Luis Tosar persigue a 'El Niño' por el Estrecho

Pocos dudan a estas alturas de la eficacia de Luis Tosar. El actor gallego se asoma a sus papeles como garantía de éxito para cualquier director y, a sus 42 años, puede considerarse sin reparos como un actor ya consagrado. Con medio centenar de películas a cuestas, el otrora embajador de un cine de corte más social campa a sus anchas en cintas y personajes cada vez más dispares pero con un elemento común, la veracidad de sus interpretaciones. Un saber hacer que le ha granjeado tres premios Goya, el último en 2009 por la aclamada 'Celda 211', la cinta que terminó de encumbrarlo junto al director Daniel Monzón. Con él repite ahora en 'El Niño', donde se sumerge en el complejo hábitat del Estrecho de Gibraltar y las redes de tráfico de drogas que operan en la frontera sur de Europa. Un proyecto en el que el cineasta ha invertido cinco años y que se postula como el estreno más esperado.

«Me incorporé al equipo un año antes de empezar a rodar, con la primera versión del guión, pero gracias a Dani (Daniel Monzón) pudimos hacer nuestra parte de documentación», explicó ayer el actor. Para ello, organizaron pequeños viajes a los lugares de rodaje y entrevistas con el Servicio de Vigilancia Aduanera, lo que le permitió trabajar su papel de policía incorruptible en un reto que contrasta con el preso Malamadre que le 'regaló' el cineasta hace cinco años. La experiencia de los agentes veteranos resultó crucial en la labor de documentación y queda plasmada en la película, que se estrena este viernes. «Estamos acostumbrados a que los policías sean casi un personaje cinematográfico y necesitábamos ver que son personas de carne y hueso, ver visos de realidad, y esa realidad nos la dieron ellos», subrayó Tosar.

En la vida de los 'narcos'

Su personaje, Jesús, es un agente de Policía que lleva años tratando de demostrar que la ruta del hachís es ahora uno de los principales coladeros de la cocaína en Europa. «Trata de meterse en las vidas de narcotraficantes, tomando opciones a veces caprichosas en un puerto como el de Algeciras donde pasan tantas cosas todos los días. Hablamos de muchísimas horas de trabajo y de caminos que son un callejón sin salida y obligan a comenzar de nuevo», explicó el actor. Una labor que sitúa a sus protagonistas en la frontera de lo legal y lo ilegal y los enfrenta a la ambigüedad moral que impregna el enclave y a los personajes. «Fue lo que más me atrajo. La sensación de que hay una parte profesional y otra relacionada con lo humano, con ponerse frente a chavales que tratan de buscarse la vida y a los que incluso conocen desde la infancia. Se dedican a ello igual que mi personaje trabaja al otro lado, pero están todos en el mismo juego, enganchados a la adrenalina de ese mundo de velocidad, lanchas y helicópteros que forma parte de su vida cotidiana».

Para documentar «el otro lado» de esta lucha contaron con una veterana pareja de 'gomeros' -los encargados de trasladar la droga- que contaron su historia y sirvieron de guía para la cinta, que la recrea a través de dos adolescentes que se inician en el mundo del narcotráfico, 'El Compi' y 'El Niño', este último interpretado por Jesús Castro, la revelación de la temporada. También Tosar venía con la lección aprendida sobre el narcotráfico, muy presente en su Galicia natal en los años 80 y 90. «En el sur se ha importado la maquinaria y la estructura, incluso hay moldes de lanchas traídos de Galicia. Los narcos aprovecharon esa ingeniería y la adaptaron al entorno del Estrecho, que ha crecido y ahora es la puerta de Europa», relató el actor. «Son dos continentes confrontados y una energía que explota en forma de narcotráfico, formando parte de una red transnacional que va al otro lado del Atlántico y luego se esparce por toda Europa».

La película refleja ese mundo de contrastes en dos horas «trepidantes» y «enfocadas a un público muy amplio». «No es especialmente cruenta, sino incluso divertida», destacó Tosar, que rechazó especular sobre los galardones que podría cosechar su nuevo proyecto. «Eso es algo que tiene que ver más con nuestro ego personal pero, si funciona la película, estaremos encantados».