Mugello, cuestión de honor

Mugello es la casa de Valentino Rossi, y es también la de Jorge Lorenzo, ganador del GP de Italia en los últimos tres años. Los dos pilotos oficiales de Yamaha ya no saben a qué recurrir para intentar hacer frente a HRC y a Marc Márquez, y como los buenos jugadores de 'poker', miran con rostro gélido y lo apuestan todo a una carta, la del honor. 'Il Dottore', en su gran premio 300, sabe que su situación marcha lejos de ser la ideal, pero tiene a su favor estar viviendo una segunda juventud, además de su excelso bagaje y de la motivación de correr en casa. Él lo sabe: «Estoy muy feliz por ir a Mugello. Es un circuito precioso y me gusta mucho. Es uno de mis fines de semana favoritos de la temporada y por esta razón trataré de dar el máximo. Son 25 puntos, como siempre, pero es la carrera de casa, y eso es una cuestión de honor», explica el nueve veces campeón del mundo.

En su mismo garaje, Jorge Lorenzo comienza a soltarse del clavo ardiendo que le une al campeonato, después de un arranque de temporada que no se imaginaban ni los más pesimistas. «Lo primero de todo es que me gustaría olvidar lo que sucedió en Le Mans, donde no me sentí bien en la moto, y por lo tanto necesitamos pensar en el futuro. Nunca me rendiré y continuaré trabajando realmente duro para estar listo para cuando llegue nuestro momento. Mugello es un circuito que se ajusta a mis condiciones y donde he tenido algunos grandes recuerdos en los últimos años. Es un trazado especial y el diseño es fantástico para mi estilo de pilotaje», afirma el '99'.

Pero nada esta temporada es posible sin que pase por el filtro de Marc Márquez. El piloto de Cervera llega al trazado italiano después de un pleno de cinco victorias en igual número de grandes premios, despertando el asombro de la mayoría y el ingenio de algunos. El último en lanzarle un guiño fue Cal Crutchlow, quien a través de las redes sociales le preguntó en forma de ironía si no tenía pensado descansar y pasar este fin de semana, por ejemplo, en cualquier playa. Para desgracia del británico y del resto de la parrilla, el líder del campeonato estará en el trazado transalpino con la única intención de luchar por su sexta victoria.

Sin embargo, los recuerdos de Márquez de Mugello no son demasiado agradables. Se cayó en carrera, firmando uno de sus dos únicos 'ceros' del Mundial, y estuvo a punto de pasarle algo más serio en los entrenamientos, cuando en otra caída pasó a apenas centímetros de un muro de cemento a más de 200 km/h. Para Marc también es un duelo al sol, y ya se encuentra caminando de espaldas y desenfundando el arma: «Ahora tenemos un año más de experiencia y espero que sea más fácil», lanzó para el desánimo de sus oponentes.

Rabat, con un problema en su garaje

En Moto2 veremos un nuevo capítulo de la guerra civil entre Rabat y Kallio. Tito ha arrancado el Mundial golpeando la mesa en sucesivas ocasiones, pero su compañero de garaje, de menos a más, se ha encaramado a lo más alto del podio en las dos últimas ocasiones y supone su amenaza más seria. No es la única. Con Nakagami perdido en la nada, son los habituales Corsi, Aegerter y Luthi, en compañía de los españoles Maverick Viñales y Luis Salom, los llamados a dar guerra en Italia.

En Moto3, la irregularidad de Romano Fenati permite que Jack Miller llegue con una carrera de ventaja sobre sus rivales. El australiano, que impidió el primer triunfo de Efrén Vázquez con una maniobra al límite del reglamento, manda con autoridad en la categoría pequeña. Al acecho, sin embargo, tiene varios perros de presa como el propio 'Efrentxu' y los dos Álex, Márquez y Rins, que parece que por fin le ha cogido el aire a la temporada. Ojo también a la progresión de Isaac Viñales, candidato a grandes cosas este fin de semana.