Familia margina los proyectos educativos y de salud en las ayudas de la 'X solidaria'

Hasta el año pasado, las subvenciones con cargo a la asignación del IRPF eran gestionadas por el Gobierno central, que llevaba a cabo una convocatoria de ámbito nacional para el reparto de los fondos. Sin embargo, una sentencia del Tribunal Constitucional, tras un recurso presentado por la Generalitat de Cataluña, obligó al Ejecutivo a ceder esta competencia a las comunidades autónomas. La Consejería de Familia se hizo cargo por primera vez en 2017 de la convocatoria de subvenciones, pero ante la premura con que tuvo que adjudicar las ayudas se limitó a copiar los baremos y bases que hasta entonces había desarrollado el Ministerio. En total, se repartieron 7,2 millones de euros que permitieron financiar 337 proyectos dirigidos a más de 46.000 personas.

Para este año, la Consejería ha decidido diseñar sus propias bases y baremos, y es ahí cuando ha surgido la preocupación de algunas ONG, que observan cambios sustanciales con respecto al año pasado. Para empezar, del comité encargado de evaluar los proyectos han desaparecido los representantes de las consejerías de Salud y de Educación. Todos los miembros de la comisión pertenecen a la Consejería de Familia. Fuentes de este departamento justifican este cambio por la sentencia del Constitucional, que circunscribe las ayudas «al ámbito de los servicios sociales, competencia exclusiva de las comunidades». También la salud, sin embargo, es competencia autonómica. En concreto, de las 15 líneas de financiación incluidas en el borrador de la Consejería, más de la mitad (ocho) se centran en la atención a personas mayores y dependientes. Otras tres van dirigidas a subvencionar proyectos relacionados con infancia vulnerable y familia, tres a ayudar a personas en situación de exclusión social y solo una a la acogida de inmigrantes y personas refugiadas. La Consejería no aclara qué porcentajes del dinero recaudado en la 'X solidaria' se destinará a cada una de estas líneas estratégicas.

Inserción pero no metadona

Aunque en algunos de estos 15 programas base se hace referencia a prevención de adicciones y educación para la salud, desaparecen líneas recogidas en años anteriores por el Ministerio. Entre ellas, las destinadas a «la salud integral de la mujer», a la educación sexual y reproductiva, al apoyo integral a mujeres en situación de prostitución o a la promoción de hábitos saludables. La Consejería subraya que «ningún» programa de los actualmente financiados se verá afectado, «siempre y cuando incluya actuaciones encuadrables en el ámbito de servicios sociales». Por ejemplo, se mantendrán los programas de inserción social de personas toxicómanas, pero no la financiación de metadona.