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Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Valladolid, su ciudad natal, Javier López Cerrón (63 años) ocupó cargos de responsabilidad en el sector de la banca y en grandes cadenas de distribución internacionales. Fue director general para América Latina de la División ... de Medio Ambiente de Vivendi, el grupo francés de telecomunicaciones y entretenimiento. Hasta que, explica, un día recibió «la llamada de un 'headhunter'», un especialista en selección de ejecutivos. No vio claro el incorporarse como director general a la empresa murciana del sector del juego Orenes, la compañía familiar de su presidente y fundador Eliseo Orenes Rodríguez, quien en 1968 montó en Alquerías un salón recreativo con futbolines, máquinas de pinball y billares y ha terminado al frente de un imperio.
Al final, López aceptó «el reto». Y diecinueve años después, con las crisis de 2008 y la covid-19 de por medio, hace un balance «muy positivo». Se muestra exultante, porque este 2024, asegura, «la facturación superará los mil millones de euros» y el número de empleos directos se acercará a 4.000. Todo ello, «en el proceso de transformación de una compañía familiar del juego a una global de ocio integral y de calidad», en áreas como restauración y hoteles. Y eso, siendo el primer grupo nacional del juego en capital nacional.
El directivo destaca la apuesta por el departamento de I+D, que en diez años ha pasado de 6 a 150 personas para desarrollar tecnología digital. Hay ingenieros informáticos, matemáticos, físicos... Se dice «plenamente murciano» y amante de la gastronomía regional y la costa, del Mar Menor y «sobre todo de Cabo de Palos». Y comenta sonriente, en una entrevista con LA VERDAD en la sede central de Orenes en Murcia, en la avenida Alejandro Valverde (carretera de Alicante): «Siempre hay amigos que te echan una mano con eso de que tienen barco».
-¿Qué sabía usted del sector del juego en 2005, qué imagen tenía de un ámbito cuya imagen no suele ser positiva y qué diría ahora?
-Tenía una imagen bastante neutra. Yo, como jugador, solamente jugaba mucho al mus. Había entrado en algún casino o bingo en alguna ocasión, con lo cual desconocía completamente la actividad. No tenía mayor opinión. Sí es cierto que ha habido mucho ruido en los últimos años hacia nosotros, a veces infundado, y con una separación total en los mensajes respecto a lo que es el juego público de lo que es el privado. Ese ruido se va matizando. Nuestra obligación es transmitir realmente lo que somos, lo que hacemos. Este es un sector totalmente legal, regulado, controlado. Y las externalidades negativas de las que se habla no son como se cuentan.
-¿A qué se refiere con ruido?
-A que la oferta de juego público no tiene ninguna restricción para alabarse y animar a los clientes a comprar. Hablo, por ejemplo, de la Lotería de Navidad. A nosotros se nos ha restringido bastante el poder hacer publicidad. Somos un sector regulado que trabajamos de forma bastante responsable. Las competencias de regulación fueron transferidas a las comunidades autónomas en la Transición como fuente para financiarlas. Y cada comunidad es totalmente libre de ordenar la actividad del juego privado como entienda.
-¿Cree en la Región de Murcia la regulación es adecuada?
-Yo creo que sí.
-¿Cómo resumiría la posición de Orenes ante el debate sobre la necesidad de establecer límites al juego, por ejemplo en el número de salones de juego y locales de apuestas, para prevenir la ludopatía y otras adicciones?
-Nosotros siempre hemos sido defensores de que las regulaciones en las comunidades autónomas mantengan una oferta que sea sostenible en todos los sentidos. Cada comunidad lo ha entendido de una manera. Unas han regulado por distancias, otras por cupos... y los resultados son diferentes. CeJuego, el Consejo Empresarial del Sector del Juego, ha puesto de manifiesto que hay cinco mitos sobre el juego en España. Y lo ha hecho con datos del informe de adicciones comportamentales de 2022 del Ministerio de Sanidad.
-¿Qué entienden como mitos?
-Uno es que el juego privado crece de manera desbocada, cuando la realidad es que se reduce y solo crecen los consumidores de juego público. También se dice que la ludopatía avanza de manera galopante, cuando la cantidad de personas con posible trastorno del juego no para de descender. Otro mito es que el juego es la mayor amenaza para los jóvenes, cuando la adicción a los videojuegos y a internet amenaza a más jóvenes que el juego. Son datos del Ministerio de Sanidad, como los que indican que Loterías, Primitiva y Bonoloto, loterías instantáneas (rascas) y quinielas son los juegos más practicados por menores, a pesar de estar prohibido; que las administraciones sanitarias diagnosticaron 7.549 casos de pacientes por juego problemático del total de 22 millones de españoles que lo practican, por lo que una abrumadora mayoría practican el juego de manera no problemática; y que mientras el luego privado ve prohibida su promoción, los juegos públicos presupuestan 55 millones de euros en publicidad, buscando el desarrollo de un perfil joven.
-Orenes gestiona casinos, bingos, salas de juego y la plataforma digital de apuestas deportivas y casino Versus. Pero ha apostado por la diversificación de sus áreas de negocio, con hoteles, restauración, fabricación de terminales de juego, desarrollo de plataformas de juego y sistemas de control del mismo y ocio familiar. Tienen 488 centros de trabajo. ¿Qué momento atraviesa el grupo y qué previsiones maneja?
-Somos el primer grupo del sector en capital español. Cerramos 2023 con una facturación de 954 millones de euros, 488 centros de trabajo y 3.649 empleos directos. Y este año 2024 va a ser muy importante. Vamos a superar los mil millones de euros de facturación y llegaremos a casi 4.000 empleos. En un sector tradicionalmente muy masculino, como el del juego, en Orenes hay un 55% de hombres y un 45% de mujeres. La edad media de los trabajadores es de 37 años y en hostelería, el 97% del empleo es fijo. Nuestro origen es la actividad del juego, pero hemos tenido una evolución al ocio integral. Estamos poniendo el foco en proyectos donde la actividad del juego en nuestros centros sea algo más, pero no lo único. Donde haya servicios complementarios, como restaurantes de calidad.
-¿Qué ejemplos pondría?
-La diversificación se ve en proyectos como Odiseo, Finca Buenavista y Mercado de Correos, en Murcia, y Andorra Unnic, un complejo en Andorra basado en Odiseo. Nuestra misión es ofrecer ocio de calidad con proyectos sostenibles en el tiempo. También tenemos un desarrollo muy importante en tecnología. Hace diez años, a partir del departamento de Informática organizamos uno de I+D. Aislamos del día a día a un equipo de seis personas, para que pudieran desarrollar proyectos, y a día de hoy son 150 profesionales de perfil tecnológico. Estamos incorporando matemáticos, físicos y, sobre todo ingenieros informáticos. Hemos desarrollado tecnología de uso propio y tenemos la mirada puesta en crear, en ser proveedores de tecnología para terceros. Es un pilar de nuestro Plan Estratégico. También estamos desarrollando productos familiares, en especial para los niños, como boleras y circuitos de karts.
-¿Tienen proyectos de inteligencia artificial? ¿Cómo enfocan esta tecnología disruptiva?
-La IA va a transformar, lógicamente, el mercado laboral. Van a aparecer puestos de trabajo nuevos y eventualmente va a sustituir algunos tradicionales. Mucha gente piensa en desarrollos para mejorar los procesos productivos y la productividad de las empresas, como máquinas que haga el trabajo de la gente, proceso robotizados que hagan tareas de forma más rápida y eficiente. Pero nosotros tenemos proyectos para aplicar la inteligencia artificial en crear ofertas de productos nuevos.
-¿Qué nivel de implantación y vínculos tiene Orenes en el tejido productivo de la Región de Murcia y en el resto de comunidades?
-Tenemos 5.700 proveedores, de los cuales el 97% son pymes y autónomos. Y el 60% de nuestros ingresos van a pagar a esos proveedores, que generan muchos empleos. Muchas empresas de la Región de Murcia dependen de nuestra actividad. Y estamos presentes en toda España, salvo en País Vasco, Navarra y Cantabria.
-Tras una inversión de 30 millones, Orenes abrió en Murcia el centro de ocio Odiseo el 28 febrero de 2020, pocos días antes del inicio del confinamiento por la pandemia. ¿Cómo les afectó y cuál es la situación actual?
-La pandemia nos afectó mucho en la hostelería. Al igual que a todo el sector, nos dio de lleno, nos cerraron todos los establecimientos,. Fue bastante duro, pero somos una empresa de origen familiar, con espíritu de superación, emprendedor y global. En 2023, tuvimos más de 300.000 visitas en Odiseo y la previsión es aumentarlas. Odiseo es la consecuencia de la estrategia de ocio integral, donde el juego es una parte pero no es el todo. Concebimos Odiseo como un gran centro de ocio donde la gente pudiera acceder para múltiples actividades, como ir a un restaurante de mucho nivel, a un sport bar, a tomar copas en la terraza, a un espectáculo por la noche con cena, etcétera. No es que sea una copia de Las Vegas, porque no sería trasladable el concepto Vegas aquí a España, pero sí hemos hecho una adaptación muy estudiada y el resultado está siendo muy interesante. El proyecto de Andorra es casi un corte y pega de Odiseo. Y hemos iniciado proyectos importantes con grupos hoteleros y algún fondo, para replicar este concepto en Jamaica y Puerto Rico. Allá donde das una oferta de calidad, no hablemos de lujo, hay gente que se mueve. En la Finca de Buenavista, ves a extranjeros que van ex profeso allí. Otra inversión importante es la renovación del Hotel Rincón de Pepe. Entre la Finca y el hotel invertimos 10 millones.
-¿Se plantean construir algún hotel propio en la zona de Odiseo?
-Tenemos una parcela al lado de Odiseo que usamos como parking. En función de cómo veamos la situación y la oportunidad, nos plantearemos el proyecto del hotel. No lo descartamos.
- ¿Qué nivel de inversión manejan en sus proyectos actuales?
-El Plan Estratégico incluye 300 millones de euros, cien de los cuales se invirtieron en 2023. El crecimiento ha sido intenso en los últimos años. Después de la crisis económica, del 2008 al 2014 estuvimos un poquito en cefalograma plano. Pero pusimos en marcha un plan de crecimiento y expansión pensando a medio y largo y en el desarrollo de productos y tecnología que nos transformara de una empresa de 'retail' (venta al por menor) a otra digital y global. Estamos a punto de eclosionar. El promedio de los últimos 10 años ha sido de 100 millones de euros de inversión, con 17 en la parte digital y tecnológica. Hemos hecho una operación en Austria. Y aunque tradicionalmente el grupo ha tenido un 95% de presencia nacional, estamos en Irlanda, México, Colombia y Ecuador. Vamos a países con mercados regulados de Europea y América Latina.
-¿Cómo han conseguido mantenerse como primer grupo del sector del juego en capital nacional?
-Tiene mérito, porque viniendo de una empresa familiar se puede estar más expuesto a los vaivenes del mercado, a situaciones como la pandemia, que nos afectó mucho a todos. Nosotros llevamos nuestro ritmo y nuestros planes, siempre con una estrategia de sostenibilidad y de rentabilidad para nuestros accionistas. Ser más o menos grandes no es nuestro objetivo ni nuestra motivación. Sí nos motiva la Responsabilidad Social Corporativa, donde estamos en mil frentes.
-¿Qué política lleva Grupo Orenes en cuanto a su financiación?
-Ahora mismo, crecemos gracias a financiación de la banca tradicional, a través de un préstamo sindicado, y de un fondo de capital americano. Y no nos abrimos a más, porque de momento no lo necesitamos.
-¿Cómo ve la situación económica nacional e internacional?
-Sorprendentemente, bien, después de la covid y las incertidumbres que se planteaban. La inflación se ha controlado. Las guerras en Ucrania, etcétera, no han afectado más de lo que se preveía. Y el consumo está por encima de lo esperado.
-¿Cómo valora la polémica sobre la reducción del horario laboral y el papel de patronal, sindicatos y Gobierno central?
-Somos unos defensores férreos del diálogo social. Hay que atender muy bien al tipo de actividad y a las circunstancias de cada empresa. La imposición de una jornada, de un lado o de otro, es algo muy peligroso. Muchísimos sectores no podrán absorber los costes de ciertas medidas.
-¿Qué acciones tomaría para dinamizar la economía regional?
-La Región de Murcia tiene grandes potenciales, sobre todo la gente y el clima. Hay un nivel de formación tremendo, que a veces no se percibe. Nosotros captamos muchísimo talento aquí y lo fomentamos. Además, la Administración regional tiene una política de apoyo a las empresas, con reducción de cargas fiscales, etcétera. Un problema es seguir desarrollando infraestructuras. El AVE ha llegado, pero nos hemos quedado con un sabor agridulce. Y hay que concretar proyectos como la ampliación del Puerto de Cartagena y plantearse ya estrategias sobre la problemática del Trasvase. Una parte de la economía muy importante depende de que llegue agua. Y la Región tiene mucho que decir en turismo, pero necesita más proyectos de calidad.
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