Denuncian a una asociación de Murcia por la tenencia irregular de aves protegidas e incumplir la ley de bienestar animal
Agentes Medioambientales decomisan siete ejemplares autóctonos tras la inspección a un centro de conservación de aves donde detectaron falta de «condiciones higiénicas»
Agentes Medioambientales y la Brigada de Investigación de Delitos Ambientales (Brida) de la Comunidad Autónoma llevaron a cabo el pasado mes de octubre dos denuncias ... por tenencia irregular de aves autóctonas protegidas y por incumplimiento de la Ley de Bienestar Animal por falta de cuidado e higiene contra la Asociación Vuelo Libre La Tercia, un centro dedicado desde 2019 a la supuesta conservación de aves silvestres nacidas y criadas en cautividad y ubicado en la pedanía murciana de Gea y Truyols.
La asociación carece, según los boletines de denuncia, de una «autorización» administrativa para mantener animales protegidos, algunos incluidos en el Catálogo de Especies Amenazadas de Fauna Silvestre de la Región de Murcia, por lo que, en el momento de la inspección, se decomisaron siete ejemplares por no aportar «documentación alguna sobre ellos, ni autorización para su tenencia, cría o recuperación», ni poseer «identificación (microchip o anilla)». En concreto, fueron un martinete, un cernícalo, una garcilla bueyera, un aguilucho lagunero, un cárabo y dos cigüeñuelas, algunos con lesiones o amputaciones en algunas de sus extremidades.
El centro, con el que se ha puesto en contacto LA VERDAD, niega la falta de documentación, alega que está inscrito como núcleo zoológico en el Ministerio para la Transición Ecológica y que tiene permisos, revisiones veterinarias, documentos de cesión de animales o certificados Cites (para el control documental de determinadas especies) de todas las aves. Los agentes también comprobaron que para 42 ejemplares, que sí disponían de microchip o anilla, la asociación no contaba con «autorización expresa, emitida por el órgano competente para su tenencia, cría o recuperación».
Las especies decomisadas y número de ejemplares en custodia de la asociación
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Mirlo (2)
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Estornino (2)
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Tórtola turca (2)
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Cuervo (2)
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Alcaraván (2)
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Cigüeña blanca (2)
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Graja (2)
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Garza real (2)
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Corneja (2)
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Grajilla (6)
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Chova piquirroja (4)
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Focha (1)
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Morito (2)
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Garcilla bueyera (2)
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Cernícalos vulgares (2)
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Halcón peregrino (1)
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Autillo (1)
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Mochuelo (1)
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Cárabo común (1)
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Martinetes (2)
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Cigüeñuela (1)
En dicho caso, se procedió al depósito cautelar de las aves en las mismas instalaciones y bajo la custodia de la asociación, «hasta que se resuelva el procedimiento administrativo correspondiente o se dicte resolución para ser decomisados». El responsable del centro aportó una «autorización para la tenencia y cría en cautividad de dos búhos reales y dos lechuzas» y su autorización como núcleo zoológico, según se cita en las denuncias. Los medioambientales detectaron, a su vez, «signos de escasos o nulos cuidados respecto a la salud de los animales» en varias aves: ala parcialmente mutilada de un cernícalo, malformación del pico en otro ejemplar o «evidentes señales de pododermatitis en las garras de un halcón peregrino», que tenía heridas «con sangre» en el extremo de un ala.
«La gran cantidad de animales inspeccionados no cuentan con el espacio necesario para mantener una vida digna y con un estándar de bienestar», según la Ley 7/2023, de 28 de marzo de protección de los derechos y el bienestar animal. La inspección halló también «animales atados a un cordel y en el suelo sin posibilidad de apenas abrir las alas». En conclusión, los agentes apuntaron que, «en términos generales, las condiciones higiénicas no son las idóneas para el gran número de animales que posee la asociación denunciada en las instalaciones».
«Todos los animales están en situación legal y documentados»
La Asociación Vuelo Libre La Tercia, que defiende mantener una función social al realizar charlas educativas y terapias con personas con discapacidad a través de la Comunidad Autónoma donde participan los animales, alega que la documentación y los certificados disponibles les permite operar como un centro de recuperación y conservación de aves silvestres que nacieron en cautividad, y atender a animales de particulares que no pueden asumir instalaciones oficiales como El Valle. Señalan que, en una inspección reciente y en más de una decena de actas desde que abrieron, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) les señaló como «todo favorable» en las instalaciones.
«Todos los animales están en situación legal y documentados», explica el responsable, quien defiende que, en el momento de la inspección, los agentes no daban por buenos los permisos disponibles que certificaban «que podíamos tener esas aves». Añaden que cada dos meses tienen una inspección veterinaria en el centro, que además permite identificar a los nuevos ejemplares que llegan: «Faltaba regular alguna de las aves que, por accidente, se había tenido que cortar la anilla y no se les había puesto el microchip».
Respecto a las lesiones que presentaban algunos animales, la asociación argumenta que estas heridas se debieron a circunstancias concretas donde no hubo de por medio maltrato animal y que se produjeron por cuestiones ajenas a ellos. Añaden que esperan también nuevos certificados del Ministerio para aves que están en vías de regularizar su estancia en el centro, y que en estas últimas semanas están recibiendo la documentación necesaria mediante inspección veterinaria.
Sobre el problema de falta de espacio denunciado por los agentes, la asociación defiende que cumple con toda la normativa, con «espacio suficiente para volar dentro». En algunos casos, añaden, hay instalaciones provisionales para estos ejemplares, y tienen previsto para el año que viene construir un aviario de 300 metros cuadrados.
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