La factura energética se come el presupuesto y deja a los institutos de la Región de Murcia sin dinero para gastos
Los centros de Secundaria y FP han tenido que limitar prácticas, repuestos, reparaciones y fotocopias al mínimo
La escalada del precio de la energía ha dejado las cuentas de los colegios e institutos murcianos temblando. La factura de la luz, que ... casi ha triplicado su importe en muchos centros educativos, se ha comido el presupuesto para gastos de que disponen los centros educativos, y está limitando al extremo cualquier desembolso que no sea estrictamente necesario. Las estrecheces son especialmente severas para los institutos de Educación Secundaria (ESO), que tienen que hacer frente con la asignación de gastos corrientes con la que les dota la Consejería de Educación a todas las facturas: luz, agua, mantenimiento... Los colegios también están apurados, pero son menos vulnerables a la crisis energética, ya que sus facturas básicas las pagan los ayuntamientos. El apuro económico de los centros educativos murcianos es tal que las comisiones de directores han pedido a la Consejería una aportación extra para cerrar el año.
Los institutos reciben una partida mensual de la Administración, proporcional al tamaño del centro (desde 8.000 a 20.000 euros, aproximadamente), que deben administrar para hacer frente a las facturas (luz, agua, calefacción...), a los gastos de funcionamiento (fotocopias, prácticas...) y reparaciones. Esa asignación, que lleva congelada desde 2012, se resiente aún de los impagos de 2011 y 2012, que obligaron a los centros a liquidar los pocos ahorros que pudieran tener. La crisis energética ha terminado por asfixiar los presupuestos: «Es inaplazable un plan económico que garantice las mínimas condiciones en las instalaciones y para el desarrollo de las actividades. No se han contemplado incrementos para hacer frente a las nuevas subidas», han demando las asociaciones de directores de Primaria y de Secundaria y planteado también la comisión de directores. De momento, sin contestación oficial. La Consejería se ha limitado a afirmar, en respuesta a este periódico, que «se atenderán las demandas que planteen los centros educativos. No se van a quedar sin fondos».
Mientras la urgencia no se atiende, los institutos gestionan sus presupuestos de crisis ajustando todas las partidas. «Pagamos más del doble por la luz, casi 5.000 euros al mes, un incremento enorme que no podemos asumir. Hemos tenido que limitar otras partidas, como las prácticas que requieren materiales más costosos; va en detrimento de la educación», se queja el director del IES Ramón y Cajal, donde se imparten numerosos cursos de FP, Juan Antonio Gómez Fernández.
Los colegios, en menor medida porque no pagan mantenimiento, también están apurados por el alza de precios
«Nada que no sea vital»
Pagar el recibo de la luz se ha convertido en una obsesión para muchos directores, que han limitado al mínimo imprescindible el resto de gastos. «Las fotocopias no pueden estar más tasadas, no se gasta en nada que no sea vital. La luz nos supone casi 7.000 euros todos los meses», explica el director del IES Alfonso X de Murcia, uno de los más grandes de la Región, Andrés Nieto. Los responsables de otros centros, como el Sanje de Alcantarilla, han priorizado el pago de las facturas a los proveedores sobre la mensualidad de la luz.
Los institutos más pequeños, como el IES Romano García de Lorquí, lo están pasando incluso peor, ya que las facturas fijas son las mismas (aunque menores) y el presupuesto cunde menos. «Hemos tenido que aplazar reformas pendientes, como los baños», cuentan desde el equipo de dirección del centro.
Las cuantías para los gastos corrientes de los centros educativos están congeladas desde el año 2012
Los colegios de Infantil y Primaria tienen resueltos los recibos de luz y agua, pero también se resienten de los ajustes presupuestarios. «Seguimos teniendo la misma partida que en 2012, y todo ha subido muchísimo. Cada vez que se rompe algo que hay que reparar es un estrés porque no sabemos ni de dónde vamos a sacar el dinero», lamenta la presidenta de la Asociación de Directores de Colegios de Infantil y Primaria, Olga Catasús. En los centros que imparten Infantil (de 3 a 6 años) el incremento del precio del papel ha asestado otro golpe.
Sin material en FP
La asfixia económica, denuncian también los sindicatos, está obligando a los centros a detraer dinero de otras partidas relacionadas de forma directa con la educación que reciben los alumnos. «La reducción de los presupuestos en la última década, a la que se sumaron los impagos de 2011 y 2012, además de no permitir nuevas inversiones, tampoco hace posible el adecuado mantenimiento y renovación de instalaciones y equipos, cuya situación en algunos casos es muy precaria. Esto es especialmente grave para FP, muchos de cuyos ciclos se imparten con equipos obsoletos e insuficientes, incluso para ciclos de nueva implantación», según ha denunciado la Asociación de Directores de Secundaria en el escrito remitido a la Consejería de Educación, aún sin respuesta.
«La situación es insostenible para las cooperativas más pequeñas»
Los centros de menor tamaño (con menos alumnos y líneas) son lo que peor están soportando las estrecheces, ya que no se escapan de los gastos fijos y proporcionalmente les cunde menos la asignación. Las cooperativas de enseñanza que gestionan centros concertados también están pasando apuros. «Las asignaciones no han subido desde hace una década, pero todos los proveedores y suministros sí, y no poco», lamenta Juan Antonio Pedreño, presidente de la Unión de Cooperativas de Enseñanza de la Región (Ucoerm), quien también ha trasladado a la Consejería de Educación la necesidad de que se incrementen las dotaciones mensuales para gastos corrientes.
Pendientes de la calefacción
También en el caso de los concertados, «las cooperativas más pequeñas son las que peor lo están pasando; la situación es insostenible para muchas», lamenta Pedreño. La llegada del invierno inquieta a los directores de los centros educativos, públicos y concertados, temerosos de encender la calefacción. «Resulta inaplazable establecer un plan económico que permita a los centros recuperar dotaciones presupuestarias que garanticen las mínimas condiciones en las instalaciones y para el desarrollo de sus actividades. Las partidas no contemplan las subidas, que afectan también al consumo de combustibles para la calefacción».
Al margen de la situación actual, decenas de centros están realizando obras para la instalación de placas solares que contribuyan a rebajar la factura eléctrica que abonan en la actualidad.
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