El exceso de impuestos propios frena el salto en competitividad fiscal de la Región
En los últimos cinco años la Comunidad ha subido cinco puestos y es ya la séptima más atractiva para inversores, según el último informe de dos prestigiosas fundaciones
Convertirse en un territorio cada vez más protagonista en la atracción de inversiones y capital. Ese es el reto que tiene por delante la Región ... para seguir con su desarrollo económico, sobre todo en un contexto económico complejo a raíz de la pandemia. Y en este avance un elemento fundamental es contar con un sistema tributario atractivo, donde la presión impositiva no se convierta en un lastre, tal como advierten la mayoría de los expertos.
El reciente informe sobre el 'Índice de Competitividad Fiscal Regional Española 2021', elaborado por la Fundación para el Avance de la Libertad y la organización Tax Foundation –en el que se analiza la fiscalidad en una comparativa entre comunidades, a través de más de 60 variables relacionadas con los impuestos sobre la Renta (IRPF), patrimonio, sucesiones, transmisiones patrimoniales, actos jurídicos documentados y los impuestos autonómicos propios– revela que Murcia se ha convertido en la séptima autonomía con mejores registros, tras subir cinco puestos en los últimos cinco años.
RECOMENDACIONES PARA LA REGIÓN EN FISCALIDAD
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1 IRPF. Reformar el Impuesto sobre la Renta reduciendo los tipos impositivos de todos los tramos de forma inmediata, y no escalonada, y aplicando un tipo impositivo máximo del 20-21%.
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2 Sucesiones y Donaciones. Bonificar al 100% el impuesto para el grupo II y aplicando al grupo III las mismas bonificaciones y reducciones que las aplicadas actualmente a los grupos I y II, para poder derogarlo finalmente.
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3 Patrimonio. Derogar este impuesto o bonificarlo al 100%. De no ser posible, equiparar la tarifa de impuesto a la estatal aplicada en el año 2020.
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4 Actos jurídicos documentados y transmisiones patrimoniales. Establecer el tipo de gravamen de AJD en el 0,5%-0,75% y el de TPO en el 6%.
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5 Impuestos propios. Eliminar o reducir a un máximo de tres, frente a los seis actuales.
No obstante, se apunta como un hecho fundamental para mejorar el sistema tributario, de cara a hacerlo más competitivo y atractivo para ciudadanos y empresas, el eliminar o reducir por lo menos a la mitad los actuales impuestos propios adicionales a los cedidos total o parcialmente. Se trata de los aplicados sobre los premios del juego del bingo, por vertidos a las aguas litorales, emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, sobre el almacenamiento o depósito de residuos, canon de saneamiento y recargo sobre las cuotas mínimas del impuesto sobre actividades económicas.
La Región consolida una calificación de 6,02 puntos en el índice autonómico IACF, en el que Madrid ostenta el liderazgo y Cataluña es la última
Y es que las administraciones autonómicas, en general, han encontrado en estos impuestos propios, al margen de los ya gravados por el Estado y los ayuntamientos, una vía para incrementar sus ingresos, aunque haga más complejo el sistema fiscal autonómico.
Factores para la mejora
La mejora murciana en el ranking nacional se debe, en primer lugar, a la reforma de 2018 del impuesto sobre sucesiones, al aumentar la bonificación del 60% al 99% para el grupo II (descendientes y adoptados mayores de 21 años, cónyuges, ascendientes y adoptantes). Así se concluye en el análisis concreto que se hace del territorio murciano. En segundo lugar, se debe a la reforma del IRPF de 2018, que modificó la escala autonómica rebajando entre 0,1 y 0,2 puntos el tipo impositivo aplicable en todos los tramos. Además, se recuerda que en la misma reforma se aprobó una reducción escalonada hasta el ejercicio 2023.
Exactamente, la Región consigue una calificación de 6,02 en el Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF) de 2021, lo que supone una mejora de 0,48 puntos, entre 2017 y 2021. Por ello, ha pasado del decimocuarto al mencionado séptimo lugar, aunque en el cómputo global sería el noveno, al incluirse disgregados los datos de las tres provincias vascas.
Los cinco territorios más competitivos fiscalmente son Madrid (7,19), País Vasco, Canarias, Castilla y León y Andalucía. Precisamente, esta última se ha abierto camino hacia arriba de forma muy notable, mediante importantes reformas. En cualquier caso, destaca la buena calificación de todas ellas en cada uno de los cinco componentes de medición.
Variedad de gravámenes
En el caso andaluz, sus impuestos propios también se sitúan en la media docena, hasta ocupar ambas la misma posición de cola en este apartado. Eso sí, varían algunos aspectos, ya que en su caso grava las tierras infrautilizadas, el uso de bolsas de plástico, un canon por infraestructuras hidráulicas de depuración. En este sentido, otra comunidad vecina como Castilla-La Mancha solo tiene dos, uno para determinadas actividades que corresponden con el medio ambiente y un canon eólico.
Asimismo, las que tienen peor puntuación general obtienen notas bajas en casi todos los componentes del índice, pero especialmente en los tres impuestos más importantes: renta, patrimonio y sucesiones. En la última posición se encuentra Cataluña (4,63), que cuenta con el doble de impuestos autonómicos que las demás comunidades (acumula una quincena). Por encima está la Comunidad Valenciana –que cae dos puestos hasta el puesto dieciséis–, Aragón, Asturias y Extremadura, que completan el 'top 5' menos competitivo. Además, son las mismas que en el pasado ejercicio,
Mientras, se advierte en el informe que Murcia está en proceso de rebajar más la tasa del impuesto sobre el IRPF. De hecho, las reducciones de las tasas anuales programados comenzaron en 2019 y continuarán hasta 2023. Los contribuyentes regionales han tenido a su disposición este año tres nuevas deducciones autonómicas. No obstante, aunque la reducción ayudó a la Región a mejorar en la Renta, tampoco se puede obviar que en el rango total empeoró del sexto al séptimo lugar por la mejorías de Castilla y León y Andalucía.
«Nuestras reformas están orientadas a las rentas medias y bajas, que son las más beneficiadas»
Desde la Consejería de Economía, Hacienda y Administración Digital, que dirige Luis Alberto Marín, destacan que «el Gobierno regional está haciendo los deberes, y eso es algo que ya confirmaban los datos de crecimiento. Las medidas de estímulo fiscal puestas en marcha en los últimos años, como la bonificación al 99% del impuesto de sucesiones y donaciones o las bonificaciones en el IRPF para los jóvenes, las mujeres, las personas con discapacidad o los mayores, han mejorado la competitividad».
Así, advierte de que el informe 'Índice Autonómico de Competitividad Fiscal 2021' demuestra que se avanza en la buena dirección para intentar ser cada vez más competitivos e incrementar la capacidad de atraer nuevas inversiones y proyectos transformadores creando un espacio de libertad económica».
Con respecto a la propuesta para reducir el número de impuestos propios, «siempre hemos defendido que la bajada de impuestos está en nuestro ADN».
En concreto, «se confirma que la moderación fiscal atrae y fomenta las inversiones y estimula el consumo, lo que a su vez impulsa el crecimiento económico y la creación de empleo». De hecho, «por cada euro que ahorramos en impuestos en 2019, la economía creció casi 3 euros y se crearon 20 empleos diarios», resaltan desde la Consejería.
Por ello, insiste en que sus reformas están orientadas además «a las rentas medias y bajas, que son las más beneficiadas por la rebaja progresiva del IRPF». Así, «15 de los 18,3 millones de euros que generó el pasado año la reducción de la tarifa autonómica revirtieron sobre las rentas de menos de 60.000 euros. Y 8 de esos 15 millones de euros permanecieron en los bolsillos de aquellos murcianos con rentas de menos de 34.000 euros».
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