Rocío Ramos-Paúl: «La gestión de los contenidos y el tiempo con el móvil es básica»
Abrirá el jueves las conferencias de la escuela con su charla '¿Por qué mi hijo no me hace caso? Cómo conseguir equilibrio entre dar y exigir'
Psicóloga y educadora, Rocío Ramos-Paúl, muy popular como conductora del programa de televisión 'Supernanny', inaugura el jueves la Escuela para Familias con su conferencia '¿Por qué mi hijo no me hace caso? Cómo conseguir el equilibrio entre dar y exigir'. Será en el Paraninfo de La Merced a las 19.30 horas.
-El título de la conferencia plantea la primera cuestión. ¿Por qué no hacen ni caso?
-Si hablas con los padres, es una de las grandes preguntas que se hacen. Yo trato de dar con las claves de lo que podemos hacer para que nos hagan caso. Si lo integramos podemos hacer que hagan caso con pautas muy concretas. Lo que también es verdad es que los niños son desobedientes, como nosotros, si nos lo planteamos en serio.
-Da la sensación de que tenemos más información que nunca sobre cómo educar a los hijos, y a la vez, andamos más perdidos e inseguros...
-Prefiero entender que nos preocupa mucho más. Cuestiones como la educación entre los 0 y los tres años, la incorporación del padre, antes no se tenían en cuenta... Es verdad que hay muchísima información y uno tiene que decidir y tener un juicio crítico sobre lo que quiere conseguir. Trabajo desde la orientación cognitiva conductual, que tiene que ver con lo que pienso, con lo que siento y con lo que hago. Esas tres áreas son las que se trabajan, en una rabieta, un duelo, una separación...
-Los educadores critican que los límites se relajan, no están claros...
-Son importantísimos. Son los que le dan seguridad y protección. Los límites facilitan a todos los convivencia, para subir en el autobús, esperar en la cola del cine, estar en un restaurante... Por otro lado, de momento no hay ningún gen que te diga 'esto está bien y es adecuado,' así que tienen que aprenderlo, y donde lo aprenden es en casa.
-Hay padres rígidos, hiperexigentes, helicópteros...
-El rígido pone los límites sin flexibilidad y genera inseguridad y ansiedad. El sobreprotector es tan malo como el rígido y el exigente, o como el laxo. Hay que buscar un estilo cooperativo y colaborativo. En general los laxos y los rígidos generan dos problemas gordos, un mal manejo de la ansiedad y agresividad.
-El móvil es una ventana al mundo. ¿A qué edad y con qué condiciones?
-Es una ventana para bien y para mal, ofrece también posibilidades maravillosas, pero hay dos pautas que todos tenemos que tener claras: la gestión y el control del tiempo y de los contenidos. Si un hijo tiene un móvil es porque se lo han dado sus padres, pero hay que evaluar previamente qué puede hacer, negociar las consecuencias...
-¿Qué edad es la adecuada?
-Yo soy de trabajar con la realidad de la vida. Y la realidad dice que, como a los diez años, y muchas veces como regalo de primera comunión, aparece el móvil. Al final no es diferente al resto de cosas que ofrece la vida, hay que acompañar y enseñar a los hijos. Es importante darles respuestas, porque hay algo que Google no hace, que es filtrar la información: si quieres que tu hijo tenga sentido crítico, siéntate con él.
-El momento se junta con el inicio de la adolescencia...
-Empezar primero de la ESO y la adolescencia van juntos. Los chicos hacen un cambio tremendo. No les pasa nada raro, es que están creciendo. La comunicación es distinta y la gestión es por negociación. Luego siempre vuelven; crecen y terminan volviendo.
