Alejandro González Tudela: «La financiación es clave, y no siempre fácil de conseguir»
«La física cuántica podría ayudar a las grandes empresas, que ya se han interesado por estos sistemas, a optimizar la resolución de conflictos»
YOLANDA SALMERÓN
MURCIA.
Miércoles, 12 de octubre 2022, 02:05
Alejandro González Tudela (Murcia, 1985), investigador en el Instituto de Física Fundamental del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), acaba de recibir una beca Leonardo ... de la Fundación BBVA para proyectos innovadores por su su trabajo 'Tecnologías cuánticas basadas en metamateriales' en la frontera entre la nanofotónica, la óptica cuántica y la materia condensada. Tras doctorarse en la Universidad Autónoma de Madrid, trabajó durante cinco años en el Instituto Max Planck de Óptica Cuántica (Garching, Alemania) bajo la supervisión del profesor Juan Ignacio Cirac. La era cuántica promete una nueva revolución tecnológica, si bien aún es pronto para saber cómo y de qué manera impactará en la sociedad y su desarrollo. Hacen falta todavía mucha investigación de excelencia, como la impulsada por González Tudela.
–¿En qué consiste su trabajo 'Tecnologías cuánticas basadas en metamateriales'?
–En esta investigación intentamos establecer las tecnologías cuánticas basadas en la luz y su interacción con los metamateriales. Mi campo es el de la nanofotónica aplicada a tecnologías cuánticas. La nanofotónica estudia cómo se modifica la luz a escalas de nanómetros, que son milmillonésimas de metro, es decir, algo muy pequeño. Las tecnologías cuánticas, que llevan desarrollándose veinte años, consisten en diseñar sistemas a nivel microscópico, de tal manera que exploten el comportamiento cuántico de estos sistemas cuando se dan esos tamaños tan reducidos.
«La computación cuántica favorece la transferencia totalmente segura de información»
–¿Qué aplicaciones prácticas podrían tener estos sistemas?
–Las tecnologías cuánticas son prometedoras porque con las leyes que construyen estos sistemas se hacen ciertas tareas mucho mejor que con cualquiera de los empleados hoy en día, regidos por las leyes de la física clásica. A grandes rasgos, pueden tener una capacidad de cálculo exponencialmente mayor que los ordenadores clásicos para ciertos problemas, utilizarse para medir de manera precisa sistemas o para transferir información de un sitio a otro de forma segura porque se puede explotar el principio de superposición cuántica para hacer que un canal de comunicacón sea totalmente seguro.
–A día de hoy, ¿se están implantando estos mecanismos en algunas empresas?
–En los últimos años, las tecnologías cuánticas han pasado de un campo académico a otro más práctico, en el que las grandes compañías tecnológicas están desarrollando sus propios laboratorios y departamentos de investigación orientados a estos sistemas. Es por ello que se ha progresado mucho, pero todavía se están aplicando a problemas académicos, aún no tienen una utilidad real con impacto en la sociedad. Sin embargo, sí hay muchas empresas que se están empezando a interesar, como bancos o aeronáuticas, que intentan comprobar si la resolución de sus problemas podría optimizarse con la computación cuántica, consistente en procesar la información explotando las leyes de la mecánica cuántica.
–¿Dónde se encuentran las principales áreas de exploración?
–Podríamos destacar la mejora de las búsquedas de las grandes bases de datos, dado que los sistemas cuánticos mejoran los algoritmos que se pueden hacer con ordenadores convencionales, así como la factorización de números grandes, que tiene un gran impacto en los protocolos de criptografía actuales. Una de las líneas con más potencial a corto plazo, en la que muchas empresas están interesadas, es la simulación de procesos físicos y químicos que son muy difíciles de tratar con ordenadores convencionales. Por ejemplo, se sabe que la mecánica cuántica podría resolver problemas de física o de química, como diseñar nuevos medicamentos, fertilizantes o catalizadores.
«La burocracia es un lastre para la labor investigadora. Toda gestión implica muchos papeles»
–¿Qué valoración le merece el trabajo científico e investigador que se está desarrollando en la Región de Murcia?
–Conozco fundamentalmente los grupos de física, ya que muchos fueron profesores míos en la carrera. Entre ellos podría destacar el trabajo de Miguel Ortuño en sistemas interactuantes y mesoscópicos, o el de Pablo Artal, cuyas investigaciones en óptica del ojo se han convertido en un referente a nivel internacional, y con relevantes aplicaciones prácticas de las que se benefician muchos pacientes en todo el mundo. También existen otros grupos jóvenes investigando en el campo de las tecnologías y física cuánticas, como el de Javier Prior y Javier Molina Vilaplana.
–¿Qué supone en su investigación la reciente obtención de la beca Leonardo?
–Es un reconocimiento al trabajo que vengo desarrollando junto a mi equipo. Una oportunidad para seguir evolucionando, al tiempo que recibimos un impulso gracias a la financiación.
–¿A qué retos se enfrenta en los próximos años?
–Mi objetivo es continuar investigando en el campo de la interacción de la luz y la materia a nivel cuántico e intentar crecer a nivel de grupo también, así como formar estudiantes y ayudarles en su camino. Para todo ello, la financiación es un punto clave, que no siempre es fácil de conseguir en España.
–¿Considera que la financiación es el mayor obstáculo de la actividad científica?
–Para mí, el gran problema no es otro que la burocracia. Hay que cumplimentar muchos papeles, informes, estadísticas y demás para dar respuesta a cualquier tipo de gestión o solicitud que queramos presentar, que se escapan de la verdadera labor científica e investigadora. Es un verdadero lastre.
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