Dos detenidos por agredir sexualmente a una menor de 13 años en Cartagena
La Fiscalía decreta libertad con cargos para los acusados y les prohíbe acercarse y comunicarse con la niña, mientras se practican más diligencias
La Policía Nacional detuvo esta semana a dos menores de edad como sospechosos de agredir sexualmente a una chica de 13 años en varias ocasiones ... durante los meses de junio, julio y agosto en Cartagena. Los investigadores de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional tratan de averiguar si los dos investigados amenazaron a la víctima durante semanas con difundir unos vídeos de contenido sexual en la que ella aparecía para que accediera a lo que le pedían.
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Tras varias semanas en la que la menor asegura que, bajo esta amenaza, mantuvo relaciones sexuales con más jóvenes del grupo, la chica puso fin al supuesto chantaje el pasado lunes cuando contó a su madre lo que estaba pasando y al día siguiente denunciaron los hechos en la comisaría de la Policía Nacional de Cartagena.
Los agentes detuvieron ese mismo día a dos menores –de 14 y 16 años, nacionalidad española y con vínculos familiares– acusados de presuntos delitos de agresión sexual, descubrimiento y revelación de secretos, coacciones y amenazas. Los arrestados fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Menores el miércoles, que decretó su puesta en libertad provisional y la prohibición de acercarse y comunicarse con la víctima mientras prosigue la instrucción.
Fuentes próximas a estas diligencias explicaron a LA VERDAD que los hechos comenzaron a principios del mes de junio en una casa abandonada situada en un barrio del extrarradio de la ciudad portuaria. La menor acudió con uno de los acusados, de 14 años y con el que tenía una relación de amistad, y con otros dos amigos de este. Allí, estuvieron los cuatro consumiendo bebidas alcohólicas. De aquel día, la chica solo recordaba que había un colchón y que se encontraba en un estado fuera de lo normal, debido a la medicación que tomaba, según explican las fuentes.
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Días después, mientras hablaba por videollamada con uno de los chicos que había estado en la vivienda abandonada, este le dijo que tenía un vídeo suyo de ese día en el que aparecía ella manteniendo relaciones sexuales con penetración con su amigo. La menor le pidió que borrase las imágenes, algo que supuestamente hizo.
Varios días después, ya en el mes de julio, la joven recibió la visita en su casa de su amigo, e iba acompañado por otro joven —el otro menor que fue detenido de 16 años—, y le sugirió subir al rellano del último piso del bloque para hablar y ella accedió.
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Una vez que estuvieron arriba, la joven asegura que este chico le dijo que le hiciera una felación y ella se negó. La denunciante quiso irse de allí y se dispuso a bajar por las escaleras, pero vio que un poco más abajo de esa planta había otros seis o siete chicos a los que no conocía y le bloquearon el paso.
Patadas y puñetazos
El menor la cogió y la subió de nuevo al rellano y volvió a decirle que le hiciera una felación. Ella le dijo que no y él reaccionó golpeándola, «tanto con patadas como puñetazos y escupitajos, mientras le decía: '¿Me la vas a chupar o no?'», según las fuentes mencionadas. Ella accedió finalmente a hacerle una felación para no recibir más golpes, mientras el otro acusado, el de 16 años, la agarraba por la espalda y grababa la escena con su móvil.
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Una vez que terminó de eyacular sobre la camiseta de la joven, el grupo se marchó. A partir de aquel día, la chica, supuestamente, comenzó a recibir llamadas del joven para mantener relaciones sexuales con ella, bajo la presunta amenaza de difundir los vídeos que tenía manteniendo relaciones sexuales con ella, tanto en la casa abandonada como en el rellano de su edificio.
Otros supuestos implicados
Las amenazas de difundir los vídeos se repitieron, en apariencia, durante todo el verano, y en ese tiempo mantuvo relaciones sexuales «vaginales, orales y anales» en contra de su voluntad con los dos menores acusados y otros miembros del grupo, a los que no conocía, a cambio de no publicar los vídeos en redes sociales.
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El pasado lunes 28 de agosto la menor quiso poner punto final a las supuestas coacciones y le contó a su madre todo lo ocurrido. La joven denunció los hechos en la Comisaría de la Policía Nacional de Cartagena e identificó a los supuestos dos principales agresores. Los agentes los detuvieron ese mismo día y el pasado miércoles pasaron a disposición de la Fiscalía de Menores, que coordina la investigación. Los dos acusados fueron puestos en libertad con cargos con una orden de alejamiento y la prohibición de comunicarse con la denunciante.
Los sospechosos sostienen que las relaciones fueron consentidas
La defensa de los dos menores detenidos por esta supuesta agresión sexual, que ejerce el penalista Eduardo Romera, sostiene que las relaciones de ambos con la menor fueron consentidas. En sus declaraciones ante el Ministerio Público, los sospechosos, que tienen 14 y 16 años y son primos, descartaron que forzaran a la presunta víctima y relataron, incluso, que la niña grababa vídeos sexuales y los vendía.
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El arrestado de 14 años explicó al fiscal que mantenía una relación «de rollo» con la menor después de que ambos hubiesen coincidido en su barrio y hablado por Instagram. Explicó que había estado con la joven en una casa abandonada y que allí habían mantenido relaciones, según su versión, consentidas. El sospechoso sostuvo que fue un amigo de la chica el que grabó el encuentro sexual con su móvil y que él, al percatarse, se apartó.
Una grabación de móvil
Descartó, no obstante, que amenazase a la menor con difundir esas imágenes para obtener sus favores sexuales. Tras ese encuentro en la casa abandonada, explicó el acusado, su relación con la chica se acabó por desinterés de ambas partes.
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Respecto al episodio en el edificio de la supuesta víctima, este sospechoso explicó que acudió con su primo –el otro procesado– porque este le dijo que iba a ver a la chica y que supo que ambos habían mantenido sexo oral porque, aunque no lo vio, lo oyó. El acusado sostuvo, además, que la niña le ofreció, en ese momento, practicarle una felación y él accedió, pero negó que le agrediese o escupiese para forzarla.
El sospechoso de 16 años reveló también en su declaración que, mientras se encontraba en su edificio, la menor mantuvo sexo oral con algunos otros jóvenes que se encontraban en el mismo, aunque remarcó que lo hizo de forma voluntaria.
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