La integración total es posible
Acción Solidaria - Obra Social 'La Caixa' ·
Una pareja usuaria de Fundown cuenta a 'La Verdad' su éxito personal y reclama «más oportunidades sociales» para las personas «con capacidades diferentes». El programa Incorpora de 'La Caixa' consigue 110 inserciones laborales para personas con discapacidad intelectual en menos de año y medioQue un contrato laboral se convierta en indefinido es casi siempre un motivo de celebración, pero mucho más cuando el trabajador tiene discapacidad intelectual. Por eso Cristina Pérez nunca olvidará aquel día en que el Registro de la Propiedad número 6 de Murcia quiso quedarse con ella para el resto de su vida laboral: «Sentí una alegría y una satisfacción muy grandes, casi me puse a dar saltos de contenta y volví temblando a casa, porque había demostrado que era capaz y porque trabajar en un registro no es cualquier cosa», recuerda todavía con una sonrisa. Hace diez años que es auxiliar administrativa en las oficinas del registro, «donde demostró su valía desde el primer momento», asegura José Joaquín Ros, coordinador del Programa Incorpora de 'La Caixa', gracias al que Cristina pudo recibir orientación y apoyo en su inserción laboral. Como ella, 80 usuarios de Fundown con discapacidad intelectual consiguieron un empleo a través del Programa Incorpora en 2017. Ros tiene muy claro que «el caso de Cristina es un ejemplo de consolidación laboral muy grande y, además, un ejemplo de que las personas con discapacidad pueden desempeñar con éxito puestos de responsabilidad, como es el suyo».
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Cristina recuerda entre risas que, en su primer día en la oficina, «solo me dejaban mirar»; algo que cambió muy pronto, «en cuanto empecé a asumir tareas y me vieron trabajar. Al mes de estar allí, mis compañeras me decían que les había mentido, que yo no tenía discapacidad», ríe satisfecha. En lo que va de año, el Programa Incorpora ha integrado en el mundo laboral a otras 30 personas más de la fundación. José Antonio Giménez, pareja de Cristina, se convirtió en otro caso de éxito cuando a principios de mayo su contrato también se convirtió en indefinido con la empresa Limcamar. Él forma parte de la plantilla de limpieza del Hospital Santa Lucía, donde trabaja 39 horas semanales. «Mi perfil era como el de Cristina; yo estaba formado para trabajar en oficinas, pero después de dos años sin encontrar algo fijo, me presenté en Fundown y les dije que me llamasen para lo que saliera, porque cuando llegas a los treinta, empiezas a hacer planes, nos queríamos independizar y necesitaba un trabajo». Así que no dudó un instante en probar suerte en Cartagena cuando llegó la oferta de Limcamar, donde ya suma dos años de trabajo.
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761 Inserciones laborales registradas en la Región de Murcia gracias al Programa Incorpora en el último año y medio.
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30 Empresas creadas a través de las iniciativas de autoempleo desarrolladas por el programa.
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3277 Casos atendidos en las entidades colaboradoras, a través de actuaciones de orientación, formación y preparación hacia el empleo.
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880 Ofertas de empleo gestionadas, temporales o indefinidas, destinadas a los beneficiarios del Programa Incorpora.
«Al principio lo pasé muy mal, porque tenía que hacer un esfuerzo físico al que no estaba acostumbrado, pero nunca pensé en tirar la toalla; siempre me decía: 'aunque vaya reventado, yo esta oportunidad no la puedo dejar pasar'».
«La sociedad tiene que cambiar el chip y darnos oportunidades para demostrar lo que valemos»
Gracias a su estabilidad laboral, hace diez meses que Cristina y José Antonio pudieron iniciar su proyecto de vida juntos. Alquilaron un piso y se independizaron con las típicas preocupaciones de la vida en pareja. «A mí lo que me inquietaba era saber si llegaríamos a final de mes, porque tampoco ganamos una locura entre los dos. Pero cuando llegaron las primeras facturas y vi que sí nos daba, respiré tranquila», se sincera Cristina. A pesar de sus cinco años previos de noviazgo, para él, «el miedo era que Cristina me viera realmente como soy», ríe.Alicia Méndez, la técnico de Incorpora que ha acompañado a la pareja en todo el proceso, incide en que ambos son personas «muy valientes y responsables». Ella es consciente de «cómo han progresado en sus vidas, tanto a nivel personal como profesional, y la cantidad de retos que han logrado, por ejemplo cuando Cristina quiso tener la ESO, o cuando José Antonio se sacó el carné de conducir».
Cambiar el chip
A sus 30 años, Cristina reconoce que su afán de superación es una cualidad que posee desde niña, cuando ya soñaba con ser «administrativa o profesora de infantil». Sin embargo, «fue a raíz de estar en Fundown cuando de verdad empecé a creer que tenía posibilidades. Por eso me apunté a la escuela de adultos para sacarme la ESO. Y la verdad es que yo necesitaba que me explicasen las cosas más veces, porque me costaba más entender algunas lecciones, pero no me desanimé». Por su experiencia personal, Cristina tan solo puede lanzar un mensaje a la sociedad: «Que nos den oportunidades y que tengan paciencia. Tanto a nivel educativo como laboral, porque no es que no valgamos, tan solo necesitamos que nos dejen demostrarlo, y no que la sociedad nos ponga más freno del que ya tenemos por nuestra discapacidad». José Antonio asiente con la cabeza y secunda su petición, «porque somos muchos y todos muy diferentes; la sociedad tiene que cambiar el chip, porque se cree que la discapacidad intelectual solo es una cosa, y no es real. Tienen que darnos oportunidad de demostrar que somos válidos».
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Diez entidades de la Región forman el Programa Incorpora
Nueve entidades además de Fundown se benefician del Programa Incorpora de 'La Caixa' en la Región: la Asociación Columbares, Cepaim, Ceom, Cáritas Murcia, la Fundación Jesús Abandonado, Famdif-Coemfe, Colectivo Paréntesis y la Fundación Secretariado Gitano. Entre ellas se han repartido en 2018 unos 535.000 euros, destinados a mejorar la empleabilidad y fomentar la inserción laboral de personas con discapacidad física e intelectual, inmigrantes, personas sin hogar, exreclusos y de etnia gitana. «La dotación económica es importante porque nos permite tener personal destinado a trabajar con los usuarios de cada entidad», apunta José Joaquín Ros, coordinador del programa. Por colectivos, los datos del Programa Incorpora en el último año y medio cifran en 166 las personas contratadas con discapacidad física, 110 con discapacidad intelectual, 75 reclusos y exreclusos, 95 inmigrantes, 162 jóvenes, 64 mayores de 45 años, 8 mujeres víctimas de violencia de género, 16 exdrogodependientes y 146 personas de entre 30 y 45 años de colectivos en riesgo de exclusión social. En total, 842 contrataciones.
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