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Las grandes empresas del Campo de Cartagena se unen para construir dos desaladoras

Consideran que es la única opción para garantizar unos recursos mínimos para regar, y al mismo tiempo contribuir a la recuperación del Mar Menor

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Martes, 28 de noviembre 2017, 07:53

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Dieciocho grandes empresas hortofrutícolas, cooperativas y plataformas de comercialización del Campo de Cartagena -que mueven el 90% de la industria agroalimentaria de la zona- se han unido para promover la construcción de dos desaladoras de 60 hectómetros cúbicos cada una y asegurarse unos caudales mínimos para desarrollar su actividad. El grupo de trabajo ya se ha puesto en marcha para desarrollar este proyecto, que debe contar con la autorización del Ministerio de Agricultura.

La idea inicial de la macrodesaladora de 350 hectómetros anuales ha dado paso a dos plantas de 60, una de las cuales se construirá en Escombreras y la otra con la ubicación pendiente de decidir, explican los promotores. El viernes dieron el primer paso para contratar a un asesor jurídico y otro técnico. En el proyecto también está implicado el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura.

  • Integrantes Agrícola Arroyo de Fuente Álamo, Soltir, San Cayetano, Agrar Systems, Fruveg, Mercagrisa, González Soto, Mundo Sol, Gregal, Procomel, Agriexport, Fruca, Arcosur, Agrodolores, Nielsan, Kernel, G's y Surinver.

  • Orígenes El grupo de trabajo nació a raíz de la primera reunión que tuvo lugar en Torre Pacheco para presentar la macrodesaladora a los productores del Campo de Cartagena. El proyecto ha derivado en dos desaladoras de 60 hectómetros cúbicos cada una.

  • Proyecto Dos desaladoras de 60 hectómetros cada una, con un coste global de unos 300 millones de euros. Se acogerán al Plan Juncker para lograr financiación del Banco Europeo de Inversiones. Han iniciado los estudios

El objetivo es asegurarse un 25% de las necesidades de agua del Campo de Cartagena y parte del Campo de Murcia. Este grupo de trabajo, que también incluye a las alhóndigas, destaca que actúa a nivel privado y profesional, dispuesto a tomar la iniciativa para aportar soluciones a la falta de recursos, explicaron a 'La Verdad'. Con el acueducto Tajo-Segura cerrado desde mayo, y con las desalobradoras inactivas por orden de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para impedir los vertidos de salmuera al Mar Menor, estos empresarios consideran que la única opción real en estos momentos es la construcción de ambas desaladoras.

Asimismo, las perspectivas a corto y medio plazo para la reapertura del acueducto no son positivas; a lo cual se une el desmantelamiento del salmueroducto del Campo de Cartagena que lleva a cabo la CHS y que imposibilita que se vuelva a utilizar esta red, como se publicó ayer.

Además de garantizar un volumen de agua desalada, este proyecto hará que en el futuro no sean necesarias las desalobradoras y la salmuera que producen. Para ello pretenden mezclar el agua de los pozos con la desalada para reducir la carga de sales. Para ello se está trabajando en una doble dirección: solicitar una redotación de agua para que los usuarios del Campo de Cartagena puedan utilizar los nuevos recursos de estas desaladoras; y por otro lado reconvertir las concesiones de los pozos con la misma finalidad.

Ayudas del Plan Juncker

Los promotores estiman un coste de entre 250 y 300 millones de euros para las dos desaladoras. Piensan solicitar financiación al Banco Europeo de Inversiones a través del Plan Juncker. Para optar a la subvención europea, presentarán el proyecto acogiéndose a los programas de mejora medioambiental.

Estos productores y exportadores quieren encargarse de la gestión directa de las desaladoras y tienen como modelo las dos plantas privadas que operan en Mazarrón y Águilas a cargo de sus respectivas comunidades de regantes. Las estimaciones que manejan apuntan a que pueden producir 1 hectómetro cúbico con dos millones de euros de inversión, la mitad de la inversión que destina Acuamed a las desaladoras públicas.

La macroplanta de Escombreras resulta inviable

Después de analizar los números, consideran inviable la idea inicial de construir una macrodesaladora de 350 hectómetros cúbicos en Escombreras. A cambio, han optado por dos plantas medianas de 60 hectómetros que les garantice lo mínimo para subsistir. Su objetivo es gestionar directamente estas instalaciones para abaratar los costes. El grupo de trabajo compuesto por las mayores empresas y cooperativas del Campo de Cartagena -integradas en Proexport y Fecoam- recalca que este proyecto no significa renunciar al Trasvase Tajo-Segura, ya que son necesarias dichas aportaciones porque la desalación no cubre todas sus necesidades de agua.«El estudio tiene cinco fases, y ahora nos encontramos en el primer paso», explicó uno de los promotores. Recuerdan que están en juego 41.000 hectáreas de regadíos del Campo de Cartagena y miles de puestos de trabajo.El 60% de los contratos de trabajo de la comarca (Cartagena, Torre Pacheco, San Javier, Los Alcázares y Fuente Álamo) están vinculados a la agricultura y suman este año 164.794 empleados. «Aquí tenemos una tasa de paro del 6,6%, frente a la media regional del 18%», destacan. Las 18 empresas y cooperativas exportan y comercializan el 80% de la producción de hortalizas.

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