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Si Pedro Sánchez e Inés Arrimadas pudieran volver atrás, seguramente desistirían de presentar la moción de censura en la Región. La operación política que ... idearon PSOE y Ciudadanos para desalojar a Fernando López Miras, que motivó el adelanto de comicios en Madrid, solo ha conseguido fortalecer al Partido Popular, que gobierna con más holgura en el palacio de San Esteban y hará lo propio en la Puerta del Sol tras la contundente victoria de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones de ayer.
El PP, además, recupera autoestima y demuestra que concentrando el voto de su espectro en un único partido se puede vencer a la izquierda en las urnas. El proyecto de reunificación del centroderecha que Teodoro García Egea puso en marcha tras la moción de censura en la Región toma velocidad de crucero.
El único 'pero' para Fernando López Miras quizás pueda estar en el resultado de Vox. Su abstención es decisiva para que Ayuso supere la investidura. Como contrapartida, Abascal podría exigir el anticipo electoral en la Región. En cualquier caso, parece una opción poco probable. Sería difícil justificar para Vox ponerle palos en la rueda a Ayuso tras su arrollador triunfo.
Lo peor para el PSOE es que se acaba la vitola de imbatibles de Pedro Sánchez y su asesor Iván Redondo. Y todo porque desde Murcia no se les advirtió lo suficiente de la frágil estabilidad del grupo parlamentario de Ciudadanos en la Asamblea. Diego Conesa y José Vélez era perfectamente conocedores de las malas relaciones entre los diputados naranjas. Visto con perspectiva, la conquista del Ayuntamiento de Murcia parece escaso premio para los estrategas de La Moncloa y Ferraz.
Ciudadanos queda herido de muerte, con su coordinadora autonómica, Ana Martínez Vidal, señalada como responsable del descalabro. Arrimadas dijo en campaña que la idea de romper la alianza con el PP en la Región salió de Murcia, por el 'vacunagate' y el famoso pendrive de tres gigas que Mario Gómez llevó a la UDEF con pruebas de la supuesta corrupción del PP.
La buena noticia para la izquierda está en Más Madrid, que da el 'sorpasso' al PSOE. Es una oportunidad para el proyecto que abandera en la Región Óscar Urralburu. La formación morada queda asimismo tocada. Iglesias ha fracasado y se vislumbra su final político. Pocos lo imaginan como tercer espada de la oposición a Díaz Ayuso.
La Región tuvo presencia en la capital de España durante la jornada electoral. Pese al cierre perimetral entre comunidades autónomas, decenas de murcianos obtuvieron salvoconductos que les permitieron ejercer de apoderados de sus respectivos partidos en los centros de votación.
El que más representantes de la Región tuvo fue el PP. El presidente del partido, Fernando López Miras, y el secretario general, José Miguel Luengo, vivieron el recuento en Génova 13, junto a Teodoro García Egea. Antes, López Miras pasó por los estudios de TVE para el programa especial de los comicios, junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
Sorprendió el desembarco realizado por el Grupo Municipal Popular en Murcia, con el exalcalde, José Ballesta, y los concejales Rebeca Pérez, José Guillén y Marco Antonio Fernández.
El PSRM apenas tuvo presencia. «Nosotros cumplimos las normas, no como otros», afirmaba ayer el secretario de Organización, Jordi Arce. Los únicos socialistas murcianos que estuvieron en los colegios son los que trabajan en Madrid. Entre ellos el diputado Juan Luis Soto, que fue apoderado en el colegio Hermanos Pinzón, del barrio de Aluche. Allí coincidió con Ramón Herrero Marín, que fue concejal de Cultura y Deportes en el Ayuntamiento de Madrid con Enrique Tierno Galván. Herrero nació en la pedanía murciana de El Raal.
También realizó un despliegue importante Ciudadanos. Ana Martínez Vidal se quedó en Murcia, pero por los colegios electorales madrileños estuvieron dirigentes orgánicos como María José Ros Olivo o Juan José Molina.
José Ángel Antelo, líder regional de Vox, estuvo en Getafe y en la sede nacional del partido.
No fue el actor Toni Cantó el único candidato que se vio obligado a abandonar la lista del Partido Popular en Madrid por orden de la Justicia. Una murciana, Ana Vanesa Torrente, tampoco pudo formar parte de la candidatura de Isabel Díaz Ayuso –en la que, promocionada por Teodoro García Egea, figuraba en el puesto 56, es decir, que hubiera sido elegida diputada en la Asamblea de Madrid– por no haberse empadronado en la capital de España antes del 1 de enero de 2021, condición imprescindible para ser elegible, según la ley electoral madrileña. Los socialistas recurrieron su inclusión en la lista popular, como hicieron con Toni Cantó y Agustín Conde.
Ana Vanesa Torrente formó parte del Gobierno de la Región entre 2010 y 2014, donde llegó de la mano del fiscal Manuel Campos. Primero fue su directora de gabinete en la Consejería de Justicia y Seguridad Ciudadana y, más tarde, secretaria general de Presidencia. También ha sido directora gerente de la Fundación Víctimas del Terrorismo.
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