Los empresarios exigen al Gobierno regional y al central «unidad de acción» por el Mar Menor
Piden acabar con el «espectáculo bochornoso» y de «patio de colegio» entre partidos políticos e instan a la toma de «medidas inmediatas»
El cuarto día consecutivo de aparición de peces muertos en las playas del Mar Menor en mitad de un enconado cruce de acusaciones entre partidos y administraciones ha sumido en la indignación al sector empresarial de la Región de Murcia. Considera que este nuevo episodio negro en la laguna debe ser «un punto de inflexión» que lleve a la toma de «medidas inmediatas» para acabar con el deterioro del ecosistema y de la actividad económica asociada a su atractivo turístico.
Desde la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia (Croem), su presidente, José María Albarracín, lamenta que los partidos políticos estén dando «un espectáculo bochornoso» y dice que la situación «tiene que parar ya». «Estamos dando una imagen realmente lamentable del conjunto de la Región», señala el representante de la patronal. Por ello, exige «a la clase política que trabaje desde la unidad de criterio, para realizar acciones conjuntas» que den soluciones a la crisis ambiental de la laguna con decisiones que estén basadas en el criterio de «los científicos y los técnicos, que son los que conocen perfectamente lo que hay que hacer».
«Ha llegado el momento de exigir al Gobierno regional y al de España que se unan para solucionar un problema que es muy importante y que hay que zanjar lo antes posible», apunta. «No puede significar que haya un partido de un color en Madrid y de otro distinto en la Región y que no se luche para salvaguardar el Mar Menor, que es la auténtica joya y el principal enganche del sector turístico en la Región».
La patronal muestra su «extrema preocupación» por el impacto que la crisis ambiental puede tener en el crecimiento
«No se ha hecho nada en los últimos años y, concretamente, desde la anoxia de 2019», lamentan desde Hostecar
Albarracín recuerda que del turismo asociado al Mar Menor «dependen también, sobre todo en época estival, otros sectores como la hostelería, la restauración y los alojamientos, que ya bastante calvario están atravesando con la situación de la pandemia de la Covid-19 como para que encima echemos leña al fuego y nos tiremos piedras contra nuestro propio tejado». Así, urge a «revertir esa situación de manera inmediata», porque «es la única forma que tenemos para evitar la imagen que se está transmitiendo, que es malísima». «No es momento de buscar culpables –declama–, sino de mirar hacia adelante y buscar soluciones».
«Inacción» desde la 'sopa verde'
El sentir es similar entre los empresarios de la zona. La presidenta de la patronal cartagenera (COEC), Ana Correa, afirma que en la comarca están «indignados» ante la falta de acción. «Empezamos con la 'sopa verde' en el año 2016 y todo el mundo se preocupó mucho y empezamos a destinar una gran cantidad de fondos a estudiar y monitorizar el Mar Menor, pero las actuaciones realizadas han sido cero».
Para Correa, ya no hay tiempo que perder. «Es hora de que se tomen ya medidas», dice. «Nos parece de patio de colegio que haya discusiones de 'y tú más' entre el Gobierno regional, el central y la Confederación Hidrográfica del Segura, cuando estamos hablando de la solución del Mar Menor, que afecta a todo el sector turístico y de servicios».
En el mismo sentido se pronuncia el presidente de Hostecar, Juan José López: «Estamos viendo que no se ha hecho nada en los últimos años y, concretamente, desde la anoxia de 2019, cuando ya vivimos un episodio similar a este». «Mucho vertido cero, mucha franja, mucho salmueroducto, mil mesas con no sé cuántos técnicos, pero al final seguimos con el mismo problema», lamenta. «Esto no debería haberse repetido. Que después de lo que pasó, dos años más tarde, no solo no se haya solucionado la situación, sino que se haya agudizado es increíble», critica López, que defiende que el estado de la laguna es hoy «peor» que entonces, cuando miles de peces llegaron boqueando para morir en la orilla de las playas de San Pedro del Pinatar. «Los que estamos pisando el entorno lo estamos viendo, que las playas están cada vez peor, que la situación va cada día más al límite», subraya.
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«Somos empresarios, vivimos del sector de la hostelería, estamos en el entorno de un sitio único, y por desgracia, por la inacción de la gente que está al mando, porque es así, tenemos esta situación –dice López–. Lo único que pedimos es que haya consenso y que no usen esta desgracia natural y económica para el rédito electoral, que es lo que está pasando».
La presidenta de los empresarios de Cartagena estima que el enfrentamiento entre partidos en torno a la degradación de la laguna «solo evidencia que los representantes políticos están absolutamente alejados de la realidad, de lo que está pasando y de lo que puede terminar de pasar». «Llevamos muchos años reivindicando que se sienten en una mesa, se pongan a trabajar y que apliquen soluciones», señala. «Basta ya».
Para ella, esas soluciones pasan primero «por sentarse todos juntos, dejar fuera las rivalidades políticas y actuar por el bien común», y, en segundo, por poner en marcha actuaciones urgentes, «la primera de ellas, el vertido cero. Pero ya con carácter inmediato. Y si no tienen capacidad para hacerlo, tendrán que nombrar a un alto comisionado que tome las decisiones –asevera–. Pero tiene que ser una persona que tenga capacidad de gestión y, desde luego, presupuesto».
«Si no tienen capacidad para solucionar el problema, deberían nombrar un alto comisionado», dice COEC
Croem asegura que apoyará «todas las actuaciones que cuenten con el aval científico» para salvar la laguna
Una «losa» para 2022
La crisis del Mar Menor ha sorprendido a los empresarios en mitad de una campaña «muy positiva» en el Mar Menor, con ocupaciones que cifran cerca del 80%, exceptuando zonas donde «el turismo es ya prácticamente nulo, como en Los Urrutias, Los Nietos, Punta Brava o El Carmolí», explica Juan José López, de Hostecar.
Croem y COEC reconocen que la crisis de la mortandad de peces ya no va a afectar al sector esta temporada, porque «el mes de julio ya ha pasado y el de agosto prácticamente también», pero mantienen su «extrema preocupación» ante su repercusión futura. «A nivel turístico, toda la zona de La Manga y toda la Costa Cálida, ha sido espectacular –señala Correa–. Ahora esto viene a ser otra vez una losa encima de nuestra cabeza» de cara a 2022.
«De seguir así la situación, puede tener un impacto importante en el crecimiento y la economía regional», alerta Albarracín.
