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GUSTAVO LÓPEZ
Jueves, 11 de enero 2018, 01:57
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El proyecto Re-habitar, realizado por la firma Zima Desarrollos Integrales, ha sido el ganador del concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento de Jumilla para la rehabilitación integral del Jardín Botánico de La Estacada. El premio conlleva el compromiso de ejecución, incluida la dirección de las obras. El presupuesto estimado es de 520.000 euros, que se podría plantear por fases, una vez que se consiga financiación externa a través de otras administraciones.
El diseño elegido plantea «intervenciones sutiles» para recuperar zonas olvidadas y arrinconadas del jardín». En concreto, se plantean cuatro nuevas áreas. Incluso, algunas de ellas con un cierto carácter pedagógico sobre el municipio y la Región. De hecho, se enfatizan aspectos tan característicos comarcalmente como lo son la vid o algunos hábitats naturales que se reproducen en la comarca e, incluso, que acercan al litoral mediterráneo sin salir de Jumilla.
Hay que reseñar, especialmente, el proyecto de la zona vinícola, por lo que se ha planteado la segregación de un espacio exclusivo para la plantación de diversas variedades de vid en las inmediaciones del umbráculo existente. En concreto, se emplearán toneles cortados por la mitad, los cuales harán de alcorque de cada vid. El esqueleto de los caminos principales y secundarios se establece como «una nueva piel, de la que emergerán zonas y áreas que provoquen el sentimiento de volver a habitar ese sitio conocido».
La propuesta de Zima supone «una invitación a redescubrir las aptitudes de lugares que se empezaban a ignorar». Eso sí, bajo una arquitectura que parte de lo existente. Así, se plantea un recorrido principal sobre la base de caminos actuales, lo que permite la delimitación de las diferentes áreas vegetales. Y siempre persiguiendo que todos los itinerarios sean accesibles a cualquier tipo de usuario. De manera complementaria, se acondicionan los recorridos secundarios existentes y se incorporan otros nuevos de los que surgirán ramales hacia el interior de las zonas con mayor vegetación. Además, se complementará la flora con nuevas variedades, englobándolas en unos parterres.
La idea ganadora también persigue dar más presencia al acceso principal mediante un nuevo vallado metálico que se apoyará sobre el murete ya existente y que continúa hasta la actual zona del vivero contiguo. Además, a la izquierda de la puerta principal, se incorporará una pantalla monolítica de hormigón sobre la que se situará la señalética identificativa del parque. El muro se propone que contenga un plano de gran formato.
Igualmente, se construirá una plaza como punto de encuentro para los visitantes. El objetivo es generar un ambiente sosegado para la observación. La instalación contará con la creación de una barrera fónica y visual con la carretera comarcal.
De hecho, se aprovechará la valla de cerramiento existente, con los refuerzos y reparaciones necesarios, incorporando la plantación de especies trepadoras como taray, laurel, retama, cytisus, etc. También se prevé una barrera permeable -discontinua- que mejore la visualización, reduzca la contaminación acústica y permita el paso de corrientes al interior.
El reto es la puesta en valor de toda la flora. Para ello, la intervención establece unos caminos principales y secundarios que acercarán más la vegetación a los visitantes mediante unos itinerarios estudiados.
En cuanto al estanque, que en estos momentos queda aislado debido a una gran masa de vegetación, se procederá a la retirada de arbustos de bajo porte con la intención de obtener una buena visión de la masa de agua.
El proyecto también piensa en la accesibilidad. Incluye un nuevo trazado, suavizando las pendientes y ejecutando un puente, e integra los pasos con la zona central que rodea el estanque, para el que se propone crear un filtro biológico.
Habrá un área lúdica y divulgativa con un porche que albergaría murales interpretativos y pequeños talleres en su interior. Aquí se situarán también un almacén y unos baños públicos.
La antigua pajarera se sustituye por una pérgola de madera que permita también realizar actividades. La zona infantil lúdica dispondrá de un camino de texturas, además de los juegos infantiles.
Igualmente se plantea la puesta en valor del área deportiva y el circuito de mantenimiento, incluyendo zonas destinadas al avituallamiento y descanso de los usuarios. Dentro de la pinada situada al este, habrá unos merenderos. Sin olvidar, un jardín sensorial destinado a exaltar los sentidos mediante la interacción con el entorno.
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