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Espectacularidad en el concierto de Pet Shop Boys
Oé, mucho SOS, eh...

Oé, mucho SOS, eh...

Damon Albarn, Phoenix y Pet Shop Boys despiden la séptima edición del SOS4.8 con nota alta | Con alta nota y una enorme cantidad de público (cerca de 40.000 almas felices) se cerró la segunda jornada de una edición del Estrella de Levante SOS 4.8 que volvió a coquetear con su habitual aliado: el éxito

Jam AlbarracÍn

Lunes, 5 de mayo 2014, 14:08

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Con alta nota y una enorme cantidad de público (cerca de 40.000 almas felices) se cerró la segunda jornada de una edición del Estrella de Levante SOS 4.8 que volvió a coquetear con su habitual aliado: el éxito. También artístico, con tres grandes directos -cuatro si contamos el de los nacionales León Benavente- que ya de por sí justifican cualquier gran festival: Pet Shop Boys, Phoenix y Damon Albarn.

El que fuera líder de Blur estrenaba internacionalmente en Murcia su recién publicado primer álbum a título propio, un 'Everyday robots' de corte confesional que en directo sonó con enorme elegancia y calidez. Sonidos pop con alma soul, envueltos en texturas cercanas al trip-hop. Tocado con traje como procede en todo un gentleman británico y ora sentado al piano, ora apoyado en su guitarra, Albarn ofreció un repertorio en el que además de piezas de su nuevo disco -la apertura con 'Lonely press play', 'Photographs (You are taking now)'- no faltaron temas de Gorillaz -'Tomorrow comes today', 'Slow country'-, de The Good, The Bad & The Queen -'Three changes'- y hasta de Blur en su vertiente menos conocida -'All your life', la despedida con 'Tender'. Damon Albarn anda sensacional de voz, que es un crack ya lo sabíamos.

Phoenix pusieron el acento cool al festival, con su pop envolvente y grandes canciones como el inicio con 'Entertainmet', 'Lisztomania' o 'Rome', además de mostrar el mejor sonido de la noche y un decorado elegante y (solo aparentemente) sencillo, de indudable corte arty.

Con Pet Shop Boys todo se volvió excesivo, desde los mil trajes de Neil Tennant -cada uno más extravagante que el anterior- al hieratismo de Chris Lowe. Y un apartado visual, con abundancia de láseres, que hacen que proceda hablarse de show antes que de concierto. El recinto convertido en pista de baile gracias a un repertorio que alternó temas de su notable último disco con una colección de hits sin parangón: 'Integral', 'Suburbia', 'West End girls', 'It's a sin', 'Domino dancing', 'Go West'... Oé, mucho SOS, eh.

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