Borrar
Antonio Andrés Sánchez, presidente de la Asociación de Peluqueros Artesanos de Murcia, quien denuncia la alta precariedad del sector.
Más de 1.500 profesionales de peluquería recurren a la economía sumergida para subsistir

Más de 1.500 profesionales de peluquería recurren a la economía sumergida para subsistir

El sector reclama que el IVA baje al 10% para frenar la sangría de cierres en Murcia

Juan Carlos Hernández

Viernes, 24 de marzo 2017, 00:32

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A finales de abril comienza la temporada de bodas y comuniones, lo que incrementa en un 30% la facturación de las peluquerías. Más de 1.500 profesionales expulsados del mercado laboral a causa de la crisis lo aprovecharán para subsistir, ofreciendo servicios a domicilio, según la Asociación de Peluqueros Artesanos de Murcia. La diferencia es significativa: los impuestos se llevan hasta un 45% de los ingresos de un autónomo del sector.

El mundo del estilismo pasa por la situación más crítica que recuerda. Suma ya 200 millones de euros en pérdidas en Murcia desde el inicio de la crisis. La brusca caída de la demanda y, sobre todo, la subida del IVA (del 8% al 21%) se han llevado por delante a 400 centros de belleza y peluquerías, dejando en la calle a cientos de profesionales. Entre el 60% y el 70% de los establecimientos funcionan al ralentí, cubriendo costes. Solo las barberías están notando cierta recuperación.

La primera señal de alarma se produjo al principio de esta década, cuando clientes que acudían todas las semanas a arreglarse el pelo ya solo aparecían cada quince días o una vez al mes. Los servicios más rentables -teñidos de pelo y permanentes- se vinieron abajo poco después, al tiempo que se disparaba la demanda de tintes y demás productos para el cabello en los supermercados y empresas mayoristas. «Los venden al mismo precio que a nosotros, los profesionales. Es algo que nos está destrozando», indica Antonio Andrés Sánchez, presidente de la Asociación de Peluqueros Artesanos de Murcia

Para mantener la afluencia de público, la mayoría de los empresarios (al menos siete de cada diez) decidieron asumir total o parcialmente el impacto de la subida del IVA. El precio medio de los cortes de pelo se 'congeló' entre 9 y 11 euros para caballeros y entre 15 y 20 euros para mujeres. Sin embargo, el margen de beneficio rara vez pasa del 15% en el sector.

Al asumir el incremento al 21% del IVA, muchos establecimientos entraron rápidamente en pérdidas directas ante la caída de la demanda. Un informe elaborado por la consultora Key-Stone para Stanpa, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, indica que, en 2011, una peluquería urbana atendía una media de 74 clientes por semana y actualmente apenas tiene 57. En los centros de belleza era normal que hubiera entre cinco y seis personas trabajando. Ahora hay una o dos y se contrata a más solo para fines de semana, festividades locales, Navidades, Semana Santa y temporadas de bodas y comuniones.

Puertas cerradas

Cientos de jóvenes que se gradúan en peluquería y estética en los centros de FP ven cerradas las puertas para trabajar o abrir un establecimiento, aunque sea de franquicia, dada la situación. Ello está haciendo proliferar la actividad 'pirata' por parte de peluqueros a domicilio. Se trata de una profesión artesanal. Se trabaja con tijeras, peine y manos, como ya se hacía en Grecia hace 2.400 años. No se puede automatizar. Por eso el sector considera que lo que se recauda de más con el IVA aplicado al sector se pierde en peluqueros sin posibilidad de pagar impuestos.

Para Antonio Andrés Sánchez, la única salida es rebajar el IVA al 10%. «Solo con eso destaca lograríamos que más de la mitad de las peluquerías cerradas pudieran reabrir y aflorar a la mayoría de los profesionales que trabajan en la economía sumergida. Quedaría acaso un núcleo de 200 o 300, pero solo sería una aguja en el pajar».

El presidente de la Asociación de Peluqueros Artesanos de Murcia afirma que la demanda murciana da cabida a más de 10.000 profesionales del sector, siempre que se rebaje la presión fiscal. Añade: «Es muy triste ver a empresarios con décadas de experiencia que deciden tirar la toalla y traspasar sus negocios porque están asfixiados por los impuestos. No podemos permitirnos esto. La peluquería es un arte. Y debe ser tratado como tal».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios