La flota pesquera de Guardamar se cambia de puerto por la acumulación de sedimentos
La flota pesquera se ha visto obligada a abandonar el puerto Marina de las Dunas, situado en el margen de la desembocadura del río Segura, en la localidad alicantina de Guardamar. Esto se ha debido a la acumulación de sedimentos, que ha reducido el calado hasta los 1,30 metros en algunas zonas, así como las fuertes corrientes y la llegada de residuos y cañas procedentes del río, que han hecho impracticable la navegación. Así lo anunciaron este viernes el club náutico Marina de las Dunas y la Cofradía de Pescadores. De hecho, la lonja se ha visto obligada a suspender su actividad tras el cierre del puerto.
Tal y como señalan fuentes del club náutico a 'La Verdad', la falta de profundidad en algunas zonas no permite garantizar la seguridad de las embarcaciones. Los barcos de la Cofradía de Pescadores se encuentran amarrados en otro puerto cercano hasta que se restablezca la normalidad. Los vecinos de Guardamar denunciaron la pasada semana que el espigón en la desembocadura dificulta la salida de materiales arrastrados por el río tras la Depresión Aislada en Niveles Altos de la Atmósfera (DANA) y agrava las inundaciones en todo el cauce. Por ello, solicitan un dragado de emergencia y la rectificación o eliminación del espigón.
«La desembocadura tiene un problema grave para la evacuación de los materiales que trae el río, sin necesidad de que haya avenidas por lluvias torrenciales. Ya había embarcaciones que llevaban años sin poder salir por este problema en concreto», señalan las mismas fuentes en declaración a este periódico.
