«Hitler solo tardó 50 días en crear el primer campo de concentración»

Alfonso Cerón Aledo (Alhama de Murcia, 1955) realizó su licenciatura de Geografía e Historia en la Universidad de Murcia, especializándose en Historia del Arte. Durante 19 años impartió clases de Secundaria en el instituto Miguel Hernández, lugar que considera como su casa, a pesar de estar jubilado. A lo largo de su vida ha publicado varios libros, y su último trabajo de investigación ha quedado plasmado en 'Alhameños en los campos de concentración nazis, la memoria recobrada'. Lo presentará mañana, a las 20:30 horas en el instituto Miguel Hernández de su localidad natal.

-¿Cómo nacieron los campos de concentración?

-Los campos no nacen para los judíos. Cuando Hitler llega al poder, una de sus primeras tareas es eliminar a todos los que no piensan como ellos: partidos políticos, sindicatos, asociaciones, prensa..., y para ellos crean los campos de concentración. Hitler es nombrado canciller en enero de 1933. Solamente tardaron 50 días en crear el primer campo de concentración, Dachau, y ese mismo año unos 200.000 alemanes fueron recluidos. Cuando se aprueba la 'Solución final' para eliminar a todos los judíos de Europa, y comienza lo que entendemos por Holocausto, los campos de concentración existían desde hacía nueve años.

-¿Cuántos españoles hubo en estos campos? ¿Pudieron regresar los supervivientes?

-Según la mayoría de autores, hubo unos 10.000 españoles en los campos de concentración, de los que fueron asesinados más de 6.000. Una vez liberado el campo de Mauthausen, el 5 de mayo de 1941, los españoles fueron los últimos en ser evacuados porque no tenían dónde ir, ni nadie que los reclamara. La mayoría fueron a Francia, y allí intentaron rehacer sus vidas. A España no podían volver. Quienes sí tuvieron las fronteras abiertas fueron los verdugos nazis, algunos para instalarse en España, y otros como punto de partida hacia América Latina.

-¿Cómo trataban a los españoles?

-Al ingresar en un campo de concentración, la única certeza era la muerte. Lo que no sabían era la forma de morir. De los deportados se aprovechaba hasta el último aliento antes de matarlos. Generalmente, los españoles trabajaban en la cantera, un trabajo muy duro y exigente. Además, su alimentación era deficiente, el vestuario no protegía de los rigores del clima, se producían maltrato y golpes continuados, la ausencia total de higiene y atención sanitaria hacían que cualquier herida se infectara. Todo ello provocaba que los deportados solo sobrevivieran unos pocos meses.

-¿Cuántos vecinos de Alhama estuvieron en los campos de concentración nazis?

-Cuatro hombres y una mujer. Antonio Martínez Baño, José Cerón García y Francisco Aledo Martínez en Mauthausen, y murieron en Gusen. José Mª Martínez Costa sobrevivió durante cuatro años en Mauthausen. Braulia Cánovas Mulero estuvo en Ravensbrück, Neuengamme y Bergen-Belsen, logrando sobrevivir.

-¿Por qué llegaron estos alhameños allí?

-En febrero de 1939, medio millón de españoles cruzaron la frontera francesa huyendo de la guerra y la represión de los golpistas. En Francia fueron recluidos en campos de internamiento, como si fueran enemigos de guerra y no refugiados. Aproximadamente la mitad regresó a España, donde fueron encarcelados o fusilados a pesar de las promesas de Franco. Tres meses después de terminar la Guerra Civil comenzó la Segunda Guerra Mundial, y los que quedaron se incorporaron al ejército francés, para continuar luchando contra el fascismo, o a las Compañías de Trabajadores Extranjeros para reforzar las defensas militares. Cuando los alemanes derrotaron a los franceses cayeron prisioneros, Pétain le negó su pertenencia al ejército francés, y Franco, su nacionalidad española. Calificados como apátridas fueron deportados a los campos de concentración, principalmente a Mauthausen.

-¿Ha visitado algún campo de concentración?

-He visitado el campo de Auschwitz-Birkenau, y tengo pendiente una visita a Mauthausen.