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Los expulsados de Vox dejan en el aire su apoyo al PP en la moción de censura por los incumplimientos de acuerdos
El debate tendrá lugar el miércoles y el jueves en la Asamblea Regional
Los tres diputados expulsados de Vox, que tienen el grupo parlamentario en la Asamblea bajo su control, comenzaron este lunes a interpretar su papel determinante en la moción de censura al Ejecutivo de Fernando López Miras, que finalmente se votará el próximo jueves 18. Tras la Junta de Portavoces que fijó para ese día la segunda y decisiva sesión del debate, que comenzará el miércoles, el portavoz de Vox, Juan José Liarte, señaló que aún no han decidido qué van a votar y que el sentido de su voto «dependerá del PP», al que recordó que tiene por cumplir sus acuerdos de investidura de hace dos años y «que ahora dice ser de derechas cuando antes era de centro».
«Este grupo parlamentario ha defendido, defiende y defenderá los valores y principios de los votantes de Vox y de todos los ciudadanos de la Región a los que por mandato constitucional representamos. No estamos para jueguecitos ni para batallas políticas. ¿Quién será el presidente de la Región de Murcia a partir del próximo jueves? No puedo decirles más», añadió el diputado Liarte ante los periodistas, a los que convocó a una rueda de prensa y después no permitió preguntar.
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Liarte instó a exigir a los «aparatos de los partidos que respeten el juramento de un diputado o de un concejal, que no es otro que el servir a los ciudadanos». Además de eso, mostró el documento que firmaron en 2020 con el PP y Cs en el que llegaban a un acuerdo sobre los Presupuestos regionales indicando que «no se ha cumplido». El Grupo Vox tiene un cuarto diputado, Pascual Salvador, que sí está en la disciplina del partido, cuyo voto también es determinante y aún no se ha pronunciado.
Por su parte, el secretario general del PSRM y portavoz del Grupo Socialista, Diego Conesa, aseguró que «ni he negociado ni negociaré con Vox» para lograr el apoyo a la moción de censura conjunta con Cs. Para él la elección entre «corrupción o regeneración» estará clara en la votación del próximo jueves, que no aceptará como moneda de cambio asuntos como el 'pin parental' y denunció la «compra de voluntades» por parte del PP para que la Región siga siendo un «cortijo». En este sentido, Conesa incidió en que tras las elecciones que ganó en 2019 ya hubo posibilidad de pactar con Cs para acabar con 20 años de gobierno popular, pero culpó al ex dirigente nacional naranja Fran Hervías, que ahora ha pasado al PP, de «suplantar» entonces la voluntad de los votantes murcianos para dejarlo todo como estaba.
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Juan José Molina, destacó que la moción de censura sigue adelante porque de lo que se trata ahora es de dilucidar «qué tipo de democracia queremos. Eso es lo realmente importante» y no «esos pequeños triunfamos, como lo del pin parental matizado», aseguró. Molina también insistió en que «esta moción es más necesaria que nunca» y defendió el proceso de negociación interna que desembocó en su presentación. «No hubo coacción a nadie. Todo el mundo firmó libremente», indicó.
Desde el Grupo Popular, su portavoz, Joaquín Segado, llamó a PSOE y a Ciudadanos a retirar la moción de censura, porque «ha naufragado», y dudó de que los diputados de Vox pudieran facilitar un gobierno de izquierdas votando a favor de Ana Martínez Vidal el próximo jueves.
María Marín, de Podemos, también llamó al resto de grupos a acabar «cuanto antes con este lamentable espectáculo». Dijo, asimismo, estar al margen de cualquier conversación o negociación porque su partido ya anunció el sentido de su voto: el que sirviera para echar al PP del poder. «Nosotros seguimos trabajando por la gente de la Región», dijo, tras denunciar que «la ultraderecha condiciona cada vez más la política» murciana.