Martes, 22 de mayo 2018, 03:03

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La magistrada Ana Isabel Navarro ya tiene preparado, en un lado de su despacho, el maletín donde guardará los expedientes. «Por las mañanas, con el trasiego que hay, no puedes trabajar. Es imposible estudiar a fondo un caso», remarca la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Murcia. «Necesariamente hay que llevarse trabajo a casa».

Esta juez, con 18 años de rodaje en órganos de Molina, Orihuela y Murcia, conoce el esfuerzo que requiere sacar adelante más de 3.800 asuntos en un año. Una sobrecarga de trabajo que duplica los módulos que fijó inicialmente el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y que, unida a otras muchas reivindicaciones -como las medidas para reforzar la independencia judicial o la inversión necesaria para que la digitalización funcione-, llevará hoy a jueces y fiscales a protagonizar una inédita huelga conjunta. Una jornada de paro que se prevé masiva y que amenaza con obligar a suspender cientos de vistas en la Región.

Para la magistrada Navarro, la de ayer fue una jornada especialmente atareada. Su juzgado estaba de guardia. Una batalla que arranca a las nueve de la mañana y se prolonga hasta la misma hora del día siguiente. De un tirón. Un lapso de tiempo en el que la juez debe celebrar juicios rápidos y decidir sobre la libertad de detenidos, pero también estar pendiente de su teléfono móvil por si debe acudir a un registro policial, al levantamiento de un cadáver o autorizar un trasplante de órganos.

«El programa informático va muy lento y se cuelga mucho. Así es muy difícil avanzar», se lamenta la magistrada

Los juzgados de Instrucción de la capital murciana se van turnando y asumen esta función cada nueve días. El resto de días instruyen miles de causas, lo que les obliga a tomar declaraciones a investigados; y celebran juicios por delitos leves. «Si te toca un asunto de especial complejidad, tienes que buscar la manera de compaginar el trabajo», explica Navarro. Cada órgano de la capital arrastra, al menos, dos de estas macrocausas, entre las que se encuentran las investigaciones por corrupción política. A esta sobrecarga de trabajo se une el deficiente funcionamiento del sistema informático, que trae de cabeza a los trabajadores de los juzgados. «Va muy lento el programa y se cuelga mucho. Así es muy difícil avanzar», lamenta la magistrada. Hace dos años recibió apenas dos horas de formación sobre un sistema que acaba de ponerse en marcha. «Me he apuntado a un curso para tratar de refrescar aquellos conocimientos», explica. El juez decano de Murcia, Lorenzo Hernando, insiste, por su parte, en que, con el nuevo sistema, los magistrados deben dedicar más tiempo a dar salida a un procedimiento. «Acabas con la cabeza como un bombo», precisa.

Complicidad ciudadana

Hernando advirtió de que unas 200 vistas podrían verse suspendidas hoy solo en el partido judicial de Murcia. «Que la gente lo sepa porque seguramente el juicio no se va a celebrar». En la Ciudad de la Justicia algunos carteles ya advertían ayer sobre la jornada de huelga que magistrados y fiscales tienen hoy programada.«La sociedad no siempre es consciente de la labor que realiza el Poder Judicial», sostiene la magistrada Navarro.

Las cuatro asociaciones de jueces y las tres de fiscales que se encuentran detrás de esta convocatoria de paro inciden, en un comunicado al que se dará hoy lectura, en la importancia que la Justicia tiene para la sociedad. «Si los juzgados no funcionan con agilidad, ello puede ocasionar enormes perjuicios a las personas y a las empresas», remarcan. «Esperamos contar con la complicidad y el apoyo de los ciudadanos que creen en la fortaleza del Estado de Derecho y en el papel trascendental del Poder Judicial (...) Bien pensado, las reivindicaciones de los jueces son las suyas».

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