La historia de Joaquina Torrecillas: es fija discontinua, tiene cáncer y recibe 2 euros al día
Trabajadora del sector agrario, está de baja tras ser diagnosticada de metástasis. «No tengo derecho a nada»
Joaquina Torrecillas Serrano (Lorca, 1968) es una trabajadora del sector agrario con contrato fijo discontinuo desde hace 20 años. En noviembre del año pasado le ... diagnosticaron un cáncer en estadio 4 (con metástasis). Tuvo que cogerse la baja médica y fue entonces cuando se enteró de que la prestación por incapacidad temporal le salía a 2 euros diarios. «Qué puedes hacer con dos euros al día? ¿Comprarte una barra de pan? Cuesta 0,70; con lo que te queda no te da para un cartón de leche (1,40)», comenta.
En el momento en que le detectaron la enfermedad, ella no estaba trabajando. No porque no quisiera sino porque la empresa no la llamaba y cuando lo hacía era por los cinco o diez días que la necesitaban. Para calcular la prestación que le corresponde por la baja laboral, la Seguridad Social toma los últimos tres meses y divide los días trabajados entre 90 (días). Y de ahí sale el monto de la prestación que le corresponde, explica.
«Lo que te toca, es lo que te toca. Si es uno o dos euros al día, pues te jodes. La ley no tiene en cuenta si se trata de una enfermedad común o, como en mi caso, si es grave. Por encima no te puedes pasar porque han puesto un tope máximo a la prestación, pero han quitado el mínimo que existía antes», explica Joaquina Torrecillas.
Ella no se anda con rodeos a la hora de hablar de los contratos fijos discontinuos. «Tenemos el peor de todos los regímenes. Hacemos esfuerzo físico en el campo y en el almacén, haga frío o haga calor, y luego le preguntas a un niño que de dónde viene la fruta y te dice que de Mercadona. Tendríamos que hacer un paro todos los trabajadores del sector agrario».
Pese a que Joaquina Torrecilla era la representante de CC OO en su empresa, el sindicato no ha podido hacer nada por ayudarla porque no hay nada que hacer. «Si no tuviese a mi familia, que me mantiene, me habría muerto de hambre.¿Qué habría pasado si hubiera sido una madre trabajadora, sola, con hijos?»
Joaquina Torrecillas ha intentado buscar ayudas alternativas al margen de los dos euros diarios que ingresa al mes desde que está de baja laboral, pero al estar cobrando esa prestación no puede recibir otras. «No tengo derecho ni al Ingreso Mínimo Vital ni tengo derecho a paro. No tengo derecho a nada», lamenta.
Ella habla con naturalidad de su enfermedad. «Sé que tengo un pie aquí y uno allí», pero se siente fuerte para seguir reivindicando, como ha hecho siempre, los derechos laborales. «Hay una desinformación total respecto a lo que significa ser un fijo discontinuo. La mayoría no sabemos lo que es hasta que te toca la baja».
«Los fijos discontinuos no tenemos derecho a vivir», dice mientras compara su prestación por incapacidad temporal con las de los trabajadores afiliados al Régimen General. «¿Qué culpa tengo yo de que el empresario no me llama para trabajar».
Cerca de 50.000 fijos discontinuos trabajan en el sector agrario. «Lo mismo que me tocó a mí, le toca a otro»
El problema está ahí, pero Joaquina Torrecillas entiende que en el Ministerio de Trabajo no lo quieren ver y cuando hablan de fijos discontinuos piensan solamente en los trabajadores de la hostelería, sujetos al Régimen General, que trabajan durante toda la campaña de verano. En el sector agrario (régimen agrario) es distinto. Cuando llega la sandía se trabajan de cinco a diez días y se acabó. «Si tienes, como yo, la mala suerte de no haber trabajado en los meses anteriores al diagnóstico de mi enfermedad, te puedes morir porque no hay nada que hacer».
Lo peor de este drama está, en su opinión, en el hecho de que la gente sigue sin saber que detrás de la sección de frutas de los supermercados hay trabajadores. Torrecillas es consciente de que CC OO lo intentó todo y no hay forma humana de conseguir una mayor prestación. «El empresario, mientras menos prestación tenga yo, menos tiene que pagar. Le da igual», añade.
Pero la situación por la que ella está pasando no es responsabilidad del empresario. «A los que les corresponde solucionar este problema, no les interesa. Somos muchos los fijos discontinuos. Lo mismo que me ha tocado a mí, le toca a otro».
¿Cuántos hay en la Región?
LA VERDAD ha consultado el caso de Josefina Torrecillas al Ministerio de Trabajo y en el momento de publicar esta información no había recibido respuesta.
«Esta situación estresa. Te ves enferma y sin derecho a nada después de veinte años cotizados». Aunque los datos de fijos discontinuos han sido objeto de polémica por la falta de transparencia, que ha llevado al PP a acusar al Gobierno de maquillar las cifras récord de empleo, ocultando este tipo de contratos, desde los sindicatos cifran en cerca de 50.000 los fijos discontinuos en el sector agrario regional.
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