Formación, ocio y talleres en la cárcel

Más de dos décadas de trabajo en prisiones avalan la trayectoria de Colectivo Paréntesis, una organización sin ánimo de lucro fundada en 1994 «por iniciativa de los funcionarios de prisiones, que ya entonces se dieron cuenta de que la vida en la cárcel debía ser algo más que celda y patio», explica Virginia Ayala, presidenta de la ONG. La andadura de la organización comenzó por ofrecer actividades de ocio y tiempo libre a los reclusos de la Región.

En la actualidad, doce técnicos especialistas en trabajo social, psicología y orientación laboral trabajan en Colectivo Paréntesis. Cocina y servicio de sala son los dos cursos de formación que imparte la ONG en los tres centros penitenciarios de la Región. De su labor en prisiones destaca, además, el tratamiento en adicciones, las actividades de deporte y los talleres ocupacionales: cine, yoga, reiki, decoración y literatura son algunos de ellos. «Creemos que es importante que los reclusos sientan que pueden seguir tomando decisiones, aunque estén en prisión. Para ellos es un regalo enorme el simple hecho de elegir qué actividad quieren hacer o a qué curso de formación quieren asistir», apunta Mayte Ballesta, vicepresidenta de Colectivo Paréntesis.