Educación abre más de 300 expedientes por acoso al año, pero solo confirma el 10%
Los alumnos de ESO protagonizan el grueso de faltas graves y muy graves, según el último informe del Observatorio para la Convivencia Escolar
La Consejería de Educación inicia cada curso más de 300 expedientes por denuncias de acoso escolar, pero solo en el 10% de los ... casos se concluye que ha habido evidencias de 'bullying'. Lo revela así el último informe del Observatorio para la Convivencia Escolar de la Región, de 2020, en el que se recoge que en el último curso estudiado, interrumpido por la pandemia, el Servicio de Ordenación Académica de la Consejería de Educación recibió por parte de los centros educativos 340 protocolos sobre «posible situación de acoso escolar».
De los expedientes iniciados, 34 concluyeron con la existencia de «evidencias de acoso escolar». La proporción entre los protocolos abiertos y los que se han resuelto con evidencias es similar en los cursos anteriores: en 2018-2019 se abrieron 433 expedientes, 55 de ellos con evidencias; y el año académico siguiente fueron 339, de los que 34 terminaron confirmados.
El 44,12% de los casos son por acoso verbal. El 29% denuncian acoso verbal y físico, y el 8%, en las redes sociales
La estadística elaborada por el Observatorio para la Convivencia Escolar revela que «los insultos y los ofensas de palabra son los hechos que más se repiten, pero hay que matizar que varias de las causas se pueden dar de forma paralela». Del total de los casos a los que la Consejería de Educación ha dado entidad tras su estudio, el 44% se corresponden con denuncias provocadas por situaciones de acoso verbal; en el 29% de los casos se suma, además, el físico. En diez de cada cien expedientes abiertos, el 'bullying' se ha producido en redes sociales. «De los protocolos resueltos con evidencias, cuatro casos se relacionan con 'ciberbullying' o ciberacoso. Según los datos recabados de los centros educativos a través de una encuesta, se concluye que tanto Instagram como WhatsApp son las vías principales por las que se lleva a cabo el ciberacoso, realizándose este de forma menos habitual por Facebook u otras redes sociales».
Algunos datos
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8,8% de los protocolos resueltos son por acoso sexual, y apenas el 3% por extorsión.
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168 protocolos por autolisis se abrieron en el curso 2019-2020. 118 fueron por ideas autolíticas, 44 por autolesiones y en el resto de los casos por ambas cosas. La cifra es previa al incremento de problemas de salud mental derivados de la pandemia.
El informe aborda también los casos de autolisis detectados en los centros educativos, pero esos datos son anteriores a que afloraran los problemas de salud mental en adolescentes derivados de la pandemia. En cualquier caso, el observatorio destaca que en 2020 se iniciaron 168 casos.
Las ideas autolíticas protagonizaron 118 de los protocolos iniciados, en 44 casos se tuvo constancia de que los alumnos padecían autolesiones, y en los seis restantes se concentraron las dos circunstancias. La etapa de Educación Secundaria Obligatoria (entre los 12 y los 16 años de edad), y en menor medida, el Bachillerato, «son etapas en las que el alumnado se encuentra en la fase de la adolescencia, y el 80% de esos protocolos surgen en ese momento del desarrollo humano, en el que tener ocasionalmente pensamientos suicidas no es anormal. Estas ideas se vuelven anormales en los niños y adolescentes cuando además del deseo de morir, la realización del acto para quitarse la vida parece ser la única salida para sus dificultades. Existe entonces un serio riesgo de suicidio o intento de suicidio», señala el informe.
Las amenazas e insultosa los compañeros y a los profesores son la causa de la mayoría de las amonestaciones
El Observatorio desglosa las infracciones consideradas como faltas muy graves cometidas por los estudiantes. En Educación Primaria la más cometida son las «amenazas, insultos y agresiones o actos violentos entre compañeros que causen un daño grave, así como los actos que atenten contra la integridad, intimidad o dignidad de los compañeros o demás miembros de la comunidad educativa».
En Secundaria, que es la etapa educativa que más faltas muy graves contempla, con un 73% del total, se repite el comportamiento de Primaria, con un porcentaje elevado también de actos graves de agresión, insultos, amenazas y actitudes desafiantes cometidos hacia los profesores y demás personal del centro educativo.
Los chicos concentran los casos de indisciplina
El informe que analiza los casos de incumplimiento de las normas de convivencia de los colegios e institutos de la Región evidencia que las faltas graves y muy graves son cometidas, de forma muy mayoritaria, por los alumnos varones. En Educación Infantil concentran el 100% de los casos, en Primaria el 81%, en la ESO el 84% y en Bachillerato el 73%.
En cuanto a las medidas correctoras aplicadas por faltas muy graves contra las normas de convivencia, en todas las etapas la más aplicada es «la suspensión del derecho de asistencia al centro por un periodo comprendido entre uno y quince días lectivos». En cambio, los protocolos activados por autolesiones tienen una incidencia mucho más elevada entre las alumnas, «llegando a duplicar los casos abiertos». Del total de protocolos abiertos, 112, el 66,6%, se refieren a chicas, entre quienes aumentaron un 3,3% su incidencia con respecto al curso anterior.
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