Pedro Juan Martín Castejón, en el campus universitario de Espinardo. JAVIER CARRIÓN / AGM

Pedro Juan Martín Castejón: «Los fondos europeos no son para salvar la economía de unos pocos»

«Debemos aprender a gestionar el fracaso, a superar las situaciones adversas; y ante lo que ha ocurrido con la pandemia tenemos que salir más fuertes todos juntos», afirma el profesor de la UMU y experto en marketing

Lunes, 24 de mayo 2021

Pedro Juan Martín Castejón (Melilla, 1960), economista, experto en marketing e ingeniero técnico industrial, llegó a Murcia con siete años tras regresar sus padres a ... su tierra después de un tiempo en la ciudad norteafricana. Es profesor en la Facultad de Economía de la Universidad de Murcia y da clases también en la escuela de negocios ENAE. Doctorado tanto en Ciencias de la Empresa como en Antropología Social y Cultural, es director de programas sociales de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa de la UMU. Igualmente, acumula una larga experiencia en el sector privado, como director comercial y de ventas en compañías como Donuts-Panrico y Vigaceros, entre otras. Su actividad docente e investigadora se centra principalmente en RSC, venta ética y gestión de conflictos.

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¿Qué armas tienen que buscar los empresarios para resistir ante una crisis como la actual?

–Si se empieza por el componente psicológico, los primero es entender que en la evolución de un negocio hay que tener en cuenta tanto los factores internos como los externos, y estos en este momento han venido muy en contra. Así que ante casos de fracaso, lo primero de todo es que la capacidad de reemprender no se tiene que ver mermada. Precisamente, en un trabajo bajo el título 'Gestión del fracaso: un manual práctico', coordinado junto a mi compañero Rafael Rabadán, y patrocinado por el Info el pasado septiembre, incidimos en esa máxima de no perder nunca la motivación.

OBJETIVO: «La reconstrucción tras la Covid tiene que hacerse de una forma sostenible, digital y resiliente»

«Gestión del fracaso»

–¿Se puede salir más reforzados de esta situación?

–Debemos aprender a superar las situaciones adversas, y ante lo que ha ocurrido tenemos que salir más fuertes todos juntos. Hay que tener en cuenta que, al margen de la Covid, en general el 80% de las empresas que se crean no llegan a superar el tercer año de vida. De ahí la importancia de insistir, de seguir intentándolo, de aprender de los errores cometidos y de las circunstancias. En este sentido, en países como EE UU nos llevan tanta ventaja, con una cultura donde se valora y se considera a aquellas personas emprendedoras que ponen en marcha un nuevo negocio tras haber fracasado anteriormente en otros intentos. Como decimos en nuestro grupo multidisciplinar de investigación de gestión del fracaso: «En la vida unas veces se gana y otras se aprende».

GESTIÓN POLÍTICA: «Es tanta la premura por la recuperación que podemos perder el objetivo de lograr una sociedad mejor»

–¿Son realistas las expectativas que hay con respecto al impulso que pueden suponer los fondos europeos para la recuperación?

–Nadie habla realmente de para qué se han hecho los fondos 'Next Generation'. Porque el objetivo principal es reconstruir la economía europea tras la Covid, pero siempre de una forma sostenible, digital y resiliente. Pero de esto nadie habla, solo está el debate de cuánto dinero viene, de cómo se tiene que hacer el reparto. Y de lo que se trata es de entrar al fondo porque hay que generar una nueva economía y un nuevo modelo social capaz de soportar futuros procesos de crisis.

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–¿Teme que se desvirtúe el uso de esas ayudas hacia objetivos meramente mercantilistas?

–Sería un error que el dinero fuera más a acciones para salvar datos macroeconómicos sin generar una reconstrucción del conjunto de la economía con vistas a que sea más sostenible. No nos vale que vengan exclusivamente para salvar la economía de unos pocos. Así que sí veo con temor que no se cumplan esos objetivos. La cuestión nuclear es saber si los proyectos que van a anidar contribuyen a desarrollar el nuevo modelo o bien se dirigen a otros intereses. De ahí la importancia de que los fondos europeos se enfoquen bien para crear una sociedad donde nos ayudemos más unos a otros.

«Mirada a corto plazo»

–¿Y los responsables políticos van a estar a la altura del reto?

–Esperemos que sí. Pero existe el riesgo de dejarse llevar, ya no por mala fe, sino por desconocimiento. Porque es tanta la premura por recuperar la economía que podemos perder el objetivo fundamental de tener una sociedad mejor. Y es que hablamos del PIB, de la tasa de paro, pero de lo que se trata es de si esos datos suponen un cambio, o vamos a seguir como antes de esta pandemia. La crisis tiene desorientada a las administraciones con una mirada a corto plazo, pero es prioritario mirar a futuro desde un esfuerzo entre todos, sector público y privado.

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SECTORES: «Agroalimentación y turismo han tirado del PIB regional, pero se puede despuntar en logística e I+D+i»

–Es un cambio de paradigma.

–Se trata de un enfoque social que obliga a un tipo de cooperación que hasta ahora no se ha hecho, consistente en la implicación de empresas y también de ONG, ya que estas últimas son especialistas para generar una sociedad resiliente. Por ello, hay que priorizar los proyectos que unifiquen estos dos ámbitos con un compromiso concreto. Es el momento idóneo para el cambio de mentalidad.

–¿Cree usted en esa integración?

–Conozco bien las dos realidades. Existe un desconocimiento mutuo entre las empresas y las ONG. En general, las primeras creen que esas entidades sociales son poco profesionales, muy utópicas y que no son eficientes, cuando en realidad hacen un esfuerzo grandísimo y tienen muy buenos profesionales; mientras que las segundas demonizan también a las empresas porque piensan que están solo para ganar dinero y usan la RSC para limpiar su imagen. Pero creo que es el momento con este marco de dar un giro a esas visiones para buscar nuevas oportunidades que podrán ser beneficiosas tanto para unas como para otras.

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–¿Hay ejemplos donde mirarse?

–Pues un proyecto con el que trabajo, 'Euroempleo Salud Mental', a través del Servicio Murciano de Salud Mental, hemos conseguido con financiación comunitaria gestionar que 974 personas con algún trastorno hayan encontrado trabajo en empresas de la Región desde el año 2017. Así que cuando llegas al sector privado con proyectos serios existe una implicación de las empresas.

–¿Se ha avanzado en lo que muchos denominan la implantación de la ética en los negocios?

–Creo que sí. Hemos dado un paso adelante, sobre todo entre las nuevas generaciones que vienen mejor formadas. Existen principios más claro sobre la importancia de hacer las cosas bien y con una mayor transparencia. No vale el triunfo a cualquier precio.

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PROMOCIÓN REGIONAL: «Necesitamos delimitar una marca propia, que no hemos tenido»

El empresariado murciano siempre ha sido ejemplo de adaptabilidad y carácter emprendedor.

–Necesitamos ser una sociedad que innove y emprenda. Y es verdad que existe aquí una gran capacidad de reinvención. De hecho, hay muchos ejemplos de empresas familiares de la Región que gracias a fracasos iniciales han llegado a convertirse en centenarias.

–Pero, ¿somos lo suficientemente innovadores y tecnológicos?

–Tenemos retos aún muy importantes, puesto que aunque el sector agroalimentario y el turístico han estado tirando del PIB, es necesario que afrontemos otros escenarios donde podamos aportar. Y ahí podemos señalar a la logística, donde podemos despuntar como un polo potente. Un ejemplo es la apuesta de Amazon. Aunque para ello tienen que ser fundamentales las infraestructuras de comunicación, con una mejor utilización del aeropuerto de Corvera, el Puerto de Cartagena y el futuro Corredor Mediterráneo. Asimismo, hay que referirse al impulso tecnológico, apoyándose en la UMU y la UPCT, a partir de una mayor inversión en I+D+i.

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–Con todo, somos muy desconocidos, ¿por qué nos cuenta tanto vendernos bien?

–Un primer reto tiene que se posicionarnos con fuerza a nivel nacional a partir de nuestros valores. Necesitamos delimitar una marca propia que hasta ahora no hemos tenido. Por ello, se requiere un mayor esfuerzo desde el punto de vista estratégico para que nos puedan conocer de verdad y podamos atraer más inversiones.

–Se podría empezar, en ese sentido, por el turismo, ¿cree que podría tener más peso con una oferta de más calidad?

–Un primer aspecto a tener en cuenta es que nos faltan plazas hoteleras. Así que ya andamos con limitaciones. Sin embargo, tenemos un patrimonio natural y cultural que puede competir con cualquiera de otro territorio europeo.

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«El estigma del Mar Menor»

–Aunque nos cuesta cuidar nuestros tesoros, como el Mar Menor.

–Hemos gestionado muy mal ese patrimonio. Es un estigma que llevamos ahí. Lo que podía ser nuestro buque insignia, una marca distintiva indudable, sin embargo la tenemos ahora totalmente desprestigiada. Por ello, es importantísimo recuperarlo, y ojalá nuestros políticos se impliquen en ello.

–Mientras, el turismo regional en su conjunto confía en beneficiarse de la reactivación este verano, ¿la vacunación va a ser clave?

–Es un factor fundamental. Y las miras están en llegar a los meses estivales en unas condiciones buenas para intentar llevar una nueva normalidad. Lo necesitamos.

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