El director general de Agricultura cree «muy difícil» el control de los nitratos
El alto responsable de la Consejería declara como investigado por los vertidos al Mar Menor y niega que la competencia para atajarlos fuera suya
Determinar de quién era la competencia en la Consejería de Agricultura respecto del control de los vertidos de nitratos empieza a convertirse casi en un misterio de difícil resolución. Claro está que ninguna de las partes personadas en las diligencias sobre la contaminación del Mar Menor, bautizadas como 'caso Topillo', debía albergar demasiadas esperanzas en que alguno de los imputados entonara el 'mea culpa' y declarara: «Eso era responsabilidad exclusiva mía, Señoría, y aquí estoy para responder de ello».
Pero, después de unas cuantas comparecencias de antiguos y actuales actos cargos de la Consejería que durante largos años presidió Antonio Cerdá, la sensación es que nadie va a asumir de buen grado la más mínima implicación en ese asunto. Sobre todo teniendo en cuenta que parece la piedra angular sobre la que va a girar la causa sobre la degradación de la laguna salada.
Ayer le tocó el turno al actual director general de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura, Francisco José González Zapater, quien tuvo que declarar como investigado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Murcia, Ángel Garrote. Este alto responsable de la Administración regional había sido señalado indirectamente por otro ex director general, Ángel García Lidón, cuando en su comparecencia señaló que el Servicio de Sanidad Vegetal tenía competencias en materia de nitratos desde 2015. Y precisamente era González Zapater quien se encontraba al frente de ese ente en tales fechas.
«Si García Lidón dijo que eso le correspondía a Sanidad Vegetal, fue por desconocimiento o error»
Sin embargo, el aludido rechazó rotundamente esa atribución. «Eso no es así; es totalmente erróneo», aseguró, a lo que añadió que el paquete de higiene para la producción agrícola, incluido dentro de un plan nacional, solo se refería «a la seguridad alimentaria, como enfermedades microbiológicas que se pueden transmitir por aguas residuales, estiércoles, etc.», pero que en ningún caso se refería al control de nitratos. «El Servicio de Sanidad Vegetal nunca controló el uso de los fertilizantes ni la contaminación por nitratos», manifestó. Y para zanjar el asunto indicó -a preguntas de su letrado, Melecio Castaño- que si García Lidón había asegurado tal cosa, sería «por desconocimiento del tema, por un error».
Sí admitió haber asumido tal responsabilidad sobre esos vertidos en 2017, cuando se atribuyó ese problema expresamente a su dirección general. «Pero no me consta que hasta ese momento ningún organismo estuviera encargado de ese control concreto», señaló.
En lo que sí vino a coincidir con alguno de sus predecesores en el paso por el juzgado fue en señalar que «es muy difícil controlar la cantidad de abono nitrogenado que utiliza cada agricultor». Y afirmó no tener conocimiento de que hubiera algún plan de control de los fertilizantes, ya fuera regional o nacional.
La instrucción del caso seguirá avanzando en los próximos días con nuevas tomas de declaraciones.
