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Álex

Antonio del Campo: la incansable lucha de un sindicalista del tren

Encabeza la Plataforma en Defensa del Ferrocarril y es un apasionado del Real Madrid, el cine y la lectura. Y adora escaparse a la costa de Águilas con su esposa

Domingo, 1 de agosto 2021, 08:16

L leva una larga vida defendiendo los derechos de los trabajadores y preocupado por la clase obrera. Y Antonio del Campo (Almansa, 1958) no se cansa de luchar. A falta de un par de años para jubilarse, este albaceteño encabeza la Plataforma en Defensa del Ferrocarril, que hace unos días protagonizó la primera manifestación en Totana, en la que más de 300 personas exigieron que no se cierre la línea de Cercanías Murcia-Lorca-Águilas durante las obras del AVE.

En el municipio albaceteño de Almansa vivió los años felices de su infancia, en una vivienda que se encontraba a tan solo cincuenta metros de la casa de Santiago Bernabéu. Este fue el principal motivo por el que este hijo y nieto de ferroviarios decidió hacerse fiel seguidor del Real Madrid. Un «merengón» hasta la médula, aseguran quienes más le conocen.

Durante su juventud, Antonio cursó sus estudios en el colegio Cuatro Esquinas, un espacio que años más tarde se convertiría en los actuales juzgados de la localidad. Al finalizar el Bachiller, este amante de los trenes llamó a varias puertas y finalmente entró a trabajar en una empresa de maquinaria de calzado. Allí aprendió el oficio, hasta que fue requerido para hacer la mili en la Capitanía General de Sevilla.

Pasó su infancia en Almansa a 50 metros de la vivienda de Santiago Bernabéu; de ahí le viene su fervor madridista

Mientras estaba en esas tierras andaluzas, Antonio se enteró de que iba a salir una convocatoria con 5.000 plazas ferroviarias de diferentes categorías, por lo que se presentó para seguir los pasos de su padre y de su abuelo. El examen llegó y este albaceteño se hizo con una plaza de tornero. ¿El destino? El taller de mercancías de Águilas, donde entró a trabajar en febrero de 1982.

En aquel momento, el taller no pasaba por su mejor momento y existía la amenaza de que estas instalaciones fueran cerradas, pero no fue así. Al poco tiempo, Antonio entró a formar parte del comité de empresa y, años más tarde, accedió al comité provincial de Renfe.

Los caminos de la vida llevaron a este hombre a meterse en política. Así, fue concejal de IU en la localidad costera entre los años 1986 y 1995. Pero después dejó ese paréntesis de vida pública para regresar a su actividad sindical.

«No me opongo a la modernización del tren, pero el AVE no puede entrar en la Región como elefante en cacharrería»

Precisamente fue en Águilas donde conoció a su esposa, María Dolores González Jódar, gracias a una amiga en común. Antonio recuerda con cariño que convenció a su mujer para casarse en Almansa y no en Águilas, en una boda celebrada en los juzgados. De ese matrimonio nacieron sus dos hijos. Rubén, que ahora tiene 31 años, y Alba, de 26. El primero vive en Austria, donde desarrolla su carrera como investigador tras lograr el doctorado en Biología. La segunda es ingeniera industrial.

Encargado en Nonduermas

Del Campo también fue miembro del Consejo de Administración de Renfe. Y ostentó el cargo de secretario de organización de la Unión de Murcia y de la Federación del Transporte a nivel nacional. Ejerció, entre el 2008 y el 2012, como secretario de organización en la Confederación Sindical de CC OO. Pero fue en el año 2016 cuando decidió abandonar la actividad sindical y volvió a desarrollar su trabajo en el taller de Águilas.

Ahora, este madridista de carácter afable y tranquilo se encuentra trabajando como encargado en el taller de Nonduermas, donde se dedica a pedir los suministros y supervisar los registros de mercancías, entre otras labores. Pero su gran obsesión es continuar defendiendo el transporte de Cercanías. Además, se considera un estudioso del ferrocarril. Parte de su tiempo libre lo dedica a la lectura –le gusta la novela policíaca–, el cine y las series. Otra de sus grandes aficiones es la natación y el gimnasio, pues no hay día que no haga algo de deporte para mantenerse en forma, confiesa.

Uno de los mejores planes para este «merengón» es coger el coche junto a su mujer e irse hasta la costa de Águilas para disfrutar del mar y de los secretos que guarda esta tierra, como su rica gastronomía. Pero es difícil que se olvide por momentos del ferrocarril y las reivindicaciones de algunos municipios. «No me opongo a la modernización del tren, pero el AVE no puede entrar en la Región de Murcia como un elefante en una cacharrería, destrozándolo todo», sentencia.

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