El dictamen del Consejo de Estado sobre el Trasvase depende de una exconsejera de Castilla-La Mancha

Magdalena Valerio también ha sido concejal del Ayuntamiento de Guadalajara, donde está la cuna del acueducto Tajo-Segura, así como parlamentaria en las Cortes Regionales y diputada en el Congreso. Ha tenido diversos cargos orgánicos en el PSOE castellanomanchego, que postula el cierre del Trasvase para los regadíos del Levante. Valerio tiene ahora en su manos el dictamen preceptivo que debe emitir el Consejo de Estado sobre la nueva planificación hidrológica. Y debe hacerlo con prontitud.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha apremiado a su anterior compañera de Gobierno para que se pronuncie con urgencia. En este sentido, le envió a Magdalena Valerio una carta el pasado 23 de diciembre para que el Consejo de Estado emita su dictamen «con urgencia antes del 20 de enero», según el documento al que ha tenido acceso LA VERDAD. Quiere decir que los miembros del máximo órgano asesor del Gobierno central, con las fiestas navideñas de por medio, tienen que analizar en un tiempo récord la documentación del Consejo Nacional del Agua y, principalmente, el borrador del real decreto que debe aprobar el Consejo de Ministros, además de dar audiencia y resolver las alegaciones y estudiar los votos particulares. Ribera quiere liquidar este capítulo con la máxima celeridad, en comparación con la larga tramitación que han tenido los planes de cuenca.

Como viene informando esta Redacción, el Ministerio ha eliminado la disposición adicional que amortiguaba el recorte del Trasvase, sin respetar el contenido que respaldó el Consejo Nacional del Agua.

Para justificar la urgencia, Teresa Ribera señala que el decreto debe entrar en vigor «a la mayor brevedad posible», aludiendo a la ley de Aguas y a la directiva europea. Los dictámenes del Consejo son preceptivos, pero no vinculantes, aunque tienen una gran carga política, jurídica y administrativa. Magdalena Valerio sustituyó en el cargo a María Teresa Fernández de la Vega, expresidenta del Gobierno con Rodríguez Zapatero, la cual tuvo un papel relevante en las múltiples reuniones que mantuvo en aquella época con los regantes y los empresarios de la Región, tras la derogación del Trasvase del Ebro.

Ximo Puig también ha enviado un escrito a Magdalena Valerio solicitándole que conceda audiencia a la Comunitat Valenciana para conocer de primera mano la redacción final que ha llegado al citado órgano consultivo en lo que afecta al Trasvase Tajo-Segura y poder, así, presentar alegaciones. Reiteró que el proyecto que respaldó el Consejo Nacional del Agua resulta esencial para garantizar el Tajo-Segura, por lo que cualquier modificación o supresión del mismo «encontrará el más firme rechazo por parte del Consell», indicó en una nota. Exige que se respeten los acuerdos alcanzados.

El presidente del PP valenciano, Carlos Mazón, afirmó que Ximo Puig «no tiene autoridad moral, ni de certeza ni política, para hablar del Trasvase». Añadió que «el dúo (Pedro) Sánchez y Puig está laminando el agua que necesita merecida y justamente la Comunitat. Lo único que podemos hacer ya para conseguir el agua es que Puig y Sánchez dejen de gobernar. No hay otra solución; ya está bien de este engaño».