El fiscal reclama seis años al sospechoso de reiterados abusos sexuales a una sobrina pequeña en Murcia

Seis años de prisión afronta un vecino de Murcia por un supuesto delito de abusos sexuales continuados, que habría cometido contra una de sus sobrinas desde que esta tenía nueve años de edad hasta los doce, según sostiene la Fiscalía Superior de la Región en su escrito de calificación provisional de los hechos. La acusación particular, ejercida en nombre de los padres de la víctima, elevan la petición hasta los siete años y medio de cárcel.

Los hechos que se juzgarán próximamente se habrían producido entre los años 2016 y 2019, cuando el acusado, que contaba 54 años de edad, aprovechaba supuestamente que la menor de edad se quedaba a pasar la tarde o a dormir en su casa para someterla a todo tipo de tocamientos carnales.

En unos casos, tal y como relata el fiscal en su escrito, el sospechoso presuntamente sentaba en sus rodillas a la pequeña, con la excusa de jugar con el ordenador, tras lo cual comenzaba en apariencia a tocarle el pecho por debajo de la ropa. En otras ocasiones habría aprovechado los momentos en los que la menor se quedaba dormida en el sofá para introducir sus manos bajo el pantalón y realizarle tocamientos en sus genitales, a la vez que le daba besos en la boca. En tales circunstancias, el tío de la muchacha habría actuado «con ánimo de satisfacer su apetito sexual», en diversas ocasiones «cuando la menor contaba entre nueve y doce años» y hasta el día 21 de enero de 2020, «en el que estando en el colegio narró por primera vez estos hechos a los profesores».

Fueron los docentes quienes alertaron a los padres de la niña de lo que esta les había contado, lo que dio origen a la interposición de una denuncia y a la posterior detención del sospechoso y a la apertura de diligencias judiciales por presuntos abusos continuados.

Un informe psicológico aportado a la causa, desarrollado por los especialistas de la Unidad de Psicología Forense del Instituto de Medicina Legal de Murcia, considera que el testimonio aportado por la víctima «es compatible con la experiencia vivida», por lo que se considera «creíble». Los psicólogos recomiendan que se mantenga el apoyo emocional a la menor para evitar problemas posteriores.

El fiscal, además de la condena a seis años de prisión, solicita que se imponga al acusado una pena de alejamiento de 500 metros de la niña por un periodo de diez años.

La calificación efectuada por la acusación particular, que impulsa el letrado Raúl Pardo-Geijo Ruiz, eleva la demanda de prisión hasta los siete años y medio y solicita a su vez el pago de una indemnización de 60.000 euros a la pequeña «por el enorme daño moral padecido por la menor como consecuencia de los abusos continuados».

El abogado penalista relata en su escrito cómo la pequeña, tras ser objeto de los supuestos abusos, «se marchaba de la estancia con el pretexto de ir al baño y se refugiaba en el comedor, donde solía estar su tía, aunque esta no siempre se encontraba en el domicilio». En otras ocasiones, «asustada y con el evidente objeto de marcar distancia», se iba a otra habitación «y tomaba la 'tablet' de su tía para tratar de evadirse».

El Juzgado de Instrucción número 7 de Murcia ya ha abierto juicio contra el acusado.