Juan Marín: «Este esfuerzo no se va a olvidar»
#CUANDOTODOESTOACABE ·
Estamos viviendo algo que jamás hubiésemos pensado», afirma el presidente de Proexport y Eucofel, Juan Marín Bravo. «Cuando empezaron a llegar las primeras informaciones de China, parecía algo lejano que no llegaría aquí», recuerda. Sin embargo, lo ha hecho, y ello, cree Marín, «nos está haciendo recapacitar y reflexionar». En primer lugar, porque «es una situación para la que no estábamos preparados», y en segundo, considera, «porque esto nos va a hacer cambiar algunos conceptos y prioridades, independientemente del sector al que cada uno nos dediquemos o de la posición que tengamos en él».
La aparición y expansión del Covid-19, señala el responsable de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región, además de gerente de la empresa Campo de Lorca, «va a modificar el sentido de las cosas en el medio y largo plazo». Cuenta que la primera semana de trabajo tras el decreto del estado de alarma «fue durísima», porque «había mucho miedo a podernos contagiar». Erigido y revalidado como fundamental, el trabajo en el sector agroalimentario, lejos de disminuir, se ha visto incrementado por el impulso de la demanda, no solo nacional, sino a nivel global. Y en este sentido, cree Marín, «hemos descubierto, empezando por nuestros propios empleados, que lo que hacemos es un trabajo de gran responsabilidad. Se lo he dicho muchas veces a mi equipo: 'Esta situación nos va a poner en valor y va a demostrar que somos un sector muy importante y que está realizando un trabajo serio'. Y así lo han entendido».
Afirma Marín que «nunca había visto a la gente hacer cola y darse codazos por una lechuga o un tomate. Pasó en Madrid, en Murcia y está pasando en Inglaterra. Cuando la mayoría de las familias están confinadas en casa, son nuestros empleados los que se levantan a la siete de la mañana y se ponen en riesgo para garantizar el abastecimiento. Creo que por primera vez la gente se ha dado cuenta de que hay un sector sanitario que está dando la vida, al igual que las fuerzas de seguridad y los transportistas, pero también nosotros estamos ahí dando la cara. Y estoy convencido de que, cuando todo pase, este esfuerzo no se va a olvidar».
«Nunca había visto a la gente hacer cola y darse codazos por una lechuga o un tomate»
«El mensaje de sector estratégico que tantas veces hemos trasladado a la sociedad se ha convertido en una realidad, y no podemos desmontarlo para que mañana vengan los productos de China o de otros países donde, como tantas veces hemos denunciado, la seguridad alimentaria no se garantiza. Va a haber un antes y un después tras este maldito coronavirus».
El parón social al que la pandemia ha obligado apenas ha modificado las rutinas de Marín –«sigo trabajando como antes, e incluso más», reconoce–, pero sí le está permitiendo reconsiderar comportamientos. Está convencido de que, tras esta crisis, «los hábitos de consumo van a ser distintos» y de que todos nos volveremos «un poco más conservadores». Para cuando todo acabe ya tiene planes: «Le he prometido a mi equipo que vamos a montar una gorda», sonríe. «Les debo mucho porque han tirado para adelante y han estado a la altura. Se lo merecen».