«Mi deseo es una vida sencilla junto al mar»
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José Luis Cegarra, director del festival La Mar de Músicas de CartagenaApenas unos días antes de que empezaran a contabilizarse los primeros contagios locales por coronavirus en España, recuerda José Luis Cegarra, director del festival cartagenero La Mar de Músicas, «habíamos estado en Madrid, en ARCO, donde se dio cita todo el 'glamour' del arte contemporáneo». Entonces, «nadie pensó que esos pabellones ARCO se celebra en Ifema se convertirían en hospital de campaña. Ni al artista más vanguardista se le hubiera pasado por la cabeza esta 'performance' cuando el virus ya estaba por allí».
Durante aquellos días, en los que salir a hacer deporte no estaba limitado, y en los que los niños podían jugar en la calle a todas horas, «veíamos dice Cegarra las noticias de todo el mundo y mirábamos para otro lado. Lo que más perplejo me ha dejado es cómo no nos dimos cuenta de que esto era serio».
Cree Cegarra que esta emergencia sanitaria nos ha revelado «la fragilidad del sistema. Somos un accidente en el planeta. Ocupados en progresar hemos desatendido nuestra salud y el bienestar común. Nos creíamos invencibles y hemos agotado y consumido nuestros recursos sin pensar que en el fondo somos frágiles. Pensábamos estar a salvo de las pandemias que veíamos en los medios de comunicación».
«Nos creíamos invencibles y hemos agotado y consumido nuestros recursos sin pensar que en el fondo somos frágiles»
«Evidentemente añade, desde su confinamiento ya todo parece pasado pero habrá un antes y un después. Primero fue China, después Europa y seguíamos como si nada. Ahora estamos preocupados por nosotros y no pensamos cómo se desarrollará en África o América Latina».
La Covid-19, está convencido el cartagenero, dejará huella: «A nivel individual, espero que a la salida hayamos tomado nota y ordenado nuestra escala de valores»; y a nivel colectivo, «no olvidar que este mundo es de todos y que las grandes soluciones solo pueden venir de la cooperación, la solidaridad y de la investigación de los grandes problemas sociosanitarios que nos afectan».
Jóvenes
Le asusta especialmente «lo que les ha tocado vivir a las jóvenes generaciones, que no lo tenían fácil y ahora tendrán que hacer un esfuerzo doble. Además de que la precariedad y la inestabilidad añaden un plus a su incorporación al mundo laboral y su participación en la vida social». También le preocupan «los compañeros y compañeras del sector cultural, que representa el 4% del PIB, la vuelta a organizar el trabajo, que la cultura vuelva a tener la importancia que se merece y que nadie se quede tirado. Es nuestra identidad», defiende.
El festival que dirige no llenará este verano las calles de música y color. Será la primera vez en 25 años de trayectoria que La Mar falte a su cita: «No acabamos de asumirlo. Este proyecto nació para dar vida a la ciudad en unos momentos difíciles, y a lo largo de su historia ha pasado por vicisitudes muy complejas y dolorosas a nivel personal en el equipo, ajustes económicos... Se nos hizo muy difícil asumir esta realidad, aunque por las características del festival: evento masivo, giras internacionales... veíamos que iba a ser muy complicado. Todo estaba preparado para presentar el programa el 17 de marzo».
Confinado, como el resto de la población desde la declaración del estado de alarma, Cegarra ocupa sus días «atendiendo el trabajo que queda pendiente, proyectando, por si es posible, el último trimestre del año, y tratando de estar al día de cómo vamos a salir en el mundo de la cultura a través de foros, redes, colectivos y asociaciones de profesionales». En el terreno personal, dedica el tiempo libre «a cuidar de la familia y a dejarse cuidar». «Lo que más raro se me hace es que, por primera vez en mi vida, llevo días sin ir a la playa, sin nadar ni tomar el sol, que es habitual en mí».
«Me aferro a la familia, los amigos y el trabajo, y espero que cuando salgamos de esta no haya habido muchas más pérdidas personales y podamos disfrutar de una vida lo más parecida posible a la que teníamos en lo positivo». «Mi deseo concluye es una vida sencilla junto al mar».